1. Dios desea que el hombre viva feliz
A. Desde el principio de la creación vemos los propósitos de Dios para el hombre eran los mejores:
B. Le hizo un jardín hermoso con todo lo que el hombre necesitaba, proveyéndole de todo lo que lo podía hacer feliz.
C. Y atreves de todas las edades, hemos visto a Dios tratando de ayudar a la humanidad, librándonos de los males de este mundo.
2. También desde el principio hemos visto al Diablo tratando de destruir la humanidad.
A. Por medio del engaño, haciendo caer al hombre en pecado, para que, al ofender a Dios, pierda la bendición y hasta la protección de Dios.
B. El hombre demostró no ser suficiente fuerte para vencer la tentación y el engaño de Satanás y desde Adán en adelante, vemos al hombre fracasando y perdiendo lo que Dios le había dado.
C. Adán fue echado del jardín del Edén.
D. La generación de Noe fue destruida en el diluvio.
E. La generación de Nimrod fue confundida con le cambio de idiomas para que no pudieran terminar la torre de Babel, que era una rebelión abierta contra Dios.
F. Sodoma y Gomorra fueron destruidas completamente por azufre y fuego enviados del cielo, por su perversión y su pecado.
G. Israel fue llevado cautivo a Babilonia y a Asiria, perdiendo su territorio y todo lo que tenían, por su idolatría.
H. Y hasta hoy, las naciones mas idolatras. Las naciones que se rebelan abiertamente contra Dios, son las mas pobres en este mundo y sus habitantes sufren porque son maltratados por sus mismos gobernantes.
3. El Diablo no es bueno con nadie.
A. Aun los que se entregan a el y creen sus mentiras, el Diablo los usa para llevar a cabo sus malvados propósitos, pero al mismo tiempo abusa de ellos y los hace sufrir.
B. No hay nada bueno en el Diablo. Sus propósitos son siempre de destrucción y sufrimiento, aun para los que lo sirven a el mismo.
4. Pero Dios sigue siendo bueno, a pesar que el hombre siempre le falla.
A. Por naturaleza, todo ser humano tiene una inclinación al mal. Por más que uno quiera, no se nos hace posible hacer lo correcto siempre. Somos así y Dios lo sabe.
B. Dios no espera que seamos perfectos, sino que reconozcamos nuestros errores y busquemos su perdón.
C. El está dispuesto a darnos otra oportunidad, siempre.
D. Dios esta dispuesto a perdonarnos, cualquier pecado, si tan solo reconocemos que hemos pecado y pedimos su perdón.
5. Pero la realidad es que nos ha tocado vivir en un mundo, muy pervertido, y muy deteriorado por la maldad de la humanidad.
A. Y nos toca sufrir las consecuencias de los errores de nuestros gobernantes, que, al alejarse de Dios, acarrean malas consecuencias no solamente sobre ellos mismos sino sobre toda la nación.
B. Observe como las naciones cuyos gobernantes abiertamente retan a Dios, hacen lo que les place, sin tener en cuenta a Dios en ninguna de sus decisiones, son las naciones mas pobres y miserables en todo el planeta.
C. ¿a que se debe eso? Precisamente, porque ofenden a Dios pierden la protección y la ayuda de Dios y El Diablo no ayuda a nadie, ni a los suyos. De manera que las naciones cuyos gobernantes niegan a Dios, no tienen posibilidad de prosperar.
6. En medio del caos de este mundo, Dios tiene buenas noticias.
A. Dios planeo como salvar la humanidad del desastre en que había caído.
B. Y proveyó una vía de escape al desastre que habíamos formado.
C. Dios es bueno y sus intenciones son siempre buenas.
D. Los ángeles dijeron: “Les traemos buenas noticias a todos; Acaba de nacer el Salvador del mundo”
Conclusión: La Navidad es la celebración del nacimiento del Salvador del mundo. El es nuestro salvador porque lo hemos aceptado, pero aun todos los que no han aceptado a Cristo todavía y viven en pecado, El salvador vino para ellos también. Dios quiere darle a toda la humanidad, la oportunidad de ser salvos de esta perversa generación.
Nosotros los creyentes debemos celebrar la Navidad con mucho agradecimiento, porque recordamos el acto de amor mas grande que ha sucedido en este mundo:
Que el hijo de Dios tomara forma humana, y viniera a este mundo, para tomar sobre si mismo, la culpa del pecado de todos nosotros, y pagara el castigo que nosotros merecíamos, para que nosotros pudiéramos ser libres del castigo eterno, y alcanzáramos la bendición de ser hechos hijos de Dios.
El plan de nuestra salvación comienza con la Navidad. Es este el primer paso para la vida eterna.
La navidad es la demostración que Dios nos dio; “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna” Juan 3:16
Si tenemos que celebrar la navidad. Hay quienes tratan de buscarle algo malo a esta celebración, pero el asunto es mantener la Navidad libre de contaminaciones. Y ensenar a nuestros hijos y nietos, cual es el verdadero motivo de la navidad.
Hagamos el propósito de compartir con todo el que podamos, las buenas noticias que Dios nos Dios.
Esto no se trata de comidas, banquetes y mucho menos borracheras.
Esto no se trata de reunirnos con la familia y repartirnos regalos entre nosotros mismos.
Esto se trata de recordar el amor inmenso de Dios a nosotros y agradecerle por el regalo tan grande que El nos dio. Su único hijo. Y nuestra oportunidad de salvación.
Aprovechemos esta Navidad para compartir estas buenas noticias.
Esta noticia no es para nosotros solamente. Los ángeles dijeron “Les traemos noticias que son para todo el pueblo” Tenemos que compartir la buena noticia con todos. Hasta con aquellos que no creen.
Con aquellos que viven perdidamente.
Aquellos que no tiene interés en Dios.
Aquellos que malgastan sus vidas en lo que no conviene.
Aquellos que parece que no tiene remedio.
Las buenas noticias son para todo el pueblo. Dios quiere salvarlos a todos, aunque ellos estén confundidos y rechacen su amor.
Dios quiere darles la oportunidad y ellos no lo saben ni lo entienden. Pero a nosotros nos toca llevarles las buenas noticias, las reciban o no.
No te preocupes por eso. El Espíritu Santo es el único que puede tocar sus corazones, pero Dios nos ha dado a nosotros el trabajo de llevarles las buenas noticias.
Si no hacemos nuestro trabajo, ellos nunca lo sabrán. Hagamos nuestra parte, y dejemos el resultado al Señor.
Oremos.