Summary: El Apóstolo Juan nos da un paso clave para andar en victoria. Tenemos que andar en la luz como Dios está en la luz. Y tenemos sus beneficios que nos da cuando lo hacemos.

La Vida Victoriosa:

¿Cómo andamos victoriosamente?

El Primer Libro de Juan nos da por lo menos dos características de una vida victoriosa y por lo menos una cosa clave para recibir esos beneficios.

Primero vamos a explicar lo que son los beneficios.

Beneficio #1–Comunión con otros creyentes.

Esta vida cristiana nunca fue diseñada para ser un viaje solo. Cristo tomó tiempo con su Padre solo, pero siempre regresó a sus discípulos. Él vivió en comunidad. También nosotros tenemos una familia en Dios que es diferente a nuestra familia natural.

Por uno, la familia de Dios es eterna. Segundo, la familia de Dios está enfocada en la voluntad de Dios más que todo. La comunión en la familia de Dios es uno de los beneficios que tenemos.

¿Cómo es que recibimos este beneficio?

El Apóstolo Juan nos explica: pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7 RVR60

La cosa clave para nosotros es andar en la luz como Él está en luz. No andamos en tinieblas, pero andamos en las luz.

La comunión es el primer beneficio.

El segundo también viene de 1 Juan 1:7. Ese beneficio es estar limpiado de todo pecado.

Beneficio #2–Una Vida Limpiada

La sangre de Cristo tiene un poder de hacer algo que un sistema religioso nunca podrá (Hebreos 9:9). La sangre de Cristo puede limpiarnos de nuestros pecados hasta el punto de tener una conciencia limpia. (Hebreos 9:14)

La vida victoriosa está caracterizada por un corazón nuevo y conciencia limpiada por la sangre de Cristo. El Rey David oró en Salmo 51:10: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Podemos hacer la misma oración y recibir un corazón limpio, y lo recibimos por la sangre de Cristo.

Esas son dos características de la vida victoriosa. Nuestra parte es andar en la luz como Él está en la luz. Su parte es darnos comunión entre nosotros y limpiarnos de todo pecado por la sangre de Cristo.

Aleluya.

Amen.