Ser, Hacer y Destino
Sagrada Escritura
Lucas 10:1-12,
Lucas 10:17-20
Reflexión
Queridos hermanos y hermanas,
Hoy, Jesús dice: "No os regocijéis de que los espíritus se os sometan, sino regocijaos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos".
Jesús nos desafía a ser.
Jesús nos desafía a hacerlo.
Jesús nos desafía a tener un destino.
1. Ser
Ser es lo que soy.
Jesús desafía esta actitud.
Quiero ser lo que soy.
Jesús dice que no es suficiente.
"La cosecha es abundante".
Necesitamos trabajadores para la cosecha.
Siendo lo que soy, limito mi aporte como seguidor de Jesús.
Necesito comprometerme con el Reino de Dios.
Aquí viene el segundo, 'hacer'.
2. Haciendo
Hacer es una actividad.
Me comprometo en algunas actividades.
En otras palabras, estoy haciendo algo.
Hacer algo no garantiza que esté haciendo cosas grandes y correctas en mi vida.
Hacer lo que Dios nos manda hacer.
Aquí viene el tercero, 'destinado'.
3. Destinado
¿Qué está destinado para mí?
Soy un niño de Dios.
No busco una vida cómoda.
Me rindo totalmente a la providencia de Dios en mi vida.
No me apego a las cosas materiales de este mundo.
Me entrego a los demás como mi Salvador, Jesucristo.
Lo que es importante para el pueblo de Dios que está en necesidad.
No estoy aquí por mí mismo.
Estoy aquí por mi destino.
Dios me ha ungido para cierto propósito.
Ser a imagen y semejanza de Dios, creer en la providencia de Dios.
Haciendo lo que Dios me manda hacer en el Reino de Dios para su pueblo en amor.
No es mi logro personal.
Es la voluntad de Dios.
No es mi propósito personal.
Es el destino de Dios.
No es mi éxito.
Es amor de Dios.
Ser, hacer y necesidad destinada del momento en nuestro mundo como seguidores de Jesucristo.
Él llama a cada uno de nosotros a vivir de acuerdo con su propósito en nuestras vidas.
Eso es vivir para su pueblo y para su reino.
Que el corazón de Jesús viva en el corazón de todos. Amén.