Creo que una de las escenas más bellas de la creación es el amanecer. Aunque hace varios años no tengo la dicha de apartarme a algún lugar donde logre ver la salida del sol en plena mañana, en mi mente tengo recuerdos bellos de ese espectáculo de la naturaleza. Es interesante y profundamente simbólico el ver como las tinieblas de la noche empiezan a desaparecer a medida que el sol se levanta. La negrura de la noche comienza poco a poco a desaparecer tornando el cielo en un azul grisáceo que va ganando en intensidad. Finalmente, el sol comienza a hacer su entrada y los primeros rayos aparecen en el horizonte este iluminando todo lo que toca.
El profeta Malaquías nos dice que a los que temen el nombre de Dios, les nacerá un Sol de Justicia (Malaquías 4:2) y Juan 1:9 nos habla de “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre” refiriéndose al Verbo que no es otro que Jesús. La expresión “se ha revelado” usada en Tito 1:11 hace empleo del verbo EPIPHAINÓ que se usa para describir algo que estaba oculto pero que ha sido revelado, algo que estaba escondido, pero ahora ha salido a la luz.
La humanidad antes de la manifestación de la gracia de Dios por medio de Jesucristo vivía en esa larga noche. Y me gusta ver la revelación progresiva de Dios como ese preludio que existe antes del amanecer. La negrura de lo secreto se iba despejando para finalmente dar paso a la gloriosa encarnación del Verbo quien manifestaría en si mismo la abundante gracia de Dios. Una gracia que igual que el Sol alumbra a todo ser humano y ofrece el favor inmerecido de Dios a toda criatura.
Proposición:
La gracia de Dios se ha manifestado en la persona de Jesucristo en favor de toda la humanidad.
O.I: ¿Qué representa para la humanidad que la gracia de Dios se manifieste en la persona de Jesús? O también pudiéramos preguntar ¿Qué propósito tiene entonces la manifestación de la gracia de Dios?
1. La manifestación de la gracia de Dios nos ofrece Salvación.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres…
El texto nos deja un postulado claro y es que la gracia de Dios ofrece salvación para toda la humanidad. No hay algo extra que añadir, no hay forma de tergiversar lo que está escrito ahí. Sencillamente entendemos que cuando fue manifestado Jesús la posibilidad de salvación iluminó a todos los seres humanos.
Ahora tenemos que aclarar que el hecho de que la salvación se haya manifestado para TODOS, no indica que TODOS vayan a ser salvos. El sacrificio de nuestro Señor ofrece salvación para todos, pero se hace efectivo en aquellos que creen. Es lamentable ver que aún cuando esa luz resplandece algunos prefieren esconderse en las tinieblas.
La palabra salvación en griego significa Liberar o rescatar. Esta palabra se usaba para describir el pago que se hacia en rescate de otra persona. Cuando entendemos la connotación de esta palabra nos damos cuenta de la compleja situación en la que se encontraba nuestra vida y en la que se encuentran hoy aquellos que no han aceptado el rescate de Dios por medio de Jesucristo.
¿Por qué era necesario pagar un rescate por nosotros?
La respuesta está en Romanos 6:23.
Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Nuestro pecado nos hace merecedores del castigo de Dios. Sin embargo el mismo Dios que nos juzga envía a su Hijo para ser castigado en nuestro lugar. El mismo Dios que nos juzga, nos justifica por medio de su Hijo. Y el mismo Dios que nos sentencia a muerte por nuestras rebeliones ahora nos ofrece la Resurrección y la Vida eterna gracias a la Manifestación Gloriosa de Cristo.
El juez justo y sin pecado que debe dictar nuestra condena paga el precio con la sangre de su propio hijo. Su hijo que es igual de Justo, Igual de Santo, se ofrece para liberar a los injustos y pecadores.
Si hay alguna persona que no ha recibido a Jesús en este lugar déjame decirte que estás en una situación compleja delante de Dios. El tiene lista su sentencia, has sido apartado juntamente con un grupo que va camino a una eternidad alejado de Dios, donde vas a lamentar para siempre tu rebeldía y tus pecados. Pero si hoy decides aceptar por fe el pago que Jesús hizo por ti, ¡su Gracia te va a iluminar!, ¡su gracia te va a tocar! y ¡¡su gracia te va a SALVAR!!
2. La manifestación de la gracia de Dios nos enseña a ser santos.
Tit 2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
El verbo PAIDEUO de acuerdo al diccionario Vine denota la acción de entrenar niños. Esa manifestación de gracia de forma gratuita nos enseña como renunciar a lo que antes nos conllevó al cautiverio y a la condenación. La gracia nos ayuda a deshacernos de lo negativo de la impiedad y los deseos mundanos para llevarnos a lo positivo que representa vivir de forma justa y piadosa.
Cabe entender de que por nuestras propias fuerzas no podemos luchar contra los deseos interiores que batallan en nuestra carne. Pablo es consciente de esta lucha y en Romanos 7 nos narra toda la batalla que vive el cristiano por hacer la voluntad de Dios. Cuantas veces no queremos hacer el bien y nos encontramos haciendo lo que no queremos. Es por eso que debemos aceptar la gracia de Dios en nosotros pues solo de esta forma podemos rechazar la impiedad y los deseos mundanos.
Ahora la palabra Impiedad y la expresión Deseos mundanos tienen una estrecha relación.
La impiedad del griego (?s?ße?a) asebeu, se usa para describir la falta de reverencia o temor a Dios. De modo que los impíos son aquellos que viven como si Dios no existiese o sin importar si a Dios le agrada o no.
Por otro lado la expresión conformada por (epithumia) traducida como Deseos mundanos denota el deseo profundo, la codicia de aquello prohibido y (kosmikos) Mundo, en el sentido del orden mundial, el cual en el nuevo testamento toma la connotación del sistema de creencias y valores de una sociedad que vive como si Dios no existiera y actúa de espalda a la voluntad de Dios.
Ahora nosotros en otro tiempo vivíamos extraviados de la voluntad de Dios. Y en la propia carta de Tito lo vemos en unos versos más adelante Tito 3:3. Éramos esclavos de concupiscencias y deleites diversos. Sin embargo por la gracia de Dios que nos enseña podemos rechazar la impiedad. Para la mayoría la felicidad estaba en el deleite de esos deseos mundanos que producían flashazos de felicidad.
Nuestro bienestar y felicidad en el mundo eran similar al efecto que producen los fuegos artificiales en una noche oscura. Nos deslumbraban, nos emocionaban, pero su corta duración nos dejaban con el deseo de ir por otra experiencia similar que iluminara la soledad de la noche. Que bueno es que la manifestación de la gracia de Dios llegó a nuestras vidas para transformar nuestro oscuro cielo de incertidumbres y vanos deseos en una vida gloriosa y piadosa para la Gloria de Dios.
¿Por qué ahora pregunto? ¿De que manera si no nos hubiera alumbrado el conocimiento de Cristo entenderíamos lo que es agradable a Dios? Tal y como menciono antes muchos de nosotros pasamos años de nuestra vidas sumisos en la oscuridad de la ignorancia y el pecado. Vivimos en las tinieblas sin importar si nuestras vidas eran agradables a Dios o no, más sin embargo cuando la gracia se manifestó, cuando la gracia nos alumbró, NOS CONDUJO A SU LUZ ADMIRABLE. Por eso la palabra dice DESPIERTATE TU QUE DUERMES, Y LEVANTATE DE LOS MUERTOS Y TE ALUMBRARÁ CRISTO.
3. La manifestación de la gracia de Dios nos brinda esperanza.
Primero quisiera preguntar ¿Cuántos de nosotros no fuimos victimas de miedos e inseguridades en el pasado? ¿Cuántos de nosotros no sufrimos el desesperante efecto que provoca la ansiedad y la incertidumbre? Aunque en el mundo lográbamos reunir fuerzas para mantener la esperanza, en Cristo entendemos que, su gracia no solo provoca que no perdamos la esperanza si no que nos ayuda a mantener una actitud correcta mientras esperamos.
La intención de Pablo es que aguardemos con gozó y entusiasmo la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.
La noticia de un embarazo deseado y planificado produce gran gozo para los padres. Desde el primer día que se conoce la noticia ambos padres comienzan a preparar todo lo necesario para el nacimiento de la criatura. Aguardan gozosos el cumplimiento del tiempo de embarazo a fin de ser contemplar el regalo del nacimiento. El nacimiento viene a ser como esa esperanza bienaventurada que se acerca cada día a su cumplimento. Pablo nos hace entender algo similar en esta pequeña sentencia. Si bien el nacimiento de Jesús ocurrió y mediante ese evento el mundo conoció la gracia de Dios, ahora aguardamos con el mismo espíritu jubiloso la venida en Gloria de nuestro Señor Jesucristo.
La gracia de Dios modifica nuestra manera de vivir. Pablo usa el verbo prosdechomai (aguardando) el cual implica esperar algo todo el tiempo y con júbilo y entusiasmo. Siempre me gustó la idea de que Cristo viene a buscar a una iglesia triunfante. Cristo viene a buscar a una iglesia que está en victoria. Desafortunadamente existen personas que son sobrevivientes y ven la venida de Cristo como la via de escape a la miseria que llevan por vida.
Sin embargo, que bendición es saber de que en algún momento Jesús hará su aparición nuevamente, en algún momento podremos ser testigos de su manifestación gloriosa.
Por tanto aferrémonos a la gracia de Dios, la cual nos brinda esperanza para esperar con gozo, para aguardar la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo.
4. La manifestación de la gracia de Dios nos ofrece una ciudadanía celestial.
Pablo nos dice que Dios ha tomado para si un pueblo propio, el cual es celoso de buenas obras.
En el Capitulo 3 de Tito verso 3 nos dice claramente que éramos esclavos de concupiscencia y deleites diversos. Por tanto es imposible que un esclavo pudiera solicitar una nueva ciudadanía. El esclavo era privado de todos sus derechos. Ahora, Cristo vino para redimirnos del yugo del pecado.
Ahora ¿Qué entendemos por Redimir?
La palabra REDIMIR expresa el pago que se hace para liberar a alguien que estaba retenido. Cuando vamos al contexto cultural, un esclavo podía ser liberado si alguien pagaba su deuda o su precio al dueño.
Cristo se hizo hombre y vino a un mundo lleno de personas que eran esclavos del Pecado para traernos libertad. Para tener nuestra ciudadanía primero teníamos que ser hombres libres. Y eso es lo que Jesús hace por nosotros. Con su sangre preciosa pagó el precio, pagó nuestra deuda.
1Pe 1:18- 19 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
Pedro por su parte nos ofrece el mismo fundamento teológico. El rescate que fue pagado a precio de Sangre nos ofrece libertad. JESÚS NUESTRO SALVADOR, EL QUE ERA SIN PECADO NOS DIO SU SANGRE PRECIOSA PARA REDIMIRNOS DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO.
Por tanto, ahora que hemos sido Redimidos Jesús nos ha purificado y nos ha hecho pueblo suyo.
Pedro también nos confirma esto en:
1Pe 2:9-10 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,(E) pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Conclusión:
Entendemos entonces de que la gracia de Dios se ha manifestado en la persona de Jesucristo. Esta manifestación nos ofrece en primer lugar Salvación, también nos enseña a ser Santos, nos brinda esperanza y nos ofrece una ciudadanía celestial.