Summary: Todos sabemos que la Biblia se refiere a la iglesia como la novia que se está preparando para las bodas del Cordero-Jesús. Una novia pura, sin mancha y sin arruga. Hay un pacto, un compromiso con Jesus.

Introducción: El otro día mientras caminaba me encontré una pequeña moneda. Cuando averigüé de que se trataba, supe que era un “arras” matrimonial. En algunos países se acostumbra entregar arras en las bodas.

Significado de las arras matrimoniales:(un símbolo con mucha historia-no Bíblico)

El deseo de prosperidad para un matrimonio se representa con 13 monedas llamadas "arras". Son una tradición de las bodas católicas y uno de los elementos más importantes en el ajuar religioso de los novios. ¿Conocen el significado que las envuelve?

El primer precedente de las 13 arras viene de la Antigüedad, del viejo Oriente, donde para cerrar un trato era costumbre que se entregara una suma de dinero o de bienes en especie. Como en aquel entonces los matrimonios eran arreglados, al momento del compromiso se entregaba esta señal material con la que las familias demostraban que había una intención seria en formalizar ese enlace. Después, el Derecho Romano incorporó el concepto de "arras esponsalicias", que fue el nombre con el que se legisló sobre esta especie de garantía monetaria con que se signaba el compromiso entre dos familias. Más tarde, esta costumbre terminaría calando en la España medieval, donde no podía reconocerse el matrimonio ante la Iglesia sin la entrega de estas arras, que todavía seguían siendo una cesión de patrimonio, principalmente del novio a la novia.

También se cuenta que las arras eran un premio por la virginidad de la novia, quien podía disponer de ellas hasta que tuvieran hijos. Y aunque su significado antiguo dista del actual, con el tiempo se fueron incorporando estas 13 monedas entre los obsequios que se intercambiaban los novios junto con otros regalos de mayor valor.

Las 13 arras se dividen en dos grupos: 12 de ellas representan los bienes repartidos en los 12 meses del año y la última moneda es la que se comparte con los desamparados. Originalmente, esta decimotercera moneda era de bronce; ahora, según se actualizó la tradición, las 12 primeras monedas son de oro y la última, de platino. Sin embargo, también se acuñan en plata o en cualquier otro metal, siempre y cuando sean del mismo tamaño. Aunque el 13 es un número polémico, en muchos momentos y lugares ha sido una cifra asociada con la buena suerte.

Explicación:

Aunque no vamos a profundizar en esta información obtenida, notemos que estas arras se entregan en las bodas, pero las arras de las que vamos a hablar se entregan en el tiempo del noviazgo o compromiso. Por esta razón, para nosotros es de suma importancia saber que significan las “arras del Espíritu”.

Todos sabemos que la Biblia se refiere a la iglesia como la novia que se está preparando para las bodas del Cordero-Jesús. Una novia pura, sin mancha y sin arruga. Al igual que las arras que los matrimonios católicos entregan (mucho mas valioso) Cristo como el novio, nos ha entregado unas arras. Estas arras son unas promesas para la eternidad. Los compromisos humanos pueden fallar, pero sus promesas nunca fallaran, solo debemos ser fieles a El, hasta la muerte.

¿Qué significan?

Primero, un anticipo o pago inicial o depósito es una garantía de pago total a tiempo. Ésta es la idea en el ámbito de las transacciones humanas y financieras: un hombre le debe a otro una cierta cantidad y, por lo tanto, paga un anticipo (o pago inicial o depósito) prometiendo el pago total a tiempo. Efesios 1:14 nos enseña que Dios quiere darnos las vastas riquezas de la gloria celestial en Su maravillosa gracia, y quiere que estemos seguros, absolutamente confiados, que Él nos concederá esto.

En segundo lugar, las arras no solo es una garantía del pago total, sino que también es parte del pago. Esto añade algo. No solo tenemos las promesas objetivas de Dios y el Espíritu que nos garantiza que son verdaderas y que se aplican a nosotros personalmente, sino que también se nos ha dado parte del pago.

En tercer lugar, una fianza o arras no es solo una garantía del pago total y no es solo una parte del pago total; también es de la misma clase que el pago total. Pero ahora solo tenemos las “primicias del Espíritu”, mientras que tendremos la plenitud del Espíritu en el mundo venidero (Rom. 8:23-24). 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?

Aplicación:

¿Cuál es su función (de las arras)?

Las arras, es el Espíritu de Cristo y Su función es glorificar al Señor Jesús (Juan 16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.), nuestra herencia es Cristo mismo y todas las cosas en Él (1 Cor. 3:21-23) Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Respecto a nuestra herencia:

1) Tiene Características únicas: 1 Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. Hebreos 10:34 Sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.

2) Es por la gracia, parte de la promesa: Gálatas 3:18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.

3) Es una recompensa por servir a Dios Col. 3: 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

4) Es por medio de la fe Hebreos 11: 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

5) Nuestra fe debe ser probada: 1 Pedro 1: 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Corintios 6: 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

6) Hay que apartarse del pecado para la herencia(santidad): Efesios5: 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 2 Timoteo 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

7) Es el mismo sello del Espíritu Santo: Efesios 1:13-14 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Conclusión:

Podemos ver que la frase “arras del Espíritu” tres veces. La primera es seguida de promesas pero, dos de estas tres referencias al Espíritu Santo como arras—vienen inmediatamente después de llamarlo un sello (2 Cor. 1:22; Ef. 1:13-14). El Espíritu como sello nos estampa con la propiedad de Dios, diciendo: “¡Tú eres de Dios! ¡Tú perteneces a El!” El Espíritu como arras dice, “¡El cielo es tuyo! ¡Te pertenece en Jesucristo!” El Espíritu como sello nos asegura que pertenecemos a Dios—antes de la fundación del mundo en la elección eterna en Cristo, ahora y para siempre. El Espíritu como arras nos asegura, con respecto al futuro, que la gloria eterna es nuestra. Efesios 1-13-14 (leído al principio) Dado que el Espíritu es el Espíritu de Jesucristo y Cristo es la revelación del Dios Trino, nuestra herencia está irradiada con la gloria del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Las arras materiales se pueden perder y las promesas olvidarse. Los votos humanos se rompen y se desvanecen, pero las “arras del Espíritu” que Dios nos ha dado, son eternas. Por eso debemos atesorarlas en nuestros corazones y en nuestras vidas.