Adviento 2b
"Consuelen, consuelen a mi pueblo,
dice nuestro Dios.”
– Hola, ¿está Con-suelo? – queriendo decir, ‘piso’
– No, aquí no tenemos ni techo.
--Consuelo, unas cálidas palabras de Consuelo.
-sin suelo, me caigo!!
El profeta Isaías anima al pueblo de Israel, desterrado en Babilonia, para que adopte una actitud optimista y no se deje dominar por la desconfianza hacia Dios.
El Consuelo por mis faltas es el mensaje en la Primera Lectura.
Dios ha perdonado los pecados de los israelitas y los ha reclamado como su propio pueblo. ¡Qué gran noticia fue para ellos!.... pero también lo es para todos aquellos que buscan pertenecer a Dios en nuestros dias y a través de la historia.
El Papa Francisco dijo, “Y este es el misterio de la Iglesia. Dios que consuela a su pueblo. El Señor consuela humildemente, de manera escondida; consuela en la intimidad del corazón, da fortaleza”
En inglés, consuelo es ‘comfort’ con ‘m’ y con ‘n’ en español, y pongan atención a que ambas palabras tienen dentro de sí, el término “fort”. ‘Fort’ en ambos idiomas significa ‘fuerte’, verdad? “Forte” en música indica al ejecutor que debe tocarla con fuerza y más entusiasmo, por lo que ‘confort’ da fuerza y esperanza.
Dios consuela pero el pueblo debe disponerse a aceptar el don de la liberación poniéndose en camino.
Un camino en el desierto que le permitirá pasar de su situación anterior –de muerte y de pecado–, a otra nueva –de vida y de esperanza.
Con esa Fortaleza recibida de Dios estamos listos a enfrentar obstáculos difíciles de montañas y valles, que metafóricamente forman el panorama de nuestros corazones.
“Allanar sus senderos” es no poner dificultades para la acción liberadora de Dios, como la falta de autodisciplina…
“Preparar el camino” es no estar satisfechos con nuestras irresponsabilidades; es mirar el propio interior y admitir que uno necesita madurar…
Por lo general estamos ciegos en cuanto a nuestras propias faltas, por lo que no siempre podemos identificar cuáles son tales obstáculos. ¿Cómo es posible, entonces, darnos cuenta de lo que no percibimos?
La respuesta está en el Espíritu Santo que nos ayuda. “Les he bautizado con agua; el les baptizará con el Espíritu Santo.”
Esto hace referencia al Bautismo, a la Confirmación, y al término “bautismo en el Espíritu Santo”, que se usa también en la ‘renovación carismática’ para describir que las gracias recibidas en esos sacramentos se reavivan en un encuentro que cambia la vida.
En una iglesia Católica Pentecostal, al final de la reunión dice el pastor: ¡Hermanos, el próximo sábado tendremos una excursión al campo!....el que quiera ir que baje la mano!
ADVIENTO: preparación para el encuentro con el Señor que viene.
Viene en la renovación del misterio de la Navidad.
Pero también viene a cada instante, en las maneras secretas en que el Señor se hace presente en nuestras vidas.