19A
Vi una vez una tira cómica que mostraba una dama caminando sobre cajas de agua embotellada con el subtítulo que se leía, “¡Caminando sobre el agua”!
En Mateo 14:30, leemos: “Pedro comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!"
Si la oración de Pedro hubiese sido más larga, el hubiera terminado 29 pies bajo el agua antes de verbalizer su pedido.
"¡Sálvame, Señor!"- es una buena frase bíblica para un buen tatuaje!
Dice la Palabra: “Inmediatamente Jesús le tendió la mano y lo sostuvo.”
Debemos recordar en nuestros más difíciles momentos que este incidente tuvo lugar en la madrugada. Jesucristo calmará la tormenta en el momento oportuno.
Por ejemplo, cuando me siento cansado, necesito leer la Biblia para protegerme contra las tentaciones.
Trabajar de forma permanente en turno de noche tiene consecuencias adversas para la salud.
Por ejemplo, Un doctor llamó por teléfono a uno de sus pacientes y le dijo: "Tengo malas noticias para usted, pero ahora esas noticias son peores. Las malas noticias son que sus exámenes indican que sólo le quedan 24 horas de vida”, a lo que el paciente replicó: “Y ¿qué puede ser peor que eso?” El doctor contestó: “Que he estado tratando de encontrarlo desde ayer.”
Una lección para nosotros es que Dios vendrá siempre en nuestra ayuda, pero no necesariamente cuando querramos que venga. El viene en su tiempo y puede que sea en la madrugada.
Este mensaje no es para dejar que nuestras experiencias de vida dominen las experiencias de la fe. En los “Doce pasos,” hay una consigna que dice: “Tu estás exactamente en el lugar que se supone estés”.
2). Pedro pudo caminar sobre las aguas mientras tenía sus ojos puestos en Jesús — Nuestra energía es el valor fundamental para un eficaz desempeño. Cada pensamiento, acción y sentimiento tiene una consecuencia energética. Algunos dicen que controlar la energía y no el tiempo es la llave para un superior desempeño.
En un instante Pedro estuvo feliz en medio de la tormenta.
¡Qué lástima que fuera un instante!
Fue el instante en que creyó. Si se prolonga ese instante en el tiempo, te mantienes en la paz de Dios, te mantienes en el gozo del Señor.
Al caminar sobre el agua, no se debe mirar ni para atrás al bote que dejamos, ni a las olas en frente de nostros, porque éstas representen circumstancias.
Si desviamos nuestra mirada del Señor, nos hundimos.
Siempre hay un propósito en las tormentas. En el caso de Pedro podríamos decir que la tormenta en la vida de él era para prepararlo como líder delante de los otros.
Pero, ¡Mira! Pedro se tiró del bote! Para caminar sobre las aguas hay que salir de la barca. En la barca hay comodidad, estabilidad.
El territorio que muchas mujeres dominan es cuando hacen un huevo frito. ¿Te la imaginas clamando para que Dios la ayude? ¡No! Toma el huevo, lo rompe, lo coloca en la sartén y de ahí sale frito.
Pero cuando Dios te pide que vayas a algún lugar que no conoces o que hagas algo que nunca hiciste, te asaltan toda clase de temores. Ahí comienzas a declarar que no te sientes seguro, que no sabes si podrás hacerlo.
Este tipo de incidente ocurre en nuestra vida a diario. Empezamos siguiendo a Jesús y siendo obedientes a Su palabra. Entonces nos encontramos en situaciones incomodas y oramos para que Él nos ayude.
Amado hermano, posiblemente has sentido que los vientos son fuertes y que poco a poco te estas hundiendo, pero déjame decirte que EL NO TE DEJARA HUNDIR, pues EXTENDIENDO SU MANO TE ASIRA Y NO TE SOLTARA.
Toma un riesgo por la fe.
No pidas a Dios que te bendiga en lo que estás haciendo.
Haz lo que Dios te está bendiciendo.
Pregúntale qué quiere que hagas, y luego estarás dispuesto a salir de la embarcación en un instante.
3. Los discípulos se espantaron—EL MIEDO TE HACE VER FANTASMAS
Recuerdo que en la casa donde me crié, había en la pared unos dibujos circulares; cuando me despertaba por la noche, veía en esos círculos, caras con expresiones horribles.
Acrecentamos nuestros temores cuando nos esforzamos por mantener una apariencia de fuerza, preocupándonos al mismo tiempo de que otros perciban lo que realmente sentimos.
Aprendemos que el miedo puede ser reemplazado por la fe.
Podemos comenzar a descuidarnos en mantener viva nuestra atención y darnos cuenta en seguida de que el aparente control era solamente una ilusión.
Aprendemos a despojarnos del miedo y cuando lo hacemos, Dios nos da la fortaleza necesaria para enfrentar la situación que se nos ha presentado.
La ansiedad debe transformarse en esperanza Cristiana. Jesús es el Señor del tiempo, presente, pasado y futuro. Confianza en nosotros mismos es resultado de nuestra confianza en Dios.