Pentecostés
1. En Romanos 8:26 se nos dice: en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos.
El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad a través de la gracia actual.
¿Por qué se llama actual? Se llama actual porque no es una cualidad permanente, sino una ayuda transitoria. Se nos da a nosotros solamente cuando la necesitamos para hacer una buena obra o vencer una tentación.
Jesús dijo: «Recibirás el poder...» ¡«Recibir» Esa clase de poder no podemos producirlo. Sólo puede ser recibido. Un joven dijo, “He asistido a docenas de seminarios de los que he sacado al menos un centenar de hermosas ideas; pero lo que ahora necesito ya no son hermosas ideas, sino el poder de poner en obra al menos una de esas ideas”
Imitad al centurión de Mateo 9: “Una palabra tuya, Señor, es suficiente...No tienes más que decir una simple palabra”.
Tratad de practicar esta clase de oración. Escoged una determinada frase y repetidla, “Señor, enséñame a orar” o “Señor, te deseo con toda mi alma” o “Ven Espiritu Santo.”
2). El Espíritu Santo trae consigo alegría y poder para vivir —
En la Primera Lectura se nos dice que el Espíritu llenó la casa y también a todos los presentes. El Espíritu llena el vacío en nuestros corazones. Llenar ese vacío es nuestro ferviente deseo pero con frecuencia buscamos llenarlo con otras cosas, aún cosas equivocadas, pero el Espíritu responde a nuestras más profundas aspiraciones.
Por ejemplo, en el libro, “El Pequeño Príncipe,” el Principito entabla amistad cercana con un zorro. En una ocasión están ellos tratando de fijar el momento para un próximo encuentro. Es muy importante para el zorro saber la hora. Finalmente ellos acuerdan encontrarse a las 4:00. Pero el principito no puede entender por qué es tan importante para el zorro saber la hora exacta. El zorro entonces contesta:
“Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, a partir de las tres empezaré a ser feliz”
“¡Buen Día, Espíritu Santo!” Cuando conversamos con el Espíritu Santo como lo hacemos con una “Persona Real”, hemos sido conducidos a un nuevo nivel.
3). Dones Carismáticos —
Tal como el Obispo Burbidge recordó recientemente a sus sacerdotes, nadie tiene todos los dones. A cada individuo la manifestación del Espíritu se da para el beneficio de alguien. ¿Cuáles son los tres dones más importantes que ustedes han recibido del Espíritu?
Fui en cierta ocasión a una reunión de Pentecostales donde todos estaban saltando, aun yo. Al final reflexioné, lo importante en la vida es ayudar al necesitado y conducir tu vida con integridad. Tal como lo dijo un predicador, “No se trata de cuan alto saltas sino cuan derecho puedes caminar cuando tocas tierra.’
4). El Espíritu Santo renueva como el rocío de la mañana —
La Plegaria Eucarística II dice, “que santifiques con el rocío de tu Espíritu estos dones.” En el libro del Éxodo, el maná aparece cuando el rocío se evapora. La acción del Espíritu Santo es quieta, invisible, misteriosa, suave y dadora de vida.
