Quinto Domingo de Pascua 5A
Hoy es el Dia de la Madre y el Papa Francisco escribió en uno de sus documentos de enseñanza más recientes, relacionados con el matrimonio y la familia, que “Las madres transmiten a menudo también el sentido más profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que aprende un niño[...] Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo. [...]
El tema que les presento este dia es: Nuestra propia santificación es proporcional al grado de los esfuerzos que dediquemos para que otros crezcan también en santidad.
e.g. Y aqui tienen un ejemplo de una esposa y madre en esta corta historia del pastor y escritor, Dr. M.R. Dehaan, relatada por el mismo y que mucho me divirtió.
Dijo el que una mañana su esposa y el habían tenido un desacuerdo sumamente desagradable, por lo que cuando se reunieron para desayunar el no le dirigió palabra; decidió optar por el frio del silencio. Acostumbraban ellos todas las mañanas a leer juntos un librito religioso llamado “Nuestro Pan de Cada Dia”, cuyo editor era el mismo Dr, Dehaan. La esposa leyó el pasaje del dia en silencio por un momento y acto seguido tomó el librito y se lo pasó más de una vez por debajo de la nariz, mientras le preguntaba: “¿Eres tu el hombre que escribió esto?”
1).Continuemos con el tema de que nuestra propia santidad va en línea directa con el grado de los esfuerzos que hacemos por la santificación de los demás. Las mamás con frecuencia tratan de obtener un acuerdo general cuando surgen argumentos de familia, porque son ellas en la mayoría de los casos quienes son vehículo de unión entre sus miembros.
Por ejemplo, en La Primera Lectura de los Hechos, tenemos dos clases de nuevos Cristianos. Los hebreos que eran los judíos más inclinados hacia la cultura judía y los griegos que se inclinaban hacia la cultura griega. Los judíos tradicionales miraban de menos a los judios griegos. Dice la lectura que: “Hubo ciertas quejas por parte de los griegos de que los judíos hebreos no atendían bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días”. Puede que esto haya sido parte de algún prejuicio y no por escasez de recursos, o tal vez porque los apóstoles sencillamente estaban demasiado ocupados supervisando la distribución de alimentos.
Y hablando de prejuicios, una chica dijo a su mamá el Dia de la Madre: “Me encanta saber que no hay necesidad de siquiera decir en voz alta que soy tu hija favorita.”
Volviendo a lo anterior, los Doce Apóstoles resolvieron el problema de atención para las viudas creando una rama de individuos a ser ordenados como diáconos, con el cargo de distribuir los alimentos. Los ordenaron a través de la imposición de las manos.
Lección para nosotros: Siempre habrá una diversidad cultural entre quienes siguen a Cristo. Consideren que la palabra “católico” significa ‘universal’. Los Doce Apóstoles no dudaron en re-estructurar la comunidad primitiva para atender a las viudas de los griegos y crearon así el diaconato. Pero, nuestra Primera Lectura dice que fue una propuesta presentada a la comunidad entera y con la que todos estuvieron de acuerdo. Hablamos aquí de asuntos administrativos guiados por el Espíritu Santo con el fin de obtener un consenso. E.g. En la Regla de San Benito a sus monjes, el aconseja al Abad que pida el consejo de todos los miembros, incluyendo a los más jóvenes así como el de los huéspedes.
2). Finalmente, las Madres se santifican mientras trabajan en la salvación de sus hijos. En nuestro Evangelio Jesús dice: “Voy a prepararles un lugar.”
¿De qué color serán las mansiones celestiales? ¡Moradas! El Señor dijo que iría a preparar moradas.
Jesús promete a cada uno de nosotros que regresará a la hora de la muerte para llevarnos con El al Padre por toda una eternidad. Consequentemente, San Pablo escribe en 1 Tesalonicenses 4:13, "Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto,[a] para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.." sino que por lo contrario, "Confíen en Dios" (Juan 14:1). Las promesas del Señor son tan sólidas como una roca, porque Dios es fiel: " …lo he dicho, y lo cumpliré. Lo afirma el Señor” (Ezekiel. 37:14).
e.g. Un hombre murió y llegó al Cielo. Lo recibió San Pedro a la entrada y se dirigió con el hacia las calles doradas. Pasaron bellas mansiones, una tras otra, hasta que llegaron al final de la calle donde pararon frente a una casucha. El hombre preguntó a San Pedro por qué se le asignó a el esa choza cuando habían tantas otras mansiones donde el hubiese podido vivir. San Pedro le respondió: “Hice lo mejor que pude con el dinero que tu nos enviaste.”
Nuestro lugar en el Cielo corresponderá con el nivel de conciencia que establezcamos con la relación personal de la Presencia Divina.
Jesús nos dice que El es el Camino, la Verdad y la Vida. Comprender esto es de primordial importancia porque si no lo tomamos a El como ‘camino’ terminaremos llegando al lugar equivocado.
Jesús nos dice en el Evangelio de hoy: “Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre" .
¿Quien puede decirles a ustedes que sus oraciones y sacrificios no lograron o lograrán salvar una o más almas????