Todo aquello en lo que colocamos nuestro interés se convierte en una prioridad.
Por tal motivo es muy importante pensar en esto:
¿Qué espera que suceda en su vida?
¿Qué actitud tiene?.
Si usted está centrado(a) en lo que está mal o en lo que no funciona, entonces es la hora de realizar un cambio radical.
Hoy es el día para salir del estado de desaliento y desanimo.
Elimine de su mente y corazón las palabras “No se puede”, “todo lo malo me llega a mí”, “estoy condenado(a)” y todos los demás pensamientos similares.
Salga de la zona de autocompasión y muévase al territorio de la confianza, al terreno de la fe.
Esta es mi sugerencia: Si las cosas que ha hecho hasta ahora no hay funcionado, entonces “cambie de rumbo”, "haga las cosas de otra manera".
Póstrese delante del Señor y pídale que le cambie sus pensamientos y sentimientos, por los que le colocan en la posición de creer, que le fortalecen su fe y le hacen ver la vida con optimismo y esperanza.
Oremos: “Señor, gracias por mostrarme que estoy pensando y actuando incorrectamente. Te pido me ayudes a eliminar los pensamientos de derrota y desánimo, deseo aumentar mi fe y esperanza. Que haya gozo y agradecimiento por todo lo que has hecho, haces y harás por mí, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amén”.
Versículo: "Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza" Salmos 16:9 (RVC)