La vida se asemeja a una carrera de velocidad en la que las personas anhelan alcanzar metas y logros en la que muchos para llegar lo hacen, por un lado sin medir las consecuencias de sus actos, y por el otro sin disfrutar del recorrido.
Quizás para ellos la idea sea solo el alcanzar un determinado "estatus" y luego retirarse para "disfrutar del logro". Esta manera de pensar y actuar nos muestra que estas personas están buscando más el "tener que el ser" y así nunca se va a disfrutar el poseer porque primero debe estar fuerte el ser interior.
Para mejorar interiormente es necesario prepararse y trabajar continuamente en el crecimiento espiritual y la buena noticia para el que decide hacerlo es que Dios le acompaña y le ayuda en el proceso.
Hoy le comparto 3 elementos que le ayudaran en la búsqueda de mejorar en todas las áreas de su vida, empezando por su ser interior:
1. Deseo genuino de Aprender: Esto es, prepararse intencionalmente, encontrar diariamente algo que sea nuevo y que alimente su vida. El mejor y más excelente manual para aprender a tener éxito en la vida a la manera de Dios es la Biblia, léala, prepárese y aprenda de ella.
2. Ser constante: Esto significa avanzar sin detenerse. El afán solo trae dificultades cansancio y nos hacer cometer errores; pero avanzar un día a la vez sin acelerarse es la clave para llegar a la meta. En las maratones, para llegar a la meta hay que recorrer muchas millas, cuando las observamos vemos que hay algunos que inician muy rápido pero que en el camino se quedan; otros, con experiencia en estas distancias, empiezan lentos y aceleran al final, son ellos los que ganan las carreras. Aplicado a la vida, esto sería como “avanzar, sin prisa pero sin pausa”; eso sí, haciendo altos que le permitan evaluar los logros y fracasos para aprender de ellos.
3. Activar lo aprendido: es decir, actuar, el conocimiento sin acción es ineficaz y una pérdida de tiempo. Todo en la vida requiere acción, incluso la fe, aunque parezca increíble, requiere trabajo la Biblia nos dice que "la Fe sin obras es muerta" Santiago 2:17
Por lo tanto no te detengas, ora, aprende, actúa, evalúa y mejora todos los días, repite el proceso diariamente y avanzarás… recuerda que el Espíritu Santo está contigo.
Oremos: “Señor, reconozco que me he rendido y he dejado de hacer lo más importante que es buscarte a ti y leer tu Palabra. Hoy me arrepiento y me comprometo nuevamente a aprender de tus cosas, a ponerlas en práctica y hacerlas sin rendirme, sabiendo que la recompensa viene de ti, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno”. 1 Corintios 9:25 (NTV)