Serie: λόγος — Logos
Charla: El Espejo
Texto Principal: Santiago 1:22-25
18 enero 2015
Introducción
El espejo es una herramienta muy útil. Y como mi papá me decía, “Deberías utilizarlo.” No me gustaba peinarme. Para mi, era una pérdida de tiempo. Sólo quería salir y jugar con mis amigos, y a ellos no les importaba nada. Entonces, me preguntaba, “¿por qué mi apariencia es tan importante para mi papá? ¿No dice la Biblia que Dios mira mi corazón y no mi look.” Bueno esa era mi traducción personal de 1 Samuel 16:7, lo cual dice: “…La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.” 1 Samuel 16:7. Es verdad que hay personas que pasan demasiado tiempo en frente del espejo como el Pitufo Vanidoso (MOSTRAR VIDEO DEL PITUFO VANIDOSO), sin embargo hay personas que necesitan por lo menos mirarse en el espejo como el villano de los pitufos, Gargamel (MOSTRAR VIDEO DE GARGAMEL). Creo que necesitamos un buen equilibrio. Sería un gran favor para todos.
El espejo ha sido parte de la mitología y supersticiones de muchos pueblos. Por ejemplo, se cree que la imagen en que se refleja se identifica con el alma de la persona. Por lo tanto según el mito, los vampiros, que son cuerpos sin alma, no se reflejan en espejos. Hay una tradición de cubrir los espejos en la presencia de una persona que está por morir. La superstición es que el espejo puede encerrar el alma del moribundo. Y uno de los cuentos con un espejo más famosos es Blancanieves. (MOSTRAR VIDEO DE BLANCANIEVES) En cuya historia, la malvada madrastra dice “Espejito, espejito en la pared. ¿Quién es la más bella mujer?
Hoy estamos comenzando una nueva serie que se llama LOGOS. Es un término griego que se refiere a la Palabra de Dios. Nos enfocaremos en la Biblia y la importancia de ella en nuestras vidas. Además estamos comenzando un nuevo año. Es difícil aceptar pero el mes de enero está por finalizar. ¿No lo puedo creer? Esta semana estaba pensando en como el tiempo corre y si no lo vivimos con propósito, lo vamos a despreciar y malgastar el tiempo. Necesitamos re-enfocarnos en lo que Dios nos ha comunicado. Muchas veces pienso que no hemos dado suficiente prioridad a las Escrituras en nuestras vidas. ¿Qué tal si este año renovamos nuestro compromiso con la Palabra de Dios? ¿Qué tal si seguimos lo que Santiago dijo en su carta? “…sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores…” Santiago 1:22.
En la Biblia, hay varias comparaciones de la Palabra de Dios. Por ejemplo, en el Salmo 119 dice que la Palabra es una lámpara y una luz. Jeremías se la refería como un fuego (Jeremías 5:14), como comida (Jeremías 15:16) y como un martillo (Jeremías 23:29). Jesús la comparaba con semilla (Mateo 13:18-23). Pablo y el autor de Hebreos la describían como una espada (Efesios 6:17). Hoy vamos a considerar una que Santiago usaba en su carta. Si tienen sus Biblias, les pido que busquen el primer capítulo de Santiago.
Seguiremos lo que Santiago escribió en su carta. “No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.” Santiago 1:22-25.
Los científicos dicen que el espejo perfecto es sólo teórico porque los espejos no pueden reflejar la luz perfectamente. Los espejos que usamos absorben una porción de la luz. Sin embargo, la Palabra de Dios es un espejo perfecto. Podemos mirar nuestro reflejo en la Palabra y estar seguros que vemos quienes realmente somos. La comparación que usa Santiago en el primer capítulo contiene tres principios que nos ayudan a ser hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.
I. ¡Fíjate en el espejo!
El versículo 25 dice, “…quien se fija…en la ley perfecta…” Santiago 1:25. El primer principio es ¡fíjate en el espejo!
¿De qué sirve un espejo si no nos fijamos en el? (MOSTRAR IMAGEN ESPEJO) Podemos tener uno que es muy caro y lujoso, pero ¿de qué sirve si sólo lo mantenemos colgado en la pared y no lo usamos? Tal vez diríamos que sirve como una decoración. Yo recuerdo cuando era chico mis papás tenían una Biblia grande (MOSTRAR IMAGEN DE BIBLIA) que mantenían encima de la mesa de centro. Saben, no recuerdo ni una vez cuando la usamos. Teníamos otras Biblias que sí usábamos. Un día, le pregunté a mi mamá, “¿por qué tenemos esa Biblia grande en la sala? ¿Por qué nunca la usamos?” Yo recuerdo muy bien la respuesta. Me dijo, “¿Cuál Biblia?” — “La grande…encima de la mesa de centro.” — “Aaah, esa. Esa Biblia es decoración. Es que se ve bonita ahí.” Pregunta…¿De qué sirve una Biblia si no la usamos? Puede ser una Biblia muy bonita. Puede ser una Biblia con un forro de cuero lujoso. Podemos tener un celular inteligente (como un iPhone o Samsung Galaxy) o un tablet (como el iPad) que tiene las aplicaciones más avanzadas de la Biblia. Hoy en día es muy difícil no tener acceso a las Escrituras. {Claro, entiendo que todavía hay etnias que no tienen la Palabra de Dios en su idioma. Lo he predicado. Es por eso que apoyamos económicamente a una familia que está traduciendo el Antiguo Testamento en el cubeo, una tribu en el Vaupés.} Pero nosotros no tenemos excusa. ¿De qué sirve una Biblia si no nos fijamos en ella? Ser hacedor de la Palabra y no solamente oidor requiere que uno pase tiempo en la Palabra.
Hoy tenemos una encuesta sobre nuestras realidades y la Biblia. Vamos a responder las preguntas con honestidad y luego las vamos a recolectar. Por favor, les pido que no escriban su nombre. Esta es una encuesta anónima. No queremos avergonzar a nadie. (REPARTIR ENCUESTAS)
1. ¿Crees que la Biblia es la Palabra de Dios? ___ Sí ___ No
2. ¿Cuántas Biblias hay en tu casa incluyendo aplicaciones? ________
3. ¿Cuánto tiempo pasas leyendo (o estudiando, meditando, memorizando) la Biblia en una semana común y corriente? ______ horas _____ minutos
El versículo no solamente dice “…quien se fija en la ley perfecta…” sino “…quien se fija atentamente en la ley perfecta…” Santiago 1:25. La frase “se fija atentamente” es la traducción de una palabra del griego. En esta ocasión significa investigar con cuidado e inspeccionar con curiosidad. Es como un niño que mira fijamente a una línea de hormigas que está llevando comida a la colonia. Se inclina para poder mirar atentamente. Observa todos los movimientos, el tamaño de cada hormiga en comparación de lo que lleva. La curiosidad del niño le lleva a estudiar. Llega a la casa y comienza a leer sobre hormigas y hormigueros. Así deberíamos mirar la Palabra. Pero no solamente para conocer las historias y los principios. Porque es a través de la mirada fija que nosotros podemos examinar nuestro reflejo. Ese es el segundo principio del pasaje.
II. ¡Examina tu reflejo!
A través de las Escrituras nos damos cuenta como somos. La Palabra es como un espejo porque nos muestra la realidad. Nos muestra las imperfecciones que tenemos. Revela nuestro pecado. Tal vez es por eso que muchos cristianos no leen la Biblia. No quieren ser confrontados. No quieren que la Palabra les desafíe.
Tal vez lees la Biblia pero sólo para cumplir un requisito o cumplir un plan de lectura para que puedas publicar algo en Facebook o en Twitter. Si esa es la verdad en tu vida, si esa es tu motivación, ¿de qué sirve si no examinas tu vida? ¿De qué sirve si no comparas tu vida con la verdad de las Escrituras? ¡Examina tu reflejo!
Santiago dijo, “El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es.” Santiago 1:23-24. No es suficiente examinar nuestro reflejo. También necesitamos recordar lo que hemos visto. Por lo tanto, el siguiente principio es…
III. ¡Acuérdate de lo que has visto!
¡Acuérdate de lo que has visto! Pero con la intención de poner en práctica lo que has descubierto. Santiago utilizó un término muy específico en el versículo 25. “Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella…” Santiago 1:25. Perseverar significa continuar con constancia lo que se ha empezado, es la continuación firme.
La voluntad de Dios es que continuemos constantemente con firmeza en lo que nos ha mostrado a través de Su Palabra. Si no lo hacemos, estamos dando la espalda a Dios, ignorando el espejo, para seguir en algo que va en contra de Sus principios. Tal postura es muy peligrosa.
No obstante, existe la otra cara de la moneda. Son las buenas noticias. Y está bien si nos fijamos en esta parte, o sea, es una buena motivación que Dios mismo nos ha dado. Si perseveramos en la Palabra, Dios nos va a bendecir. Fíjense en lo que Santiago dijo, “Pero que se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.” Santiago 1:25.
Conclusión e Invitación
Nosotros podemos ver el reflejo verdadero de nuestro corazón en el espejo perfecto, la Palabra de Dios. La pregunta es si estamos dispuestos a hacerlo. ¿Qué opinas? ¿Estás dispuesto a mirar el espejo? ¿Estás dispuesto a examinar tu reflejo ¿Estás dispuesto a acordarte de lo que verás y luego poner en práctica lo que has descubierto?
Sólo así podemos ser hacedores de la Palabra y no tan solamente oidores.
¿Ahora qué?
Quiero animarlos que pasen más tiempo en las Escrituras este año que el año pasado. Haz un plan. Encuentra un plan de lectura. Si nunca has empezado un plan de lectura comienza con un plan sencillo. Por ejemplo, ¿quién sabe cuántos días hay en un mes? 31. ¿Alguien sabe cuántos capítulos hay en Proverbios? Sí, 31. ¿Qué tal si lees un capítulo de Proverbios todos los días por un mes?
Si tienes un smart phone o tablet, puedes descargar aplicaciones (MOSTRAR IMAGEN DE IPHONE APP) que te pueden colaborar en tu búsqueda de un plan de lectura. Además, hay varias páginas web que te pueden ayudar. MOSTRAR IMAGEN DE PÁGINAS
¿Cuál es la tarea? Pasar tiempo en la Palabra, pero siguiendo los principios que aprendimos hoy de Santiago 1:22-25. SED HACEDORES DE LA PALABRA Y NO TAN SOLAMENTE OIDORES.