¡Marca la Diferencia! — ¡Sazonemos la Tierra!
30 Noviembre 2014
Introducción
Por tres semanas hemos estado presentando diferentes herramientas para marcar la diferencia en este mundo.
-La primera herramienta era ¡Vive la nueva vida! La persona que demuestra que se ha convertido en una nueva creación por la obra de Cristo en su vida realmente exhibe algo muy diferente que a lo normal de este mundo. Hay mucha tristeza por muchas razones en nuestro mundo. Entonces, cuando uno ve a una persona que tiene la chispa de vida siempre le impacta. Aprendimos tres características de una persona que vive la nueva vida. 1.) Está en Cristo. 2.) Quiere crecer. 3.) Recuerda su pasado, pero se enfoca en el presente y en el futuro.
-Con la segunda herramienta nos enfocamos en un término muy común, juicioso. Lo usamos todo el tiempo. Ejemplos. Lo usamos tanto que perdemos el significado más profundo. Ser juicioso no solamente se refiere a un comportamiento. Se refiere a todo lo que genera ese comportamiento. Uno de los aspectos de ser juicioso es ser responsable. Si quieres marcar la diferencia en este mundo, sé una persona responsable, no una persona que intenta de echar su responsabilidad a otros. Aprendimos tres características de una persona que es responsable. 1.) Consecuente. 2.) Cumplida. 3.) Confiable
-La semana pasada celebramos nuestro Banco de Oportunidades, o sea presentamos las diferentes oportunidades de servicio en nuestra iglesia. ¿Por qué? Sólo porque necesitamos voluntarios que hagan el trabajo. Sólo porque los pastores no quieren hacer todo. NO. Es que servir en la iglesia es seguir el ejemplo de Jesús. Lavó los pies de sus propios seguidores que él había escogido. Y luego dijo que nos había dejado ese ejemplo para que hiciéramos lo mismo. También sirviendo en la iglesia es donde aprendemos como servir para poder salir y servir a otros y suplir las necesidades de nuestras comunidades. Imagínense, un seguidor de Jesús o grupo de seguidores sirviendo en las diferentes comunidades, supliendo las diferentes necesidades. ¿No creen que eso marcaría la diferencia?
Hoy quiero darles otra herramienta que les ayudará con su anhelo de hacer algo que permanezca en este mundo aún después de su partida de esta tierra. Si tienen sus Biblias, por favor busquen el quinto capítulo de Mateo. Vamos a leer el versículo trece. “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.” Mateo 5:13.
¡Sazonemos la Tierra!
I. La SAL es valiosa
“Ustedes son la sal de la tierra.” ¿Quién dijo esto? Jesús. ¿A quién? A sus discípulos. Necesitamos recordar que ellos no eran personas muy especiales. No eran educados. No eran ricos. No eran personas de poder. Eran personas normales, comunes y corrientes. O quizá algunos dirían que eran ordinarios y cochinos. Y Jesús les dijo, “Ustedes son la sal de la tierra.” ¡Que comentario! ¡Que cumplido! Es que la sal era una necesidad de la vida en aquel tiempo. Por lo tanto la sal era muy valiosa. La sal era tan importante que en algunos contextos la usaron como dinero. Pagaron el salario de los soldados romanos en sal. Inclusive, el término salario proviene del latín salarium que se refería a los sueldos de sal. No pensamos mucho en la sal porque ya es algo fácil de conseguir y tampoco es muy cara. En casi todas las mesas tenemos un salero y desde ahí la sal sale para sazonar nuestra comida. Pero cuando uno está totalmente dependiente de ella para preservar la comida y cuando es tan valiosa que se usaba como dinero, recibimos una perspectiva diferente de la sal.
Ustedes pueden imaginarse la comida sin sal. Entiendo que por diferentes razones de salud, algunos no pueden consumir mucha sal. Me encantan las papas a la francesa, pero con sal. Mi hijo dice, “No me gusta la habichuela pero con sal la puedo aguantar.” Me imagino que ustedes también tienen diferentes comidas que prefieren con sal. Job preguntó, “¿Puede comerse sin sal la comida desabrida?” Job 6:6. Sin sal ciertas comidas serían incomibles. Aún por sólo esta razón, la sal es indispensable. La SAL es valiosa. Jesús dijo, “Ustedes son la sal de la tierra.” Ustedes son muy valiosos. Los seguidores de Jesús son valiosos.
II. La SAL es preservador
Además, la SAL es preservador. Era clave para sobrevivir porque era la única manera para preservar la carne. Obviamente, no tenían las mismas ventajas de hoy en día con neveras y con congeladores. Ellos tenían que frotar la carne con sal antes de que pudieran guardarla. La sal prorroga el proceso de descomposición. Jesús encomendó a sus discípulos a que impidieran la descomposición de nuestras sociedades.
De hecho, el cristianismo ha tenido un efecto profundo y positivo en el mundo. El impacto más dramático del cristianismo en el mundo es que ha puesto un nuevo valor a la vida humana. Antes del cristianismo, el infanticidio y el abandono de niños eran costumbres comunes. Fueron los cristianos quienes comenzaron los hospitales como son conocidos hoy en día. El fundador de la Cruz Roja era cristiano. Casi todas de las primeras 123 universidades de los Estados Unidos tienen raíces cristianas, fundadas por cristianos y con fines cristianos. Podemos decir lo mismo acerca de los orfanatos, las agencias de adopción y las clínicas de salud mental. De verdad, los seguidores de Jesús siguen siendo un beneficio positivo en nuestro mundo. Como un antiséptico moral, los cristianos detienen la corrupción de la sociedad a través de luchar contra la descomposición moral en sus propias vidas.
Sin embargo, hay una nueva tendencia en nuestra época. Según la investigación de George Barna, un estadístico eclesiástico, “…un cristiano típico de una iglesia típica es casi indistinguible del resto de la sociedad. La diferencia fundamental y moral que Jesús puede marcar en nuestra manera de vivir está ausente. Cuando los adolescentes de nuestras iglesias se embarazan y consumen drogas al mismo ritmo que la población juvenil general, cuando los matrimonios de cristianos se terminan en divorcio al mismo ritmo que el resto de la sociedad, cuando los cristianos hacen trampa en los negocios, o mienten, roban e inclusive engañan a sus esposos(as) al mismo nivel estadístico que los que dicen que no son creyentes, algo está mal.” Si nosotros no reflejamos a Cristo y si perdemos las cualidades que nos distinguen del mundo, ya no tenemos un impacto positivo. Nos convertimos en una traba para otros que no están en Cristo en vez de ser un preservador.
III. La SAL causa la sed
El agua del mar no satisface la sed porque es agua salada. Inclusive, el agua salada genera e intensifica la sed. En competiciones atléticas, la sal se usa para promover la sed. Es que el cristiano han de hacer a Cristo atractivo y deseable — causar sed por Jesús en otros.
En Tito 2:9, el Apóstol Pablo dijo que los siervos cristianos “…siempre deben obedecer a sus amos y hacer todo lo posible por agradarlos. No deben ser respondones 10 ni robar, sino demostrar que son buenos y absolutamente dignos de confianza.” Tito 2:9-10. ¿Cuál es el resultado de vivir de esa manera? “harán que la enseñanza acerca de Dios nuestro Salvador sea atractiva en todos los sentidos.” Tito 2:10. La idea es que el siervo cristiano (realmente cualquier cristiano) tiene el potencial a través de su vida de hacer que la fe cristiana sea hermosa, atractiva para los que están afuera. Nuestras vidas deberían causar sed por Jesús en otros.
IV. La SAL puede perder su utilidad
Jesús dijo, “…si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.” Mateo 5:13. “Técnicamente hablando, la sal no puede perder su sabor; el cloruro de sodio es un compuesto estable. Pero en la parte del mundo donde vivió Jesús, la sal se recogió de alrededor del Mar Muerto donde los cristales se contaminan a menudo con otros minerales. Estas formaciones cristalizadas estaban llenas de impurezas, y puesto que la sal real era más solubles que las impurezas, la lluvia podría lavar la sal, que hizo lo que quedaba de poco valor ya que pierde su sabor. Cuando esto sucedió, la sal fue expulsado, puesto que ya no tenía ningún valor, ya fuera como conservante o para dar sabor.” La SAL puede perder su utilidad.
Cuando la sal se separaba todavía parecía como la sal, pero perdió su sabor. La diferencia esencial puede ser separado de la vida de un cristiano por el flujo constante de los valores del mundo en nuestras vidas. Cuando Mahatma Gandhi fue el líder espiritual de la India, se le preguntó algunos misioneros, "¿Cuál es el mayor obstáculo para el cristianismo en la India?" Su respuesta fue: "los cristianos.”
"La propiedad peculiar de la sal es que a pesar de que puede haber perdido su sabor, ... todavía conserva una potencia muy devastadora. Este material raro y excepcional puede todavía .... destruir la vida vegetal en la tierra .... el mismo principio se aplica en el caso del cristiano. Nuestras vidas están contando para el bien y para Dios o están haciendo un impacto para el mal y para el enemigo…La forma en que vivimos, las cosas que decimos, las actitudes que exhibimos, el estilo de vida que adoptamos…están produciendo continuamente resultados positivos o negativos en la sociedad…Nuestras vidas, si somos conscientes o no, cuentan para Dios o para el enemigo. No hay campo neutro.”
V. La SAL debe tener contacto para tener impacto
Como ya hemos notado, el cristiano debe ser una fuerza preservadora en el mundo dondequiera que Dios lo haya ubicado. Sin embargo, necesitamos entender que la sal no servía para nada si la dejaban encima de la repisa y la carne estaba en otro lugar. Para ser efectiva, tenían que frotar la sal en la carne. La SAL debe tener contacto para tener impacto. De manera similar, como seguidores de Jesús necesitamos entender que si vamos a influir en nuestras comunidades necesitamos tener contacto con ellas. Tenemos que salir. ¡Sal!
La iglesia no debe ser una bodega de sal. Conbiba norte, si vamos a marcar la diferencia en este sector de Bogotá tenemos que entremezclarnos. No podemos quedarnos quietos y contentos en la bodega de sal. ¡Sal!
Invitación y Conclusión
Los seguidores de Jesús son la sal de la tierra. Nosotros somos la sal de la tierra. Entonces, ¡Sazonemos la tierra! Dejemos que todos experimenten la delicia de lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas.