Tengo La Camisa Amarilla
Introducción
Hemos llegado a la última charla de la serie, Tengo La Camisa Negra. Si no has podido escuchar algunas de las charlas, no te preocupes. Todos están disponibles para ver en nuestro canal de Youtube. MOSTRAR IMAGEN DE YOUTUBE A propósito, esto es una buena herramienta para difundir el mensaje. Los temas en particular de esta serie son fundamentales. Los invitamos a que aprovechen la herramienta para compartir su fe con los demas—familiares, amigos, vecinos, compañeros de la universidad o del trabajo. Algún día muy pronto tendremos la pagina de Conbiba norte funcionando donde podrán encontrar todas las charlas y otras cosas importantes. Es obvio que el tema de la charla de hoy es la camisa amarilla. Como las otras camisas la amarilla representa algo. Pero antes de hablar de eso, quiero repasar las otras camisas.
Repasar las camisas. Oración Vídeo: Amarillo
El color amarillo puede representar muchas cosas diferentes. Para muchos es un color de precaución, advierte de algo peligroso. El semáforo tiene tres luces con tres colores diferentes—rojo, amarillo, verde. ¿Qué significa la luz amarilla? ¿¡Apúrense!? No, significa ¡OJO! ¡Cuidado! Estás por cruzar la intersección en un momento peligroso. Uno también piensa en los taxis. La gran mayoría de los taxis son amarillos. El color llama la atención. Además el amarillo nos hace pensar en diferentes personajes famosos. Beto de Plaza Sésamo. Bob Esponja. Y de la película Mi Villano Favorito, los minions VÍDEO SIN SONIDO. Esos personajes me traen muchos recuerdos chéveres, mucha felicidad y mucha risa. ¿A quién no le gustan los minions? Siempre causan una sonrisa, ¿no es cierto? Y a propósito, en general ¿qué color es la carita feliz? ¡Amarilla! Es porque el color es cálido y genera felicidad.
No sé si ustedes han visto la película clásica, El Mago de Oz. Después de una tormenta tremenda, Dorothy quedó perdida en un mundo diferente. Obviamente, estaba preocupada, triste y creía que no tenía esperanza, que nunca iba a poder volver a casa. Sin embargo, un pueblo de enanos le ayudó. Le dijeron a Dorothy que el mago de Oz podría ayudar. Si ustedes recuerdan la película, Dorothy preguntó, “¿Cómo puedo encontrar al mago?” Y los enanos empezaron a cantar y decir, “¡Siga el camino amarillo!” De repente Dorothy se llenó de esperanza y se notó en su rostro porque sonrió. Estaba feliz. Eso es exactamente lo que el mensaje de la camisa amarilla puede hacer en tu vida. Ojalá que sea un mensaje que te genera mucha felicidad y que te hace sonreír.
La camisa amarilla representa la felicidad verdadera y eterna. Me imagino que ustedes creían que iba a decir algo como: el cielo, o calles de oro. Pero el mensaje va más allá. La esperanza de un seguidor de Jesús es más que una calle hecha en oro o una mansión angélica. El mensaje es mucho más profundo. Realmente, la camisa amarilla es el punto culminante de todas las camisas. Con la camisa roja, Jesús abrió el camino al Padre para nosotros. Con la camisa blanca, si creemos en lo que Jesús hizo por nosotros, Dios nos brinda perdón. Con la camisa verde, nos regala vida. Y con la camisa amarilla, Dios nos pone tan feliz porque por fin viviremos en su presencia para siempre. Su presencia nos va a satisfacer completamente. Por fin vamos a experimentar lo que Adán y Eva tenían en el Jardín de Edén antes de su desobediencia. Ese día será tan feliz que realmente no podemos describirlo adecuadamente. La Biblia dice que “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman” (1 Corintios 2:9). De verdad, no podemos imaginarnos lo que Dios está preparando para nosotros.
Jesús dijo, “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. 3 Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté” (Juan 14:1-3).
¿Por qué vamos a ser los más felices?
1. Porque viviremos en la presencia de Dios
En el último libro de la Biblia, podemos leer lo que Juan, uno de los doce discípulos de Jesús, vio en una visión que Dios le dio. “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. 2 Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. 3 Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios” (Apocalipsis 21:1-3).
Dios mismo vivirá en medio de nosotros, en medio de su pueblo. Estará contigo. Estará conmigo. Muchas veces en esta vida luchamos con la idea de sentir su presencia. Muchas veces parece que no está. Sin embargo, cuando por fin vivimos con Él en su reino, nunca nos sentiremos así. Nunca vamos a sentirnos solos porque viviremos en su presencia para siempre.
Para las personas que creen que la eternidad va a ser aburrida, quiero decirles que la eternidad no será como un culto/servicio eterno donde cantaremos sin parar. Es que aún la forma de adoración va a cambiar. Escuchen lo que Juan dijo sobre la nueva Jerusalén. “No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo” (Apocalipsis 21:22). Tenemos servicios como este para ayudarnos en nuestro andar con Dios. Es difícil seguir a alguien que no se puede ver. Es difícil seguir al Dios Santísimo cuando todavía luchamos con el pecado. La predicación de las Escrituras nos ayuda a enfocar en Él. Pero, habrá un día cuando no tendremos ese problema porque viviremos en su presencia para siempre. ¿Por qué vamos a ser los más felices?
2. Porque Dios hará nuevas todas las cosas
Nosotros hemos disfrutado el borrón y cuenta nueva que Dios nos entregó con la camisa blanca, o sea, cuando Dios nos perdonó. Pero no tiene comparación con lo que tiene planeado ese día feliz, cuando viviremos en su presencia. “Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir. 5 El que estaba sentado en el trono dijo: ¡Yo hago nuevas todas las cosas!” (Apocalipsis 21:4-5a).
¿Qué te hace llorar? ¿Cuáles son las tristezas que has tenido que padecer en esta vida? Me imagino que has experimentado cosas que te han causado mucho dolor. Si eres como yo, hay ciertas cosas que has intentado olvidar. Tal vez hay algo en tu vida que necesitas enfrentar pero prefieres esconderte de ello. Quiero que ustedes hagan algo. En sus boletines, hay hojas pequeñas. Tomen esas hojas y escriban las cargas que has llevado o estás llevando. De pronto es algo que has ocultado toda tu vida. Puede ser un pecado que has consentido como una mascota. Puede ser la perdida de alguien importante de tu vida y nunca has podido superarla.
Ahora, quiero darte buenas noticias. Acuérdate que la camisa amarilla representa la felicidad verdadera y eterna. Dios mismo hará nuevas todas las cosas. Esto significa que esto (con la hoja en mano) va a desaparecer. Dios va a quitar todo eso porque las primeras cosas dejarán de existir. Esas cosas que escribimos son las primeras cosas que van a dejar de existir. Son las consecuencias del pecado.
Una de las cosas que dejará de existir es la muerte. ¿Qué es la muerte? La muerte es la paga / el castigo / la pena del pecado. En el versículo que acabamos de leer, Juan dijo que no habrá muerte. ¿Cómo? ¿Por qué? Porque las primeras cosas dejarán de existir. O sea, no habrá pecado. Lo cual significa que no se necesita la muerte. Dios por fin nos va a salvar de la presencia del pecado. Va a destruir la camisa negra. [Arrojar la camisa negra en la caneca]
Ahora quiero que hagamos algo con las hojas. [Arrojar la hoja en la caneca] Quiero que todos las arrojen en esta caneca por favor. Hablando de las últimas cosas que pasarán, Juan dijo, “El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también…La muerte y el infierno fueron arrojados…” (Apocalipsis 20:10a, 14a). [Quemar las cosas en la caneca]
No habrá lágrimas, ni llanto. No habrá dolor, ni enfermedades. No habrá lamento. No habrá muerte, ni la camisa negra. Sólo habrá felicidad verdadera y eterna. Vamos a ser los más felices porque estaremos en la presencia de Dios para siempre.
Conclusión e Invitación
Quiero hacerles otra pregunta esta mañana. ¿Quién va a disfrutar ese día feliz? Pues, un judío tenía la misma pregunta. No usó las mismas palabras, pero en esencia es la misma pregunta y se la hizo a Jesús. “Señor, ¿son pocos los que van a salvarse?” (Lucas 13:23). La respuesta de Jesús es supremamente importante. Escúchenla. “Esfuércense por entrar por la puerta estrecha —contestó—, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. 25 Tan pronto como el dueño de la casa se haya levantado a cerrar la puerta, ustedes desde afuera se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos.” Pero él les contestará: “No sé quiénes son ustedes.” 26 Entonces dirán: “Comimos y bebimos contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas.” 27 Pero él les contestará: “Les repito que no sé quiénes son ustedes. ¡Apártense de mí, todos ustedes hacedores de injusticia!” (Lucas 13:24-27).
¿Quién va a disfrutar ese día feliz? Los que han seguido el proceso de las camisas.
Oración. [Juan sube, toca una canción suavemente]
¿Quién va a disfrutar ese día feliz? La Biblia dice “…sólo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida…” (Apocalipsis 21:27). Esta mañana queremos que estés seguro que tu nombre está escrito en el libro de la vida. ¿Quiénes tienen sus nombres ahí? Los que han recibido la vida que Jesús prometió a los que creyeran. ¿Quiénes reciben esa vida? Los que han sido perdonados por Dios. ¿Quiénes han sido perdonados? Los que han reconocido su necesidad por la sangre de Jesús, los que han reconocido su alma negra.
Canción: Día Feliz
¿Ahora qué? Y sí hay una calle de oro, pero hay mucho más. Si quieren aprender más les invitamos a que lean Apocalipsis 21.