Amor Extravagante
Marcos 14:1-9
1 Y dos días después era la fiesta de la pascua, y de los panes sin levadura; y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle por engaño y matarle.
2 Y decían: No en el día de la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
3 Y estando Él en Betania, en casa de Simón el leproso, sentado Él a la mesa, vino una mujer trayendo un frasco de alabastro de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y quebrando el frasco de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
4 Y hubo algunos que se indignaron dentro de sí, y dijeron: ¿Por qué se ha hecho este desperdicio de ungüento?
5 Porque podía esto haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.
6 Mas Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.
7 Que siempre tenéis a los pobres con vosotros, y cuando quisiereis, les podéis hacer bien; pero a mí no siempre me tenéis.
8 Ésta ha hecho lo que podía; y se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
9 De cierto os digo: Dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, lo que ella ha hecho, también será contado para memoria de ella.
Información de este acontecimiento se encuentra en los cuatro evangelios.
El tiempo: Una semana antes de Su cricifixión. Cristo se dio cuenta de ello.
La invitación: Simon el leproso (que ya no es leproso) es anfitrión de una fiesta grande. En un tiempo indefinido, Simón fue sanado por Jesús. Según la información que tenemos en la Biblia, Jesucristo nunca declinó una invitación a cenar. Aún con un corazón pesado, El no quiere hacer triste a sus amigos. El pone una sonrisa y convive con los invitados.
Los presentes: Lázaro, María, Marta, varios discípulos. Es probable que la fiesta fue hecha para puros varones. El puesto de María y Marta es lo de servir.
Marta es muy trabajadora y ocupada en sus quehaceres. María está fascinada con las enseñanzas de Cristo. Al mejor los demás hombres están medio molestos por su presencia contínua en su junta.
I. ¿Quién?
Una señorita que se llama María. El evangelio de Juan nos revela la información.
Algunos creen que María no tenía muchos talentos, pero sí tenía algo de valor = un frasco de alabastro.
II. ¿Por qué?
María pasó tiempo a los pies de Cristo.
Para hacer las cosas que son importantes por el reino, uno debe pasar tiempo a los pies del Señor.
Ella quería mostrar su amor para Jesús. Lo más que estuvo a sus pies, lo más que quería sacrificar para honrarle.
III. ¿Dónde?
Entre conocidos y compañeros.
En un lugar de críticos. Muchos no van a entender su forma de adoración. Un buen número no entienden el valor de sacrificio genuino.
Siempre va a ver personas quienes te amonesta de una mejor opción. El diablo quiere que tu sientes mal por hacer el bien.
IV. ¿Cuándo?
Unos pocos días antes de Su muerte. Que bueno que ella fue sensible para ungir el cuerpo de Cristo antes de su sacrificio supremo.
Otras mujeres sinceras fueron a ungir el cuerpo de Cristo también; pero ellas fueron después de Su muerte. Haz tu sacrificio por Dios mientras que hay oportunidad. Nadie sabe de mañana.
Mañana quizás sería tarde para evangelizar aquella persona inconversa.
Mañana pueda ser demasiado tarde para servir en cierto ministerio.
Mañana tal vez será muy tarde para dar.
Judas era muy fuerte en criticar lo que hizo María. El tuvo motivos ulteriores. A pesar de todo, su reacción fue contagiosa.
V. ¿Qué hizo?
Que no espera imitar lo que hace otro en su forma de adorar a Jehová.
La adoración verdadera no puede ser un secreto por mucho tiempo. El olor de la fragrancia llenó el lugar. Por seguro fue un olor agradable.
María rompió el frasco para derramar el unguento. Al ser quebrantado, el líquido no tiene otra alternativa mas que ser vaciado. Un contenedor simplemente destapado puede medir lo que es regalado.
El valor fue de un año de salario. Ella sacrificó lo mejor que tenía, no lo que sobraba.
Judas y los discípulos le hicieron sentir mal, pero Cristo tuvo otra opinion. Para Jesús, su sacrificio de adoración fue tan especial que El prometió que iba a ser predicado como ejemplo a dondequiera que predica este evangelio.
Heb. 13:15
Así que, por medio de Él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir: Fruto de labios que confiesen su nombre.
Que sea original y genuino en su adoración a Cristo.
Que sea pronto en adorar a Cristo.