Mateo 7:6"No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen".
INTRODUCCION:
He visto en las películas o en “las cómicas” varias veces que un hombre trata de entrar a un patio de una casa y ve allí un gran perro negro en el otro lado del patio. Al observar parecía que el perro estaba amarrado a una cadena que no le alcanzaría donde está, lo que da la sensación de seguridad. Pero al a abrir la puerta, y caminar unos metros en el patio, se da cuenta de que la cadena no estaba enganchada al collar del perro.. y a correr se dijo.. Pero siempre llegan a la puerta antes de que el perro le alcance. La lección es obvia, nunca entrar en el patio trasero de una casa extraña donde hay un perro negro grande.
¿QUIÉNES SON LOS PERROS Y LOS CERDOS?
Ahora bien, debemos de saber que no debemos "botar o tirar" las cosas santas, pues se supone que debemos retener “ nuestras perlas” entendidas como lo más valioso que tenemos..
Pero vamos a poner esto en el contexto de la época y la cultura en la que Jesús hablaba, para que obtengamos una imagen clara de lo sucedido.
En primer lugar, no había perros mascotas como hoy en dia. Los perros vivían en las calles y donde pudieran encontrar comida. Así que no estamos hablando aquí de nobles pastores alemanes o blancos malteses como el que tenemos en mi casa, que salta al sofá y mueve la cola, y ladra a todo el que pasa por la calle. Perros callejeros, que muchos de ellos eran agresivos.
Segundo En lo que respecta a los cerdos sabemos que los Judíos no quería tener nada que ver con los cerdos. Es considerado como animales sucios bajo la Ley de Moisés y nunca ha sido aceptable para un judío comer cerdo, aunque sea criado en establo limpio o en su propia finca.
Jesús habría utilizado estos términos para hacer un paralelo entre la naturaleza de estos animales y el comportamiento de las personas que está hablando. No como un insulto, ya que asi se interpretaría en esta época si hablamos sobre la gente llamándolos como “perros y cerdos”.
Los sacerdotes del templo no hacer un sacrificio y después toman la carne consagrada del altar y la echan a los perros de la calle. Cualquier persona dueña de perlas verdaderas sabe que los cerdos no apreciar el valor que tienen ellas, para ellos es una piedra más que se puede pisar y hundir en el barro.
Jesús trata en estos versos de poner al pueblo a reflexionar sobre sus actos y las pobres decisiones que algunos toman.
Cuando dice que no se puede dar los Santo a los perros, está diciendo que lo que tenemos, el regalo de la salvación, las verdades espirituales de la fe y las promesas bíblicas de Dios con respecto a Su gracia y provisión para el creyente, todas las bendiciones, la paz, el amor, todo el fruto del espíritu no se puede tirar.
Los que han aceptado el ministerio, tampoco pueden tirarlo o dejarlo como si fuera basura o comida que se les puede dar a los perros, como si fueran migajas. CON LO SANTO NO SE JUEGA…
Jesús dice que no les den lo que es santo y precioso. Entonces, ¿qué son esas cosas?
Pedro da una advertencia sobre estas personas:
"2 Pedro 2:20-22 (NTV) 20 Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes. 21 Les hubiera sido mejor nunca haber conocido el camino a la justicia, en lugar de conocerlo y luego rechazar el mandato que se les dio de vivir una vida santa. 22 Demuestran qué tan cierto es el proverbio que dice: «Un perro vuelve a su vómito”. Y otro que dice: «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo».
Tarde o temprano llega un momento en que cada creyente se ve enfrentado a retos o situaciones que le quieren “robar lo santo”, que le atrae, y es allí donde es necesario ejercer la sabiduría divina, agarrarse de Dios y pedirle al Espíritu Santo que le dé fortaleza. Porque vendrán personas que como perros salvajes te van a querer robar lo sagrado, lo santo y que regreses a sus caminos y andanzas.
Cuantos creyentes regresan a la antigua manera de vivir?, ¿Cuántos ministerios han sido destruidos o debilitados gravemente por el comportamiento de sus líderes?, ¿Cuántos abrazan nuevas doctrinas que les alejan de la verdad?
Entender el mensaje de hoy es aprender a diligentes y a examinarnos a nosotros mismos, para estar seguros de que no estamos tirando lo valioso :la fe, las bendiciones y todo lo que Dios nos ha dado los perros y los cerdos.
La Palabra de Dios está llena de perlas de gran precio. Debemos buscar las ostras y extraerle las perlas, una vez extraída tratarlas como tesoros muy valiosas, para que puedan “adornar” nuestras vidas.
El Espíritu Santo de Dios está siempre dispuesto a llevarnos más profundamente en una vida de santidad y verdad, siempre mirando a Jesús y nos acerca cada vez más a su corazón.
Vamos a tener cuidado de permanecer fieles en la búsqueda de “perlas espirituales” y de las cosas sagradas para guardarlas como grandes tesoros para nosotros mismos, alentados a medida que avanzamos en la promesa de Jesús de que “todo el que busca halla, y todo lo que el Padre da es bueno”.