Dios tiene un propósito para cada uno de sus hijos y para ello tiene un método para llegar a este. Veamos como el profeta Isaías habla en una parábola todo lo que debe tomar en cuenta el sembrador para que la semilla le dé una cosecha abundante y el fruto no sea dañado.
Isaías 28:23-29
23 Escuchen, oigan mi voz; presten atención, oigan mi palabra:
24 Cuando un agricultor ara para sembrar, ¿lo hace sin descanso? ¿Se pasa todos los días rompiendo y rastrillando su terreno?
25 Después de que ha emparejado la superficie, ¿no siembra eneldo y esparce comino? ¿No siembra trigo en hileras, cebada en el lugar debido, y centeno en las orillas?
26 Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo.
27 Porque no se trilla el eneldo con rastrillo, ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara, y el comino con un palo.
28 El grano se tritura, pero no demasiado, ni tampoco se trilla sin descanso. Se le pasan las ruedas de la carreta, pero los caballos no lo trituran.
29 También esto viene del Señor Todopoderoso, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría.
Cada uno de nosotros somos una semilla que dará fruto en su tiempo pero para que éste sea en abundancia hay elementos necesarios:
I. TIEMPO ADECUADO.
Toda semilla tiene un tiempo adecuado para su siembra y el agricultor lo sabe por ello en el tiempo correcto colocará la semilla en terreno trabajado para ello.
II. TERRENO Y PROCESO DE SIEMBRA ADECUADO.
Isaías 28:23-24
23 Escuchen, oigan mi voz; presten atención, oigan mi palabra:
24 Cuando un agricultor ara para sembrar, ¿lo hace sin descanso? ¿Se pasa todos los días rompiendo y rastrillando su terreno?
El terreno a donde se colocará la semilla debe ser el adecuado para que esta pueda pasar su proceso para dar fruto a su tiempo. Tiene que cumplir con las condiciones adecuadas para nutrir la nueva planta que crecerá en ella. De la misma manera Dios elige el terreno a donde cada uno de nosotros debemos formarnos para crecer, fortalecernos y llevar el fruto. La semilla no tiene la opción de elegir en que terreno quiere crecer es el sembrador quien coloca la semilla en el terreno que él considera el adecuado.
El agricultor realiza su tarea con esfuerzo y de la mejor manera en todas sus obras: elección de la semilla, el terreno, procedimiento de siembra, procedimiento de cosecha, limpieza del producto etc. porque sabe que con ello logrará los mejores resultados. ASÍ EL SEÑOR REALIZA SU OBRA EN NOSOTROS BUSCANDO LA EXCELENCIA. Así como el labrador realiza diferentes géneros de trabajo y cada uno en su debido tiempo, y dentro de la debida proporción, así Dios adapta sus medidas a las variadas exigencias de los diversos casos.
Isaías 28:25-26
25 Después de que ha emparejado la superficie, ¿no siembra eneldo y esparce comino? ¿No siembra trigo en hileras (Se creía que el trigo produciría una cosecha mayor), cebada en el lugar debido (un lugar especifico), y centeno en las orillas? (en la orilla del campo)
26 Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo.
- ENELDO: la semilla es negra y fácil de trillar en el oriente se usa como condimento y como remedio.
- COMINO: Nombre de una pequeña planta de medio metro de alto nativa de los países del Mediterráneo. Produce unas semillas finas y aromáticas de color pardo, que molidas se utilizan como condimento. Se le atribuían virtudes medicinales. Cosechado anualmente.
- TRIGO: Cereal utilizado para hacer pan luego de ser procesado.
- CEBADA: Planta gramínea, muy parecida al trigo. Se sembraba generalmente a fines de otoño y se cosechaba desde el tiempo de la pascua en adelante. Utilizada como alimento de animales y seres humanos.
- CENTENO: Es un miembro de la familia del trigo y se relaciona estrechamente con la cebada. El centeno, es una planta anual de 80 a 180 cm de altura, que florece de mayo a julio. Uno de los usos de este cereal es el de elaborar con su harina panes de centeno.
El profeta nos explica:
A. DOS ESTRATEGIAS DE SIEMBRA
• ENELDO Y EL COMINO se sembraban a mano, dejando caer la semilla sobre los surcos recién abiertos luego de las primeras lluvias.
Al parecer, los israelitas utilizaban un instrumento para hacer hoyos en los surcos mientras los bueyes tiraban del arado a través del campo. Un hombre que iba detrás mantenía lleno de semillas el conducto hueco de la herramienta y las semillas caían en los hoyos recién abiertos. Luego, por acción del arado, se cubría la semilla.
• EL TRIGO, LA CEBADA Y CENTENO debían manejarse con mayor cuidado para evitar mesclar las semillas.
Cada semilla tiene un lugar específico a donde será sembrada bajo una técnica propia para lograr la mejor cosecha o fruto de ella. Al igual el Señor nos coloca a cada uno de nosotros en un lugar especifico para que llevemos fruto y que este sea en abundancia. La técnica usada para cada una es la conveniente.
III. PROCEDIMIENTO DE COSECHA Y LIMPIEZA DEL PRODUCTO ADECUADO-EL TRILLADO
Isaías 28:27
27 Porque no se trilla el eneldo con rastrillo, ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara, y el comino con un palo.
El agricultor es cuidadoso al trillar. El eneldo y el comino, granos tiernos y leguminosos, no son golpeados como el trigo; los instrumentos pesados dañarían la semilla, aplastándola. Las semillas de estos dos granos eran demasiado frágiles para utilizar los grandes instrumentos de trillado. Con el uso de una vara se podía completar el proceso de trillar sin dañar las semillas.
Isaías 28:28
28 El grano se tritura, pero no demasiado, ni tampoco se trilla sin descanso.
Se le pasan las ruedas de la carreta, pero los caballos no lo trituran.
Isaías está hablando de las técnicas que se usaban para la cosecha, el profeta nos dice que sobre el comino “no se pasa rueda de carreta” que eran dos ruedas de hierro, con dientes del mismo metal, parecidos a una sierra, unidas por un eje de madera. “El trillo” de oriente se componía de tres o cuatro cilindros, armados por debajo de dientes de hierro o piedras de pedernal, unidos como en una rastra o trineo. Ambos instrumentos cortaban la paja para usarla como forraje, y a la vez separaban el grano.
LAS AFLICCIONES SON LOS INSTRUMENTOS TRILLADORES DE DIOS para separarnos, para limpiar nuestras vidas y prepararnos para ser usados. Dios las hará proporcionales a nuestra fuerza; no serán más pesadas de lo necesario. Al igual que un sabio agricultor, el Señor sabe cómo disciplinar a su pueblo. Su “limpieza” en el momento indicado terminará. Cuando su fin sea logrado, cesarán las pruebas y los sufrimientos. El objetivo de Dios no es destruirnos, como no es el propósito del agricultor, al trillar, el destruir la cosecha.
Isaías 28:29
29 También esto viene del Señor Todopoderoso, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría.
La destreza con que el labrador se adapta a las diversas maneras de trillar le fue dada por Dios, como también la habilidad con que cultiva y siembra la tierra. Para tratar con cada uno de nosotros al igual que el labrador Dios adapta su trato con sus hijos de manera individual para las diversas necesidades que cubrirán en su pueblo. No importa que semilla seamos Dios sabe que trato darnos para sacar lo mejor de nosotros.