Mayor Gerardo Balmori
El Ejército de Salvación
¿Qué es lo que requiere Dios de mí?
Miqueas 6:1-8
Introducción:
En nuestro caminar Cristiano, debemos obedecer la dirección donde Dios nos conduce. El Antiguo Testamento es rico en enseñanzas de Gracia y Misericordia, preparando el camino para la llegada del Mesías, el cumplimiento de la Ley, lleno de Piedad y Amor. ¿Pero, cómo puedo seguir Sus enseñanzas? ¿Qué es lo que Dios requiere de mí? Leamos el texto de Miqueas 6:1-8
I. HACER JUSTICIA
Actuar con imparcialidad, honestidad, e integridad. Cuando pensé en las palabras de Miqueas sobre “los opresores ricos”, me puse a reflexionar sobre algunas prácticas bancarias de nuestros tiempos, que son probablemente legales, pero que le hace preguntarse si son en realidad honestas y justas. Si tenemos un sobregiro en nuestra cuenta bancaria nos cobran $29.00 dólares en la mayor parte de los bancos. Una cosa me pregunto ¿Por qué pagan un cheque que no alcanza a tener fondos suficientes? ¿Por qué no mejor me avisan para hacer un depósito? ¿No será que es su negocio y su ganancia el “cobrar multas” a sus clientes?
Bien, bastante hablamos de mi frustración con bancos, vayamos a otro tema. ¿Y que de las donaciones que le hacen al Ejército de Salvación? La mayor parte de la gente pide un recibo que después exagera por la cantidad del valor de los artículos donados. ¿Ellos “hacen justicia” cuándo mandan las declaraciones de impuestos cada año? Miqueas menciona también “la medida escasa” (v. 10) que los comerciantes poco escrupulosos usaban en la venta de sus bienes. Hay un viejo refrán, “la honestidad es la mejor política” Pero para los cristianos aquel lema debería ser, “la honestidad es la ÚNICA política.” La Escritura nos llaman a ser gente de imparcialidad e integridad en todo nuestro trato: Salmo 51:6, “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo” Proverbios 4:23, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. Mateo 12:34, “Porque de la abundancia del corazón habla la boca” Debemos llevar profundamente en nuestros corazones el ser gentes de la integridad, y estar de guardia en la batalla para “Hacer Justicia”
II AMAR LA MISERICORDIA
Debemos llenar también nuestros corazones de compasión y bondad el uno hacia el otro. La palabra hebrea "hesed", traducida como "misericordia", es usada como piedad, actos de caridad, bondad, y amor firme. La misericordia de Dios, esta directamente relacionada con Su gracia y Su bondad INESPERADA. Dios no le da al hombre lo que se merecía, sino que es movido a misericordia, perdonando y salvándonos de la sentencia de muerte que había en nuestra contra. Note también que la Escritura no nos dice que TENGAMOS MISERICORDIA, sino que debemos AMAR LA MISERICORDIA. Hay una diferencia grande entre estas dos frases, la diferencia es que no hacemos solamente actos de la misericordia ni por obediencia u obligación, sino motivados por el amor de Dios.
El carácter de Dios es tan misericordioso que nos exhorta a tener misericordia a otros. Jesús dijo, “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. (Mateo 5:7). Pedro escribió: “sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables” (1 Pedro 3:8). La misericordia no es a menudo la cara que presentaríamos a nuestros semejantes; pero es la única manera de darle sentido a la misericordia que Dios ha mostrado por medio de Jesucristo.
III. HUMILLARTE ANTE TU DIOS.
Enoc “caminó con Dios” - y él anduvo tan estrechamente, que la Escritura dice, que: “Caminó, pues, Enoc con Dios y desapareció, porque le llevó Dios (Génesis 5:24). ¡Debe haber sido un caminar increíble! Pero aquí no dice solamente “ANDAR con Dios, sino andar estrechamente, lo cual del original se lee “HUMILDEMENTE”. Es la única manera de “ANDAR con Dios” ¿CÓMO PODEMOS ANDAR HUMILDEMENTE CON DIOS?
1) “Andar en obediencia” Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. (Salmo 119:1).
(2) “Andar en buenas obras” Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10).
(3) “Andar en sabiduría” Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo (Colosenses 4:5).
(4) “Andar en la luz” pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7).
(5) “Andar en el Espíritu” Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16).
(6) “Andar en amor” Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. (Efesios 5:2).
-- Al Andar en OBEDIENCIA, usted anda con Dios, porque usted anda en Su voluntad.
- Al Andar en BUENAS OBRAS, usted anda con Dios, porque este es Su plan para usted.
- Al Andar en la SABIDURÍA, usted anda con Dios, porque usted anda en “la sabiduría que viene de lo alto” como dijo Santiago.
- Al Andar en la LUZ, usted anda con Dios, porque Él es la fuente de la luz.
- Al Andar en el Espíritu, y usted anda con Dios, ya que “Dios ES Espíritu”
- Al Andar en amor, y usted anda con Dios, ya que “Dios ES amor”.
¿QUÉ ESPERA DIOS DE MÍ? No es mucho realmente. Únicamente que andemos muy cerca de Él, amándole y amando otros. Recordemos su promesa:
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).