Mayor Gerardo Balmori
El Ejército de Salvación
PERSECUCION Y SUFRIMIENTO DE LA IGLESIA
2 Corintios 12:7-10
Introducción: Alguien preguntó porque sufre el justo... Esta de hecho fue la primera pregunta que surgió en mi mente desde los primeros días de mi conversión. Que el pecador sufra no es difícil de explicar ya que “la paga del pecado es muerte”. Pero que alguien que se entrega al Señor y trata de servirle con todo el corazón pase por tragedias y pérdidas irreparables... no es fácil de entender mucho menos de explicar.
Se tiene la idea falsa de que al convertirnos a Cristo todos nuestros problemas se van a acabar y parece que en algunos casos es todo lo contrario.
Desde el antiguo testamento –hace miles de años, el salmista nos recuerda “muchas son las aflicciones que el justo padecerá”...mas de todas ellas lo librara (lo ayudara) El Señor. Sal 34: 19 Que el justo sufra no es solo normal sino que es anticipado (se espera que sufran). Si Usted Y yo sufrimos es muy probable que este mismo sea una prueba viviente de que estamos agradando a Dios.
Jesús dijo enfáticamente a sus discípulos y por consiguiente a nosotros también: “en el mundo tendréis aflicción”...mas confiad yo he vencido al mundo...
Pablo mismo dijo: Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 2 Tim 3:12
Nosotros en nuestra humana manera de ver las cosas (perspectiva), visualizamos el sufrimiento como algo negativo, trágico, ilógico, irónico e indeseable. Dios por su lado en su inconmensurable sabiduría ve en el sufrimiento un caudal de bendiciones y beneficios.
Lo entendamos o no Dios tiene un propósito para todo lo que El hace. Y el permitir que nosotros como cristianos pasemos por sufrimiento no esta exento de propósito, hay uno o varios según la Escritura.
Si vemos al sufrimiento por los ojos de Dios encontraremos algunos propósitos que El tiene para este.
1-. Revela nuestro carácter, lo bueno o malo (Pablo, Job, su esposa,)
"El sufrimiento no te hace ni deshace, solo revela quien en realidad eres".
El aguijón con el que Pablo sufría le enseñó que era orgulloso y que era propenso a ensoberbecerse.
Es casi imposible hablar de sufrimiento sin mencionar a Job. En el caso de Job el sufrimiento que le causo perder todo lo que tenia incluyendo a todos sus hijos, saco a relucir lo que había en él, su carácter, su firmeza, su fidelidad, su espiritualidad y madurez.
En la historia tan conocida de Job Satanás llega ante la presencia de Dios y... Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. Job 1: 8-12
Es muy fácil vivir cristianamente cuando no hay problemas; cuando toda marcha viento en popa. Es sumamente fácil agradecerle a Dios cuando todo lo que recibimos de El son bendiciones, salud, y tranquilidad.
Pero la realidad de lo que somos saldrá a flote tan pronto como comiencen a presentarse los problemas. Nuestro verdadero nivel y peso espiritual se ponen en la balanza de la realidad cuando Dios permite que algo malo, terrible, o aun devastador nos suceda.
En el caso de Job Dios permitió que perdiera todo incluyendo a sus 10 hijos en un mismo día y hora.
La realidad de su carácter no se hizo esperar y se dejo ver inmediatamente. Ante la escalofriante realidad de tal tragedia Job se levanto, y rasgo sus vestidos, [en señal de dolor], se rasuro su cabeza, (mostrando luto y duelo) se postró en tierra y adoró a Dios diciendo: desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Y en todo esto no peco Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Aunque no entendía lo que le estaba sucediendo, sabía que en todo Dios tenía un propósito para él.
El Señor permitió que Job sufriera para demostrar que este era un hombre fiel, y que el dolor en lugar de moverlo a maldecir a Dios, pondría al descubierto su madurez espiritual.
Por otro lado cuando la tragedia llegó a la esposa de Job, esta mostró lo que había en ella. Aunque sin duda adoraba y servia a Dios juntamente con Job, el sufrimiento descubrió que todo era hipocresía. Al contrario de Job, no solo maldijo a Dios sino que le dijo a Job, al ver la fidelidad de este hombre, ¿aun retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Job cubierto de una espantosa sarna maligna le responde: como hablan las personas que no conocen a Dios has hablado.
Por otro lado, cuando el hombre o la mujer no viven una relación sincera con Dios el dolor lo revela. Su reacción es siempre negativa; se quejan, reniegan, se revelan, y hasta dejan a Dios. No así el verdadero cristiano, quien canto mas sufre mas alaba, mas busca a Dios, mas desea servirle; Porque “EL DOLOR REVELA NUESTRO CARÁCTER”.
2 Quebranta nuestro orgullo y nos mantiene humildes.
El señor le reveló a Pablo que el propósito de su sufrimiento era el de mantenerlo humilde; pues los humanos tenemos la tendencia a ensoberbecernos cuando Dios nos da o nos usa. Pablo aunque fue un gran hombre de Dios y que amaba la obra del Señor, no estaba exento del orgullo.
Cuantos hombres se han perdido a causa de este tirano perverso llamado orgullo. Cuando fueron bendecidos por Dios, cuando Dios los usaba no pudiendo resistir, sucumbieron ante los poderosos tentáculos del orgullo que sin darse cuenta los asfixió.
Salomón el hombre más rico y sabio se enorgulleció y dejo a Dios.
Sansón el hombre más fuerte y poderoso se envaneció y murió en oprobio y vergüenza por ello.
Por eso Agur dijo a Dios: dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera. Vanidad (orgullo) palabra mentirosa aparta de mi; no me des pobreza ni riqueza mantenme con el pan necesario. No sea que siendo rico me sacie y te niegue, y diga: ¿Quien es Jehová? Proverbios 30: 7-9
Solo Dios sabe, si es gracias a ese sufrimiento por el cual estamos pasando que aun permanecemos sirviéndole. Gracias a Dios por ese sufrimiento que nos mantiene humillados dependiendo de su misericordia reconociendo que pueblo suyo somos y ovejas de su prado, que El nos hizo y no nosotros a nosotros mismos.
3. Nos motiva a acercarnos a Dios.
El sufrimiento que Pablo estaba sintiendo lo llevó a buscar el rostro de Dios con insistencia. Tres veces he rogado a Dios que me lo quite, dijo; o sea que dedicó tres periodos de profunda búsqueda en oración y probablemente ayuno. Estos tres periodos de intensa consagración fueron provocados por este sufrimiento que él tenía.
Job quien era un hombre que obviamente conocía a Dios y le servia, el pasar por tan intenso sufrimiento lo empujo a buscar a Dios aun más, en una manera fuera de lo que estaba acostumbrado. Esto le trajo como resultado que se profundizara en el conocimiento de su Dios. Tal fue la experiencia que tuvo con Dios que tuvo que expresar “antes de oídas te conocía mas ahora mis ojos te ven”. El sufrimiento nos empuja a buscar más a Dios.