Mayor Gerardo Balmori
El Ejército de Salvación
Como vencer tus temores 2 Timoteo 1:7
INTRODUCCIÓN
En el 2002 se publicó una encuesta que descubrió las cosas a las cuales las personas temían más:
- 54% temían a estar en un accidente de carro.
- 53% temían a tener cáncer.
- 36% temían a envenenarse con alguna comida.
- 33% a ser víctima de violencia individual.
- 30% temían a ser expuestos a virus extranjeros.
- 28% a contraer el SIDA.
- 25% temían a desastres naturales.
Si hicieran esta encuesta hoy, se añadirían: el colapso de la economía, la pérdida de trabajo, el Anthrax, la muerte, la salud de los seres queridos, la seguridad de los que amamos, y muchas cosas más.
Sin duda, muchos estamos experimentando gran temor. Y aunque no siempre es malo, muy frecuente tememos demasiado y por las razones equivocadas.
El temor es una emoción; una reacción emocional a un peligro que se percibe, es inminente. Y puede quitarnos la posibilidad de vivir vidas llenas de paz y de gozo.
Hoy quisiera hablar de como vencer nuestro temor; como vencer aquello que tan frecuentemente nos vence.
I. ACEPTE E IDENTIFIQUE SU TEMOR
Acepte que el sentimiento existe - es real. No lo niegue, ni lo reprima. Identifique cuan real es el peligro que le está causando el temor.
II. RECUERDE QUIEN USTED ES Y QUIEN DIOS ES.
Cuando sienta temor recuerde que es un hijo del Dios viviente, que pertenece a Jesucristo, que ha sido libertado del pecado, y que está limpio, puro, y declarado justo delante de Dios.
El es Todo poderoso, soberano, santo, eterno, y todo lo sabe. El es su Padre, se preocupa por usted, le protege, le guía, y le ama con gran pasión y fidelidad. Nunca le dejará ni le abandonará; le rescatará y reinará sobre usted. Le prepara un lugar en el cielo y regresará a buscarle.
IV. REEMPLAZE SU TEMOR POR FÉ.
El temor no se puede atacar directamente. Solo se puede vencer con un nuevo sentimiento que eche fuera el temor. (Salmo 56:3)
David no dijo que cuando sentía temor iba a terapia, o se arrepentía o se iba de vacaciones. Delante del temor, David confiaba en Dios.
Algo en lo que necesitamos estar claros, es que es imposible tener temor y fe a la misma vez.
En medio de todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor, necesitamos recordar que Dios nos ama, es soberano y está en control. Que si algo sucede, sucede conforme a su propósito y que él eventualmente obtendrá la victoria.
Pablo dijo, en 2 Timoteo 1:7... ¿Se ha dado cuenta de lo que tiene? Poder, amor y dominio propio. No importa cuan débil o lleno de temor esté, el poder y el amor de Dios son suficientes. “El perfecto amor,” escribió el apóstol Juan, “hecha fuera el temor.”
Fe es confiar en Dios a pesar de la evidencia física. Y podemos como cristianos, escoger confiar y amar a Dios en todas las circunstancias, y experimentar la desaparición del temor. Puede ser que tome tiempo, pero va a suceder.
ILUSTRACION:
Los indios americanos tenían una practica única de entrenar a sus guerreros jóvenes. En la noche del cumpleaños número 13 de un varón, después de aprender a cazar, rastrear y pescar, lo pasaban por una prueba final.
Con la aprobación de sus padres, lo llevaban a un bosque para que pasara toda la noche solo. Hasta entonces, nunca había estado separado de la seguridad de hogar. Pero en esa noche, era vendado y llevado varias millas adentro.
Cuando se quitaba la venda, se encontraba en medio del bosque aterrorizado. Cada vez que escuchaba un ruido, se imaginaba un animal listo para devorarlo.
Después de lo que parecía una eternidad, el sol salía. Mirando a su alrededor, veía flores, árboles, un camino... Y para su sorpresa, una figura de un hombre solo a unos metros de él, armado con flecha y arco. Era su papá. Había estado ahí toda la noche. Y si el joven lo hubiera sabido, no hubiera experimentado temor.
Hermanos, no importa lo que suceda a nuestro alrededor, el Señor está siempre con nosotros. No hay razón para temer, no podemos tener mejor compañía
Para Estudiar:
Salmo 27:1-3; Salmo 34:4; Salmo 46:1-3, 7; Salmo 91:1-7; Salmo 112:1, 7; Salmo 118:6
Amigo que nos visitas, Dios quiere librarte del mayor temor que puedas tener; el temor a la muerte. Pero para esto necesitas renunciar a tus temores y reemplazarlos con fe en Jesucristo....
Esta es la única manera en que sabrás que si mueres iras al cielo y estarás con Dios para siempre.