LA UNIDAD EN EL ESPÍRITU
Ef.1, 2,3,4.
Acaban de tomar prisionero a uno de los lugartenientes del chapo Guzmán… dicen que fue un éxito de la AFI, la realidad es que lo aprehendieron porque abandonó al Chapo y empezó a trabajar por su propia cuenta… cada mes enviaba una tonelada de cocaína a USA y dijo que a él solo le tocaban 350 mil dólares… dijo que la mayor tajada se quedaba con autoridades del gobierno… a propósito… El Chapo Guzmán vive en una mansión en Honduras, custodiado día y noche por la fuerza militar de ese país… hay mucha corrupción.
Muchos presidentes municipales de Michoacán, Durango y Sinaloa están coludidos con los narcotraficantes, les brindan protección… a cambio de dinero por supuesto… los jueces y los gobernantes corruptos han desacreditado el sistema de justicia de nuestro país.
Sacerdotes católicos y pastores evangélicos deshonran su ministerio porque practican los pecados más sucios… tienen sexo con niños de 7-8 años… desacreditan su ministerio porque no viven a la altura de su llamado.
La Biblia nos exhorta que vivamos honrando nuestro llamado y nuestro ministerio que nos ha dado como hijos de Dios y levantemos ese título de ser llamados hijos de Dios con mucha dignidad.
Ef. 1:4 “Dios nos escogió desde antes de la fundación del mundo”
Ef. 1:5 “Dios nos predestinó para que seamos sus hijos sólo por su voluntad”
Y todo esto fue por medio de Jesucristo:
Ef. 1:7-8 “En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad dándonos toda sabiduría y entendimiento.
Ef. 1:13 “Nos selló con su Espíritu Santo para preservarnos para la eternidad”
Ef. 2:7 Eso lo hizo para mostrar su generosidad y su bondad para con nosotros
3:10 “Por medio de nosotros, la iglesia, todos los poderes y autoridades celestiales, están conociendo la sabiduría de Dios que se muestra en la iglesia de múltiples maneras”
Nuestro llamado de parte de Dios es mucho más elevado que el que tienen los agentes de la AFI, los jueces, los políticos corruptos y los sacerdotes pedófilos.
Como cristianos tenemos un gran puesto de parte de Dios en este mundo… en tu familia principalmente… en esta colonia… con tus amigos.
Cualquier otro puesto es dado por hombres, pero nuestro puesto como hijos de Dios es un llamado de Dios; nos hace hijos y herederos de todo lo que Dios posee… TODO. El llamado a nuestra ocupación secular dura por un tiempo… a Felipe Calderón sólo le quedan 2 ½ años como presidente… pero nuestro llamado de parte de Dios es para toda la eternidad.
Si la imagen deplorable que tenemos de los políticos es deplorable se debe a sus corruptelas que les hemos visto y acarrean descrédito al sistema político de nuestro país… eso es muy grave y triste…
¡Cuánto más terrible es si nosotros desacreditamos el título de que Dios nos llamó HIJOS DE DIOS Y HEREDEROS?
Ef. 4:3 “Procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos” ¿En qué consiste esa unidad?
Ef. 4:11-13 “Y él mismo concedió a unos ser apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y maestros.
v.12 Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio, para la edificación del cuerpo de Cristo
v.13 hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo.
La diferencia entre el v 3 y el 13 es que la unidad debe de mantenerse y en el 13 debe obtenerse.
¿Estamos unidos? Por una parte sí estamos unidos y por otra no.
Ef 2:13-16 “Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, ustedes que antes estaban lejos están cerca.
v.14 Cristo nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía.
v.15 Puso fin a la ley que consistía en mandatos reglamentos, y en sí mismo creó de las dos partes un solo hombre nuevo. Así hizo la paz.
v.16 Él puso fin, en sí mismo, a la enemistad que existía entre los dos pueblos, y con su muerte en la cruz los reconcilió con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo.
Entonces sí estamos unidos… por la sangre de Jesucristo.
Dios dice en el v. 3 “Manténganse unidos” … que en la vida real nadie ni nada nos separe… Si entre nosotros hay envidias, celos, orgullo no permaneceremos unidos… ¿y la sangre derramada por Cristo qué? ¿no nos importa?
Por otro lado esa unidad debe cada día obtenerse mantenerse:
Ef. 4:13 “Hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo”
Es decir, debemos tener convicciones y conocimientos comunes de Jesucristo y una confianza (fe) común de todos nosotros y un amor común a Jesucristo y si decimos que amamos a Jesucristo debemos amarnos unos a otros, si no, mentimos.
¿Cómo podremos alcanzar esta unidad del Espíritu Santo y mantenerla aquí en Jesús el Buen Pastor?
Ef. 4:2 “Sean humildes y amables, tengan paciencia y sopórtense unos a otros en amor, procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo por medio de la paz que une a todos”
Este versículo es tan importante que quiero que lo volvamos a leer con mucha atención.
¿Cuál es esa paz que nos une a todos? La sangre de Cristo derramada por cada uno de nosotros. Notemos cómo el amor entre nosotros se debe manifestar: con humildad y paciencia.
Si eres llamado de Dios entonces debes tener un sentimiento de bajeza no de altivez. La marca de un hijo de Dios es amor que se muestra en mansedumbre; lo opuesto a la mansedumbre es la violencia.
Entonces la pregunta lógica es: ¿Cómo obtenemos la bajeza y la humildad necesarias? Conociendo a Cristo… majestuoso, soberano, grandioso, santo… si te comparas con otros hombres te puedes envanecer y exaltarte, si te comparas con Cristo obtendrás humildad.
¿De qué tenemos que enorgullecernos si lo que somos y lo que tenemos todo lo hemos recibido? Si queremos enorgullecernos de algo… es en que conocemos a Cristo… y nos debemos enorgullecer de su gracia y de su cruz que nos salvó.
“Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos”
La otra característica del amor cristiano en este versículo Ef. 4:2 es la paciencia.
Ef. 4:2 “Tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor” notemos que la paciencia es una forma de amor.
Los altivos no son pacientes, sino que quieren ser atendidos y servidos como si fueran héroes o reyes.
Si conoces a tu Señor y a tu Rey: conocerías tu pequeñez y tu bajeza y cuando estás en problemas…cualquier problema… sabiendo quién eres y qué mereces… esperas con paciencia… esperas con paciencia… tu tiempo de espera es una estrategia de Dios para transformarte conforme a la imagen de su Hijo Jesucristo… para su gloria.
Cuando Dios nos dice “sopórtense unos a otros” es porque él sabe que no somos perfectos sino llenos de defectos… Dios no es ingenuo, él sabe que algunos de nosotros somos quisquillosos, criticones, no somos de confiar, sabe que el pastor tiene faltas en su santificación y por eso nos dice: “sopórtense unos a otros en amor… en amor a Cristo.
Hay gente que no se lleva bien contigo… y aún más, te odia; ¿Cuál debe ser tu actitud? El mundo te dice: “como vienen van, tu hazles lo mismo, véngate” Dios te dice: “Sean humildes, tengan paciencia… sopórtense unos a otros en el amor de Cristo… ¿A quién le vas a hacer caso?
¿Se acuerdan de lo que enseñó Jesucristo acerca de estas situaciones?
Una persona le debía 1 millón de dólares a su señor y le dijo: “No tengo con qué pagarte, perdóname” el señor tuvo misericordia de él y le perdonó toda su deuda… al salir del palacio se encontró a uno que le debía 10 dólares… lo agarró del cuello y ya casi lo desnucaba exigiéndole el pago de inmediato, no tuvo misericordia… no se acordó de su gran deuda perdonada, ni de la gracia para con él… por eso tampoco tuvo gracia para perdonar.
Si no te acuerdas de tu gran deuda y de la gracia que la perdonó… nunca vas a ser humilde, nunca vas a reconocer tu pequeñez y no vas a soportar a nadie porque no tienes la paciencia que da el amor de Cristo.
Solamente sintiendo tu bajeza y el peso de tu gran deuda perdonada es lo que va a hacer que no le rompas el cuello a tu hermano que te debe un poco… y el Cristo, que dizque honras de labios, va a ser desacreditado; como están desacreditadas nuestras autoridades judiciales por la corrupción de los jueces y magistrados.
Algo mucho más terrible es poner el nombre de Cristo en entredicho, solo por nuestra soberbia, porque no queremos ser bajos, humildes, mansos y pacientes…
Ahí lo dejo para que el que tenga oídos oiga