El Juicio Final.
Rom 1:28-2:11
I Por qué debemos estudiar el tema del juicio final? Porque la Escritura lo enseña.
Mat 10:11-15 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
Y al entrar en la casa, saludadla.
Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
Act 17:31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
Heb 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Heb 10:24-27 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Por esto todo predicador debe de vez en cuando predicar del juicio.
II ¿Por qué debemos predicar del juicio final? Porque hay personas que solamente por miedo al infierno se van a acercar a Cristo.
Yo sé que hay razones mejores para acudir a Cristo que el miedo al infierno, pero si el miedo al infierno, para algunas personas, es la única manera de acercarse al Señor, y que conozcan las bellezas de Cristo; pues que así sea.
Hay mejores razones por las que un jovencito se debe apartar de la calle, pero si por el miedo a los regaños y castigos de papá, es la única manera de que deje la calle…. Que así sea.
Jesucristo nos habla de este miedo al infierno…
Mat 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
III. ¿Por qué debemos predicar del juicio final? Porque debemos amar a Dios por lo que él es… uno de sus atributos es Justicia.
Si no crees en el justo juicio de Dios, entonces no estás adorando a Dios, o por lo menos no al verdadero Dios, sino una imagen de dios, fabricada por hombres; pues te presenta un dios incompleto amoroso pero injusto, sin infierno.
I. ¿Quiénes van a ser juzgados? Todas las personas
II. ¿Qué es lo que se va a juzgar?
III. Resultados del juicio final
I. Rom 2:2-6 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
Rom 1:20-21 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Rom 1:28-32 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Los judíos, especialmente los escribas y fariseos eran los que decían que no hay infierno, ni juicio para ellos debido a que eran descendientes de Abraham, se sentían pueblo escogido de Dios y por eso, sentían que heredaban la vida eterna.
Mat 3:7-9 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Jesucristo dijo a dos ciudades judías, que se creían que por ser judíos, ya tenían la salvación:
Mat 11:20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras.
Rom 2:9-11 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios.
Rom 3:9 ¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Rom 3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia.
Para hacer esto claro, todas las personas presentes, no importa a qué religión pertenezcas, si eres secretaria, profesor o el presidente municipal, si no tienes a Jesucristo en tu vida, cada día que pasa y cada paso que das, te acercas más y más al infierno. Hay una pintura de Miguel Angel, que se llama el juicio final… los que van al infierno son asesinos, borrachos y prostitutas; pero también líderes eclesiásticos, políticos y empresarios, negritos africanos y güeros anglosajones.
Y nadie va a escapar del juicio final, vivimos en la concentración urbana más grande del mundo, desde Xochimilco hasta jardines de Morelos, desde Chalco hasta Santa fe, todos un día tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo… desde el presidente de la republica hasta el jefe de manzana, y los multimillonarios, los poderosos, los que tienen armas compradas en estados unidos, la gente guapa como miss y mister universo, en ese día, van a ver que lo que hoy el mundo exalta y aplaude, en aquél día será como polvo delante del juez justo.
II. ¿Qué es lo que se va a juzgar?
Rom 2:6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
Rom 2:8-10 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego.
“Oiga pastor pero eso se contradice con muchas partes de la biblia que dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” “por gracia sois salvos por medio de la fe, no por obras”
Tit 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.
¿Cómo es posible que seamos salvos por la fe sin obras pero vamos a ser juzgados por nuestras obras? A simple vista esto es una contradicción.
Algunos salen de este problema diciendo que estos pasajes que hablan del juicio por obras no se aplica a los cristianos sino a los incrédulos… pero Jesucristo y el Espíritu Santo en toda la Biblia dicen que sí, también es para los cristianos.
Gal. 5:19-21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Mat 6:14-15 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mat 7:24-27 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Mat 12:34 -37 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Estas son las obras de uno de nuestros miembros, la lengua, que van a ser llamadas a cuenta en el juicio final, cuando todos los hombres y mujeres comparezcan… todos vamos a ser declarados culpables y merecedores de la condenación eterna, pero de todos ellos, un grupo va a ser absuelto, son los que tienen una relación con Jesucristo como su salvador porque el pagó por sus pecados, en la cruz y la pena por su pecado. En cambio los otros, van a ser castigados eternamente porque rechazaron a Jesucristo.
El juez, en el juicio final va a llamar a declarar un testigo, este testigo tendrá que dar su testimonio de la realidad… nuestras obras…
Las obras son las que van a testificar a favor o en contra de nosotros… las buenas obras de los cristianos son las que van a marcar la diferencia de las malas obras de los incrédulos, no que vamos a ser salvos por obras sino que nuestras obras van a exhibir nuestra salvación, nuestra nueva vida en Cristo.
III. ¿Cuáles son los dos únicos resultados del juicio final?
Rom 2:6-10 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego;
Y estos dos resultados son para toda la eternidad:
2Th 1:7-9 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
El infierno es un lugar real, Jesucristo habló de este lugar “ellos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna” ningún sufrimiento se puede comparar con lo que Juan llama “el lago de fuego” y Jesucristo: “un lugar donde el gusano no muere y el fuego no se extingue” Las ofensas a un Dios infinito, es un pecado infinito que merece un infinito castigo.
Por otro lado el cielo es indescriptiblemente hermoso que en este mundo no se iguala a nada es un lugar de felicidad y gozo
1 Cor 2:10 Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.