• El proteger la presencia de Dios en nuestras vidas, reconstruir los muros caídos, proponernos la búsqueda de la santidad, la oración y el ayuno, además de querer llegar a los que están sin Cristo, desata sin dudas la guerra espiritual.
• Sin embargo en esta lucha, como ya lo mencionamos, no somos las pobres victimas luchando contra el desalmado enemigo. Si bien sigue siendo un desalmado, nosotros somos el ejército del Dios victorioso que avanza con poder en la conquista del territorio.
• Las expresiones inspiradas de Nehemías a su pueblo, son una verdadera arenga a la fe, el valor y la perseverancia:
• «¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas, y por sus esposas y sus hogares.»
• Dos cosas más agrega Nehemías a la primera: a) No les tengan miedo. Y esa es que: b) Nosotros conocemos sus planes. Y que finalmente al enemigo c) Dios le frustra los planes.
• Con estas cosas como base hay Tres cosas más que debemos tener en claro y entenderlas, para poder seguir siendo conquistadores:
Primero: Siempre se producirá una lucha interior.
Segundo: Dios tiene muchas estrategias para entregarnos en esta lucha.
Tercero: La verdadera Fe, siempre produce acciones.
I. La lucha interna. (10-12)
Dos tipos de fuente de información para desfallecer.
1. Nosotros mismos.(10)
• Una de las mayores fuentes de información para generar el desanimo y el decaimiento somos nosotros mismos.
• Nuestra mente puede producir las más geniales ideas y llevarlas adelante, como al mismo tiempo generar ideas que terminan en verdadero plan de autodestrucción.
• Por eso es tan importante el aprender a vivir guiado por el Espíritu, hacer uso de la “mente de Cristo” y proteger nuestra cabeza de los ataques del enemigo de nuestra vida.
¿Qué cosas podemos generar nosotros mismos que boicoteen los planes de Dios para nuestra vida?
a. El desanimo.
• El desánimo o “quitar la fuerza o la vida a algo, dejar de lado el anhelo por lograr algo, dejar de esforzarse”
• El desánimo es una barrera sicológica que taladra los pensamientos. De allí, se instala en los sentimientos hasta que finalmente afecta a la voluntad.
• La persona desanimada se vuelve prisionera de si mismo, porque no puede ver más allá de su actual circunstancia.
• ¡Cuidado! El desanimo además es contagioso.
b. Perdida de la visión.
• Asociado al desanimo, aparece la perdida de la visión.
• La gente que estaba construyendo el muro, de pronto comenzó a ver más los escombros, que todo lo que ha habían logrado.
• En realidad el escombro es cada vez menos, pero la perdida de visión también produce frustración. De manera que hay que mirar lo ya alcanzado y volver los ojos a la visión.
• Muchas veces perdemos el rumbo del plan de Dios para nuestra vida y como el pueblo en el desierto podemos llegar a perder años, por no ver de manera correcta.
c. Pesimismo.
• A las personas pesimistas las envuelve un halo de amargura. Su vida oscila entre la desilusión y la tristeza.
• Una persona cansada y alcanzada con el virus del pesimismo, todo le parece imposible. “La fatiga nos convierte a todos en cobardes” (V. Lombardi)
2. El gobierno de este mundo(11)
Este es nuestra otra oposición. Es una oposición de tipo espiritual que tienen acciones en este mundo.
a. Maquina contra nuestros planes.
• Pablo le dice a los Corintios refiriéndose al enemigo de nuestras vidas: “¡Ya conocemos sus malas intenciones!”
• Salmo 21:11 “Tal vez quieran hacerte daño y hagan planes contra ti, pero no lograrán su propósito.”
b. Busca el ataque sorpresa.
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar
• Satanás busca a los que no lo consideran como adversario y no reconocen su poder, a los que viven descuidadamente no colocando atención en los asuntos espirituales.
• Busca a los autosuficientes, a los que no piensan con sobriedad ni velan en oración.
c. Su propósito es parar la visión.
• Rick Warren escribió: “los enemigos siempre tienen dos metas: estorbar a la Palabra de Dios y detener la Palabra de Dios.”
II. La estrategia. (13-14)
• Los líderes espirituales saben que el avance significa presentar batalla sin dejar de edificar.
• Cuando estamos en la lucha espiritual, nuestra batalla debe ser edificada por medio de la palabra de Dios.
• Un ejército debe tener armas, pero también capacitación y una buena estrategia para salir victorioso.
A. Agrupar a las personas.
• Los grupos siempre han sido una estrategia usada por Dios y dictada a sus hijos.
• Las 12 doce tribus; los grupos de 10 en el desierto; los grupos familiares usados por Nehemías. Como los 12 de Jesús y la iglesia funcionando en las casas que aparecen en todo el Nuevo Testamento es creación del Señor.
• Cuando nos están atacando necesitamos apoyo más que en ningún otro momento. Ese es uno de los beneficios de los grupos dentro del pueblo de Dios.
• Dios no nos hizo para que andemos solos por el mundo y aunque te sientas “tremendamente fuerte” el grupo es el que te da el apoyo y aliento necesario.
B. El uso de las armas.
La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. (Rom.13:12)
14 Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. 17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.
C. Defender detrás de la muralla los lugares más vulnerables.
• Debemos reconocer cuales son las áreas de debilidad en nuestra vida y sobre ellas reforzar la guardia y mantener estrategias para mantener el peligro alejado.
III. Las acciones. (15-17)
15 Una vez que nuestros enemigos se dieron cuenta de que conocíamos sus intenciones y de que Dios había frustrado sus planes, todos regresamos a la muralla, cada uno a su trabajo. 16 A partir de aquel día la mitad de mi gente trabajaba en la obra, mientras la otra mitad permanecía armada con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban pendientes de toda la gente de Judá. 17 Tanto los que reconstruían la muralla como los que acarreaban los materiales, no descuidaban ni la obra ni la defensa.e 18 Todos los que trabajaban en la reconstrucción llevaban la espada a la cintura. A mi lado estaba el encargado de dar el toque de alarma.
1. Todos a la reconstrucción de la muralla.
2. Unos construyen, los otros están en la defensa.
3. Los líderes atienden a las necesidades de los grupos.
4. No descuidar la obra, ni la defensa.