Ser santificado o No ser santificado
Romanos 7:25
¡Doy gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así que yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; pero con la carne, a la ley del pecado.
-Todo del capítulo 7 de Romanos es un retrato del hombre que ha recibido el perdón de sus pecados, pero no ha experimentado, ni ha recibido la obra santificadora por el Espíritu Santo.
-El problema del hombre viejo (carnal) es que él no quiere cambiar. El resiste el cambio. Por su orgullo, no quiere admitir de sus errores. Aunque él sabe que sería para su bien, su carne se exalta. Su mentalidad es semejante a lo del Faraón.
Exo. 8:9,10
9 Y Moisés dijo al faraón: --Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y solamente queden en el Nilo.
10 Y él dijo: --Mañana. Y Moisés respondió: --Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay otro como Jehovah nuestro Dios.
-Es que preferimos sufrir un poco mas que admitir que somos débiles para arreglar nuestro propio problema.
-Estoy convencido que hay diferentes obras de gracia en la vida de un cristiano quien busca de toda la plentitud de Dios
1. Salvación
2. Santificación (instantenea y progresiva)
3. El Bautismo del Espíritu Santo
IL.: Uno puede ir a la tienda y comprar un jugete electrónico que es el sueño de su niño. Pero sin duda, va a ver en la etiqueta, algunas palabras-"se requieren 2 baterias; no incluídas". Esto quiere decir que al juguete le falta el poder para funcionar.
Dios nos da la salvación con una medida del Espíritu.
Luego pedimos que el Espíritu nos ayuda discernir entre lo que agrada a Dios y lo que no le agrada.
Después pedimos la llenura del Espíritu Santo (bautismo en E.S.). Así, tenemos Cristo en control de nosotros.
2a. Co. 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
¿Ha cambiado todas las cosas de tu vida? ¿O solo algunas?
Ro. 6:6,7
6 Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
7 porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado.
1a. Pedro 1:14-16
4 Como hijos obedientes, no os conforméis a las pasiones que antes teníais, estando en vuestra ignorancia.
15 Antes bien, así como aquel que os ha llamado es santo, también sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir,
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
¿Eres tu santo en todo aspecto? ¿O solamente en partes?
I. La Santificación es CONSAGRACION
-apartado para el uso sagrado
1a. Pedro 1:2
elegidos conforme al previo conocimiento de Dios Padre por la santificación del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Gracia y paz os sean multiplicadas.
II. La Santidad es REALIDAD COMPLETO
-empezó en el momento que fuiste perdonado
1a. Co. 1:30
Por él estáis vosotros en Cristo Jesús, a quien Dios hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención;
III. La Santidad es un PROCESO CONTINUO
-sigue el proceso porque seguimos en un mundo contaminado.
Solamente dos alcanzaron la perfección completa--Elías e Enoc; y fueron quitados de aquí.
IV. La Santidad es una ELECCION (decisión)
Romanos 6:1,2
1 ¶ ¿Qué, pues, diremos? ¿Permaneceremos en el pecado para que abunde la gracia?
2 ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos todavía en él?
¿Has decidido tu?
V. La Santificación es CONTROL SOBRE PECADO (en tu vida)
-el "dominio propio" es un don que viene del Espíritu Santo y es vital para la vida victoriosa del creyente
-El vivir en la santidad no quiere decir que uno ya es perfecto. Pero al transgresar, el creyente que practica la santificación, es sensible y luego, luego, pide perdón y sigue en su busqueda de una vida mas sólida en Dios.
Romanos 6:18
y una vez libertados del pecado, habéis sido hechos siervos de la justicia.
Antes, esclavos de pecado; ahora, siervos de la justicia.
Es un cambio drástico, ¿no?
*La gente mas miserable son aquellos "cristinos" quienes intentan vivir una vida doble entre el pecado y la justicia. Se montan la cerca y tiene un pie en el mundo y el otro en la iglesia.
No es solamente una buena idea, pero es la voluntad de Dios que uno sea santificado.
1a. Ts. 4:3-8
3 Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os apartéis de inmoralidad sexual;
4 que cada uno de vosotros sepa controlar su propio cuerpo en santificación y honor,
5 no con bajas pasiones, como los gentiles que no conocen a Dios;
6 y que en este asunto nadie atropelle ni engañe a su hermano; porque el Señor es el que toma venganza en todas estas cosas, como ya os hemos dicho y advertido.
7 Porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santificación.
8 Por lo tanto, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino a Dios quien os da su Espíritu Santo.
Aquel que rechaza a esta doctrina, no rechaza al hombre, mas rechaza a Dios.
VI. La Santidad es una CONEXION
A. Conexión con Dios
Mateo 11:29,30
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
30 Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
El yugo es un instrumento que junta a dos seres para cumplir el mismo trabajo.
Cristo no toma a nuestro yugo, porque es imperfecto y débil. En el yugo de Cristo, nuestro Señor está en control y El nos dirige en el camino correcto.
B. Conexión con el Pueblo de Dios
Efe. 4:15,16
15 sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo.
16 De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor.
Al trabajar juntos (entrelazados), perfecionamos la santidad el uno con el otro.
La iglesia es una unidad. Dependemos unos de los otros.
VII. La Santificación es una CONDICION del Cielo.
Heb. 12:14
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
Es una verdad absoluta que el pecado no entrará al cielo. Nuestra tarea es dejar toda clase de pecado (que sea chica o que sea grande) y vivir la vida santa.
El cristiano ama tanto a su Cristo que su reto es ser como el Señor. El es santo, y queremos ser santos también.
