1. Estaban en la oscuridad.
Colosenses 1:13 Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo,
a)Nosotros vivimos en oscuridad cuando no hemos dado el paso a Cristo.
b)Es vivir en oscuridad espiritual.
c)Es vivir en la oscuridad del pecado.
d)Es vivir en la oscuridad de la incredulidad.
Lucas 11:35 Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad.
1 Tesalonicenses 5:5 Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad.
2. Llegaron a la luz.
a)Una luz del cielo cayó sobre ellos y fue una luz gloriosa.
Juan 1:4-10 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5 Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. 6 Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió 7 como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran.8 Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.9 Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo. 10 El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció.
b)Si acudimos a aquel que proclama ser la luz “Jesús” entonces esa misma luz llegara también a nosotros.
3.Se llenaron de temor.
c)La luz del cielo siempre produce temor en el inconverso.
d)El temor en el corazón es evidencia que ha llegado la luz del cielo.
e)Temor a la luz del cielo viene por la culpabilidad del pecado.
Hebreos 2:14-16 14 Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—,15 y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida.16 Pues, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles sino de los descendientes de Abraham.
4. Oyeron el evangelio.
Pero el ángel les dijo: –No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo,
a)El primer evangelio fue predicado por ángeles del cielo.
b)Os doy nuevas, « os ha nacido hoy…, un Salvador »
c)No hay salvador para los ángeles caídos pero si hay salvación para nosotros.
5.Obedecieron el evangelio.
a)El evangelio debe ser creído.
b)También debe ser obedecido.
Juan 3:16-21 16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la *humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.[
6.Hallaron al Salvador.
a)Todos los que buscan genuinamente a Dios lo encuentran.
b)Hoy tú puedes también encontrar salvación para tu alma.
Apocalipsis 3:20 Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
7. Se regocijaron en gran manera.
a)Cuando encontramos al Salvador encontramos la verdadera felicidad.
b)Encontramos a un Dios que desde que nacimos ha estado llamándonos para darnos una mejor vida.
Conclusión:
Hace mucho tiempo una mujer muy pobre vivía en Inglaterra cerca del castillo de Windsor. Ella vivía tan cerca que ella podría ver sobre los jardines del palacio y ver las uvas que crecían allí. Su pequeño niño enfermo y ella pensó, que sería bueno darle de comer algunas de esas uvas. Ella tomó dos centavos y fue al jardín de la reina, le pidió al que guardaba el castillo, que le venda dos centavos de uvas para su hijo enfermo. El guardia le contesto « usted no sabe que esas uvas pertenecen a la reina y la reina no vende las uvas». Sucedió que uno de los hijos de la reina se paseaba por los jardines y de casualidad escucho la conversación y dijo: «mi madre no vende uvas pero usted puede llevarse todas las que quiera»
La Salvación no puede ser comprada por ningún ser humano, solo se regala.
Pastor Amat Fernández