¿Es el infierno un lugar real?
Realidades Eternas: Respuestas acerca del cielo y el infierno.
Mensaje # 1
Lucas 16: 19-31
Hace algunos años, un titular que salió en un periódico debe haber hecho que unas cuantas personas se atragantaran con su café de la mañana, o que limpiaran sus lentes para asegurarse que habían leído correctamente. Decía: «Este año es posible que sea más difícil llegar al infierno». El periódico se refería al pueblo de Hell, en el estado de Michigan. Hellen ingles significa «infierno».
Tal vez este año sea más difícil llegar al infierno. Lo que sucedía era que un puente situado en el camino principal que conduce al pueblo de Hell, necesita reparaciones urgentes y tal proyecto podría cerrar el camino por tres meses. Este camino había sufrido grandes daños debido a las crueles heladas de invierno. Usted se imaginara que los dueños de negocios del pueblo temían que la interrupción del tráfico los llevara a la bancarrota.
Esto nos puede parecer gracioso a nosotros, pero lo triste es que resulta demasiado fácil llegar a un lugar verdadero que la Biblia llama infierno. Todo lo que uno tiene que hacer es… nada en absoluto. La mayor parte de la gente no hace caso de las advertencias. Decide limitarse a desear que no exista. Los que no son cristianos suelen rechazar por completo la idea del infierno, mientras que muchos cristianos no quieren saber nada de él, ignoran el tema por completo. Sin embargo, resulta sorprendente que la creencia de que existe un verdadero infierno va en aumento.
El periódico USA Today publica en su primera página con frecuencia estadísticas que reflejan el pensamiento de los estadounidenses. Hace algunos años, los editores presentaron unas interesantes estadísticas sobre las formas en que las personas respondían a la pregunta « ¿Existe un infierno?». Según los resultados, el 52% de los adultos están seguros de que hay un infierno, y el 27% piensa que es posible que exista.
La organización Gallup, al hacer una encuesta parecida, halló que el 70% de los estadounidenses cree actualmente en el infierno. Esto significa un aumento, comparado con el 56% por ciento, solo desde 1997. Está claro que el tema del infierno es algo qué hace pensar a la mente de la gente.
La Biblia enseña con claridad que hay un lugar real llamado «infierno». En la parábola del hombre rico y Lázaro, en Lucas 16:19-31 leemos lo siguiente:
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 30Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.”
Como podemos ver, Jesús describe el infierno o hades como un lugar real al cual fue el hombre rico injusto al morir. Aquí se describe al rico como en pleno estado consciente, conocedor de lo que le rodeaba, y recordando plenamente su vida en la tierra.
Tal vez sorprenda a mucha gente, tal vez lo sorprenda a usted saber que 11 de las 12 veces que aparece la palabra gehenna (infierno) en el Nuevo Tes-tamento, la menciona el propio Salvador. Que quiere decir esto: Jesús creía en un lugar real llamado infierno. Habló de él más que ninguna otra persona en la Biblia. Y habló del infierno aun más que del cielo.
En el Sermón del Monte, Jesús mencionó el infierno o el juicio final, por lo menos en seis ocasiones. Y en su Discurso del monte de los Olivos, dos días antes de morir en la cruz, habló del juicio final numerosas veces. El último versículo de este gran sermón dice: “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mateo 25: 46). Jesús afirmo que existe tanto el infierno como el cielo usando una sola frase. No se puede creer en uno sin creer en el otro.
Jesús es nuestra primera y máxima fuente de conocimiento en cuanto a la existencia y a las descripciones de un lugar real llamado infierno.
AHORA, la gente no solo se pregunta si el infierno es un lugar real; también se pregunta, ¿Cómo es el infierno?
En otra encuesta, esta vez realizada por la organización Barna, las per¬sonas dieron a conocer sus ideas con respecto a lo que ellos creen debe ser el infierno.
• El 39% por ciento cree que el infierno es un estado de separación eterna de la presencia de Dios.
• El 32% por ciento dice que es un lugar de tor¬mento y de sufrimiento real, donde van las almas de las personas después de la muerte.
• El 13% por ciento cree que el infierno solo es el símbolo de algún mal resultado desconocido después de la muerte.
• El 16% por ciento no estaba seguro de la existencia del infierno, o dijo no creer que hubiera vida más allá de la muerte.
Lo que observamos a través de esta estadística y otras similares a esta es que, la mayoría de la gente cree en un lugar llamado infierno aunque sus ideas estén muy lejos de ser unánimes. Muchos han fabricado sus propias teorías acerca del infierno. Cuando manejaba tráileres, algunos compañeros de trabajo decían en ocasiones que: «El infierno era Portland entre las 3 a las 6 de la tarde, las horas de mayor tráfico». Otros dicen que cuando mueran quieren ir al infierno porque ahí van a estar sus cantantes y artistas favoritos, como Lucha Villa, Vicente Fernández, etc.
Aunque la gente haga chistes y bromas acerca del infierno, e invente sus propias teorías sobre si existe o no, la Biblia nos da el aterrador concepto de Dios sobre él. Y no es cuestión de juego.
La Biblia nunca nos da una descripción total y detallada sobre cómo es el infierno, pero sí nos da unos datos aterradores acerca de él, que deberían ponernos a pensar seriamente en el tema.
En base al pasaje que leímos en Lucas, podemos sacar diez datos terribles acerca del infierno, son verdades bíblicas que deberían con¬vencer a todas las personas en su sano juicio para que no quiera ter¬minar allí el día que mueran.
Primero dato: El infierno NO FUE creado originalmente para los seres humanos.
En Mateo 25:41, Jesús revela una verdad muy importante acerca del infierno: «Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles».
Sin embargo, las personas que tomen la misma trágica decisión que tomó Satanás, sufrirán el mismo destino que él.
Segundo: El infierno es un lugar donde se tiene MEMORIA.
En el infierno la persona seguirá estando consciente, e inmedia¬tamente conocedora del lugar donde se encuentra. En Lucas 16:19-31, el hombre rico supo de inmediato dónde estaba. También habrá identidad: el hombre rico sabía quién era. Y también habrá memoria. Cuando el hombre rico le pidió a Abraham que le enviara un poco de agua para aliviar el ardor de su lengua, este le respondió: «Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida» (v. 25).
También sabemos, porque Jesús nos lo dice, que el hombre rico recordó a Lázaro (Lucas 16:24) y a sus cinco hermanos que aun estaban vivos (w. 27-28). La gente que está en el infierno tiene una memoria en perfecto estado, y sufre una angustia mental y emocional al lamentarse por la oportunidad perdida jara siempre.
Tercero dato: El infierno es un lugar de TORMENTOS conscientes físicos, mentales y espirituales.
La peor parte del infierno es que habrá tormento y agonía en él. El hombre rico dijo: «Estoy atormentado en esta llama» (Lucas 16:24). Él mismo describe el infierno como «este lugar de tormento» (v. 28).
Cuarto: El infierno es un lugar de FUEGO inextinguible.
«Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes». (Mateo 13:41-42)
«Mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Porque todos serán salados con fuego». (Marcos 9:47-49)
«Estoy atormentado en esta llama». (Lucas 16:24)
Quinto dato: El infierno es un lugar donde se está SEPARADO de Dios.
«Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder». (2 Tesalonicenses 1:9)
Sexto: El infierno es un lugar de angustia, sufrimiento, ira y frustración INDESCRIPTIBLES.
«Allí será el lloro y el crujir de dientes». (Mateo 13:42)
Séptimo dato: El infierno es un lugar de SED INSACIABLE.
«Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten mise¬ricordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua». (Lucas 16:24)
Octavo: Aparte del cielo, el infierno es el otro único lugar donde se PASARÁ LA ETERNIDAD.
En otras palabras solo hay dos lugares donde van las personas después de la muerte: el paraíso o la perdición. No hay ningún lugar intermedio. No hay una tercera posibilidad. No hay tal cosa de purgatorio en la biblia. El hombre rico fue al hades (infierno); Lázaro fue al paraíso (cielo). Hoy en día solo siguen existiendo estas dos opciones.
Noveno: El infierno es un lugar cuyos habitantes NO DESEAN que otros más lleguen.
Nótese algo muy importante, el hombre rico de Lucas 16 nunca se queja de que sea injusto el que él esté allí. Se lamenta tristemente de sus tormentos, pero nunca dice que se haya cometido una injusticia con él. No obstante, anhela hacer llegar la noticia a sus hermanos que aún están vivos, para que sepan lo que deben hacer a fin de evitar caer en MI mismo destino. Tiene compasión de sus cinco hermanos vivos, y sabe que para escapar del infierno, es necesario que se arrepientan (v. 30).
El hombre rico que está en el infierno se siente repentinamente interesado en la evangelización y las misiones. El escritor y pastor Erwin Lutzer lo dice de forma conmovedora:
Cualquiera habría pensado que este hombre hubiera preferido que sus hermanos se le unieran en el hades, para tener compañía. Sin embargo, estaba más que dis¬puesto a no volverlos a ver jamás, si con eso sabía que iban a estar al otro lado del abismo donde se hallaban Lázaro y Abraham reunidos por vez primera. Al parecer, hasta en el hades existe la compasión, una preocupación humana natural acerca del destino de los seres amados.
Décimo dato: El infierno se GANA.
El infierno es lo que nosotros nos ganamos. La biblia dice: «Porque la paga del pecado es muerte» (Romanos 6:23a). PERO el cielo es lo que Dios nos da como regalo de su gracia. «Mas la dádiva de Dios es vida eterna Cristo Jesús Señor nuestro» (v. 23b).
El precio de nuestra admisión al cielo fue pagado totalmente por la sangre de Jesucristo. Así que, asegúrese de aceptar a Jesús antes que sea demasiado tarde.
Conclusión
Todo ser humano con la habilidad de pensar tendrá que admitir que la doctrina bíblica del infierno es difícil de asimilar. Va contra de la forma de pensar humana. Pero seamos sinceros: el hombre quiere creer que un Dios que es amor va a recibir en el cielo a todas sus criaturas. Sin embargo, como ya hemos visto, la Palabra de Dios enseña con claridad que existe un lugar real lla¬mado infierno. Entonces siempre surge la misma pregunta: ¿Acaso un Dios que es amor puede enviar realmente a alguien a un lugar tan horrible?
La respuesta a esta pregunta exige que pensemos con mucho cuidado en la naturaleza de Dios.
En primer lugar, la Biblia nos enseña que Dios es infinitamente santo y justo. Así que cuando la gente pregunta: «Si Dios es tan amoroso, ¿cómo es posible que envíe a alguien al infierno?», nosotros podríamos preguntar de igual manera: «Si Dios es tan justo, ¿cómo es posible que deje entrar a alguien al cielo?».
La Biblia enseña que cuando Dios puso a Adán y Eva en el huerto, solo les impuso una restricción. Podrían comer cuanto quisieran de todos los árboles del huerto, pero no podrían comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que lo comieran, ciertamente morirían (Génesis 2:16-17). Por supuesto, usted conoce la historia. Adán y Eva desobedecieron a Dios e hicieron caer a todo el género humano en su propio pecado. Y el Dios santo y justo tuvo que ejecutar la sentencia que Él mismo había decretado con respecto al pecado. La santidad de Dios exige que juzgue el pecado y que los pecadores sean castigados por su desobediencia. La biblia dice: «La paga del pecado es muerte» (Romanos 6:23).
En segundo lugar, aunque es cierto que Dios es infinita¬mente justo, también lo es infinitamente amoroso, misericordioso, bueno, bondadoso y generoso. Es como si Dios se encontrara metido en un dilema o conflicto dentro de su propia naturaleza. ¿Cómo puede Dios ser justo y castigar el pecado humano por un lado, y por otro justificar a los pecadores?
Encontramos la respuesta a este dilema de los siglos en la cruz de Jesucristo. Dios derramó toda su ira contra todo el pecado humano sobre su propio Hijo mientras colgaba de aquella cruz en el calvario. Jesús murió como sustituto nuestro, en nuestro lugar, pagando el castigo que merecemos nosotros, probando la muerte por cada ser humano (Hebreos 2:9). Bebió todo el cáliz de la ira de Dios por usted y por mí. Pagó por completo la deuda de nuestro pecado (Juan 19:30). Satisfizo para siempre la ira, la justicia y la santidad de Dios con respecto al pecado, permitiendo así que Dios reaccionara con amor y gracia hacia aquellos que lo aceptan a Él como su Salvador.
En la cruz, la infinita justicia y el amor infinito de Dios se encontraron. Ambos fueron plenamente satisfechos. Por esta razón, Dios puede recibir a aquel que no hace nada más que creer en que Cristo es su sustituto (Juan 1:12).
Pero si nosotros rechazamos la salvación que Dios nos ofrece en su bondad por medio de su Hijo Jesucristo, entonces tendremos que pagar nosotros mismos el precio de nuestros pecados. Esta es la verdad que tenemos que enfrentar, son los mismos pecadores los que se envían ellos mismos al infierno. Usted escoge. O acepta el amor de Dios y el pago de sus pecados que realizó Cristo para poder ir al cielo cuando usted muera, o rechaza a Jesús y entonces se enfrentara a la justicia divina, pagando usted mismo el precio de sus pecados en el infierno.
Recibir el amor de Dios (Su gracia), o enfrentarse a la ira de Dios (Su justicia). Esa es la más importante decisión que usted debe de tomar en su vida. Decisión que, aunque sencilla, tiene consecuencias eternas.
AHORA, Es muy posible que todo esto que hemos estudiado hoy a usted no lo le quede del todo claro. Quizás por eso el apóstol Pablo en 1 Corintios 13: 12a dice: «Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara». PERO, de todo lo que hemos estudiado hoy, Usted puede deducir 6 Realidades.
1) Dios nos creo para amarnos y desea que nosotros le correspondamos Su amor. La biblia dice: <
2) El infierno si existe. El infierno es un lugar real. Vemos que de las 12 veces que el Nuevo Testamento menciona el infierno; o sea, la palabra gehena, 11 veces la menciono Jesús. Jesús hablo más del infierno que cualquier otro en la biblia. Jesús hablo más del infierno que del cielo.
3) El ser humano fue creado para durar para siempre. Un día usted y yo vamos a morir y nuestros cuerpos serán enterrados, pero ese no será el fin. Es más, la biblia dice: << Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos>> Eclesiastés 3: 11. La biblia dice que la vida en la tierra es la preparación para la eternidad. Dios ha puesta el sentido de eternidad en nuestros corazones.
4) Dios ha preparado 2 destinos reales. Uno es el cielo y el otro es el infierno. Jesús dijo a todos Sus discípulos: <
5) Usted escoge donde pasará la eternidad. Así como el rico y lázaro escogieron su destino final cuando todavía estaban en vida, igualmente usted tiene la opción de escoger, pero solo mientras tiene vida. En Deuteronomio 30: 15 y 19 Dios dice: << Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal… A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia>>.
6) No hay segunda oportunidad después de la muerte. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros toda una vida para tomar la decisión de nuestro destino eterno. Así que no continúe postergándola. La biblia dice que: “Ausentes en el cuerpo es estar presentes en el Señor.” También dice, “El que no cree, ya ha sido condenado.”
Seis realidades indiscutibles, una sola decisión. La decisión es suya.
La gracia de Dios, o la justicia de Dios. ¿Usted escoge? Oremos…