LA INHABILIDAD TOTAL
Ha sido mi costumbre, domingo tras domingo exponer ante ustedes la Palabra de Dios, esto nos protege de enseñar pensamientos humanos, pensamientos filosóficos y personales.
Hace un tiempo hablamos de la doctrina de la Elección Incondicional y allí se quedó establecido que Dios eligió según su voluntad los que estarían en la gloria. Que los predestinó desde antes de la fundación del mundo; y a ellos, los llamó, justificó y glorificó.
Abran sus Biblias en Juan 11 donde encontramos el relato de la resurrección de Lázaro, que junto con sus hermanas Marta y María eran creyentes y amigos de Jesús.
Juan 11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Bethania, la aldea de María y de Marta su hermana
3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
Jesucristo tenía un afecto muy especial hacia Lázaro, y aun así no solo se enfermó sino que también se murió.
Juan 11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
Aquí encontramos varias cosas importantes:
1. Los creyentes y amigos de Jesús también se enferman y mueren.
2. Aunque Cristo amaba a esta familia no acudió a ayudarles cuando lo llamaron porque él tenía un propósito más grande.
3. Cuando Dios no atiende nuestro ruego, no significa descuido o negligencia o que no nos ama.
4. Jesucristo es Omnisciente, supo qué era lo que iba a suceder después. “Esta enfermedad no es para muerte”
17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle,
21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Desde el punto de vista humano, Marta, pensó: ¿No que muy mi amigo? ¿No que está siempre a nuestro cuidado? ¿Por qué ni me hizo caso cuando lo busqué? Por lo tanto… cuando Jesús llegó 4 días después de que Lázaro murió, ella le reclamó: “Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”.
23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Me sorprenden estas dos hermanas Marta y María de Bethania, estaban bien discipuladas, tenían un sólido conocimiento doctrinal, y además mucha confianza en el Señor Jesús, comparándolas a las dos se ve más sólida la fe de María.
32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, (En actitud de adoración y sometimiento a su voluntad) diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
35 Jesús lloró.
36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. “y ahora también llora de la impotencia, y de la culpa por haberse tardado”
37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?
38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera!
Aprovecho para contarles lo que hizo un pastor novato en una pequeña congregación que le asignaron: en un funeral anunció: “Hermanos, yo creo que Jesucristo tiene poder para resucitar en este momento al hermano, Antonio” y empezó a orar pidiendo la resurrección del hermano Antonio, y como no resucitó, le echó la culpa a la incredulidad de la congregación. ¿Y saben lo que le sucedió? Lo destituyeron del cargo de pastor inmediatamente.
Ese pastor novato no comprendió que un evento tan importante como la muerte del Hermano Antonio, era la voluntad de Dios, se opuso a la voluntad de Dios, y llevó a la congregación a rebelarse a la voluntad de Dios.
Notemos que Jesucristo dijo:
Juan 11:4 “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y por esa razón permitió la muerte de Lázaro para resucitarlo.
Aquí la Biblia presenta a Jesús dando una orden a un muerto. Nunca nadie lo había hecho. Porque los muertos no pueden oír, pensar ni obedecer, no tienen voluntad, ni poder para hacer algo, su condición es de una inhabilidad total
44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesucristo pudo hacer lo que humanamente es imposible.
¿Por qué Lázaro obedeció? Porque primero Jesús le dio la vida, luego pudo escuchar el llamamiento y obedecer = este es el proceso de salvación, este es el poder de la Palabra de Dios, el poder del evangelio: “Yo soy la resurrección y la vida”
El evangelio manda a los huesos secos que vuelvan a vivir, que los muertos entiendan, se arrepientan, y crean; el evangelio manda algo que los hombres en su condición natural no pueden hacer.
En el siguiente texto, la Biblia no habla de Lázaro solamente, sino de todos nosotros:
Ef.2: 1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Este es el gran problema del hombre, está totalmente muerto espiritualmente, totalmente incapacitado para buscar a Dios, oír su palabra y mucho menos capaz de obedecerla; la paga del pecado es… muerte. Sin Cristo, no estamos enfermos ni débiles sino muertos.
1 Tim. 5:6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Jesucristo se refiere a esos placeres de los muertos espiritualmente:
Mat. 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
“Hermano pero hay incrédulos que son muy buenas personas, muy amables, bondadosos, buenos esposos y padres, no dicen mentiras” Todo eso lo hacen por diferentes motivos, no lo hacen para la gloria de Dios = trapos de inmundicia.
Ef.2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)
“Hermano pero Dios exige fe de parte de los hombres para ser salvos” Es cierto, pero no olvidemos que la fe es un don, un regalo de Dios”
Cuando Dios creó al hombre tenía comunión con Dios, lo amaban, pero cuando desobedecieron, murieron espiritualmente.
Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Dios ordena a los pecadores que se arrepientan, que crean en Jesucristo, que lo amen, que lo reciban, que lo confiesen como Salvador. ¿Con qué poder podrán los Lázaros muertos obedecer estas órdenes? Los muertos no tienen ningún poder, están totalmente inhabilitados, primero tienen que resucitar por el poder de Cristo.
Juan 1:12 “a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 5: 21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. = La salvación es un acto soberano de Dios, cuando alguien cree en Jesucristo como su único y personal Salvador, no es por su voluntad, sino por voluntad de Cristo.
Juan 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
Mat. 11: 27 Nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Es decir, tu no vas a pasar de la muerte a la vida espiritual, tu no vas a entender la verdad, y no vas a creer en Jesucristo, a menos que Dios quiera. Jesucristo no es arminiano. Los arminianos son los que enseñan que el hombre decide creer, decide recibir a Jesucristo por su voluntad, Jesucristo no es arminiano.
¿ustedes creen que haya zombies = muertos vivientes? Sí, sí los hay. Son todos los que tienen vida física pero no tienen a Cristo.
Gén. 6: 5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Todos los textos bíblicos que hemos mencionado se refieren al corazón lleno de corrupción = el corazón no es en sí la bomba que tenemos aquí, sino nuestra alma; la biblia también le llama “Psique” = mente.
Rom. 1:28 Dios los entregó a una mente reprobada,(que no funciona) para hacer cosas que no convienen;
29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
2 Cor. 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Rom 8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Resumen: La inhabilidad total = No tenemos la capacidad de responder al evangelio, no podemos resucitarnos a nosotros mismos del estado de muerte espiritual en la que estamos, no podemos dar vista a nuestro alma ciega para ver las cosas de Dios, no podemos libertarnos de la esclavitud del pecado, no podemos dejar de rebelarnos contra la Palabra de Dios, y ni siquiera lo queremos; no queremos arrepentirnos y creer el evangelio, se necesita que Cristo nos diga: ¡Lázaro ven fuera!
Pues esto es lo que enseña la Biblia: La inhabilidad total del hombre para salvación, si no crees esta doctrina entonces tu crees que el hombre por sí solo tiene la capacidad de buscar a Dios, producir la fe para salvarse y cuando anuncian el evangelio es como si estuvieran en un puente y ven a una persona en el río ahogándose y pidiendo ayuda, y le dice: “debes luchar por ti mismo por tu salvación, pero tengo buenas noticias, si logras salir a la orilla, tengo una toalla para secarte”
Este es un llamado sin poder de Dios, basado en el poder humano. En cambio, la Biblia presenta al hombre ahogado y muerto en el fondo del agua, Cristo va y lo rescata, y Jesucristo mismo lo toma en sus brazos y lo lleva a terreno firme, lo resucita, esas son las buenas nuevas del evangelio, nuestra inhabilidad total y la capacidad total de Cristo para salvarnos.