Anhelando Su Presencia
(Salmos 42.1-2)
Anhelar es desear algo con pasión. Hay quienes anhelan riquezas, gloria, fama, reconocimiento, poder, placeres mundanales. Pero hay quienes ponen todo esto a un lado y su anhelo mayor es experimentar la presencia de Dios en sus vidas.
Para poder estar ante su presencia y disfrutar de su presencia tenemos que vivir en santidad. El pecado no puede reinar en nuestras vidas. Hay quienes dicen anhelar la presencia del Señor, pero sin embargo no les gusta vivir en Santidad. Viven una vida de pecado. Estas en la Iglesia pero... tus ojos... tu hablar
Para experimentar la presencia de Dios necesitamos
• Darle a Dios el primado de nuestras vidas
• Desear esa presencia en nuestro corazon (no de boca)
Isaías 29:13 “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí...”
• Tener comunión con Él (en todo momento)
• Consagrar nuestras vidas a Él
Para experimentar la presencia de Dios, Dios debe ser lo más importante en nuestra vida (No esto o aquello…)
Lucas 10:27 “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente...”
Amar a Dios es hacer todo lo que el te mande a hacer. Es rendirte a Él de todo corazón. Amar a Dios es no vivir para ti sino para Él. Es saturar tus pensamientos con sus deseos.
Amar a Dios es preguntarle; ¿Señor cual es tu voluntad para mi vida? El problema es que estamos arraigados a esta tierra…
Hay que cuidarse: de las ansiedades de este mundo
De las aspiraciones por las cosas terrenales
De los placeres del mundo que quitan el hambre y la sed de Dios
Que reprimen el deseo de buscar su rostro en oración.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia...”
¿Y como puedo buscar a Dios sinceramente y de todo mi corazón?
• Humillándonos
• Reconociendo mis faltas
• Pidiendo su perdón
• Esforzándonos
• Abandonándonos a la búsqueda de Dios
No hay nada más hermoso que sentir su presencia en nuestras vidas
Éxodo 33:14-16 Dios le dijo a Moisés: “Mi presencia irá contigo, y te daré descanso 15Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros…?”
Nuestra oración debería ser; Señor sin tu presencia…
• Yo no me muevo.
• No me dejes dar un paso
• No me dejes tomar decisiones si no vas a estar conmigo
• Desfallecen mis fuerzas
• Se entristece mi corazón
Salmos 119.58 “Tu presencia supliqué de todo corazón...”
Nuestra oración debería ser; Señor yo anhelo tu presencia
• En mi ministerio, en mi hogar, el trabajo, en la escuela, donde quiera que yo vaya.
• Tu presencia me da vida
• Tu presencia me alienta
• Tu presencia me levanta
• Tu presencia me llena de gozo y seguridad (Salmos 16:11)
“... En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.”
Mi alma tiene sed de Dios.
Como el agua es esencial para la vida física, así Dios y su presencia son esenciales para la vida del hombre.
Los verdaderos creyentes tienen hambre y sed de Dios
Los verdaderos creyentes tienen hambre y sed de su presencia.
Dejar de tener sed y hambre de Dios es morir espiritualmente.
No podemos permitir que nada disminuya
Nuestro deseo por las cosas de Dios.
Iglesia; Anhelemos la presencia de Dios en nuestras vidas
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.”