FE: La decisión de creer
I. La tormenta externa vs. La tormenta interna. Marcos 4:37,39-41
Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
a. Roy Hicks dice: “Solo Él podía reprender la tormenta en el mar de Galilea, solo ellos podían reprender la tormenta interna.”
i. Tormenta interna.
1. duda
2. temor
3. incertidumbre
ii. Tormenta externa
1. los milagros
2. lo sobrenatural
b. ¿Qué le ha dicho a usted el Señor? Marcos 4:35
Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
i. Nos toca elegir entre – Números 13:31
1. lo que el Señor a dicho
2. lo que nuestra circunstancia nos dicta
c. ¿Será importante oír a Dios? ¿Conocer el carácter de Dios?
Romanos 10.17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
i. La lectura bíblica, el discipulado es vital para el crecimiento de nuestra FE.
1. La duda, el temor, la incertidumbre se alimentan de la falta de conocimiento.
2. Jesús paso la mayor parte de su tiempo enseñando.
d. Soy llamado a ser un discípulo que camina en FE.
i. En lo personal – debo tener el anhelo de descubrir la verdad de Dios para mi vida.
ii. Debo decidir el vivir una vida informada. Deuteronomio 6:6-9 - Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
e. Alimentando nuestra FE.
i. Dios nos dio su palabra y su presencia
Mateo 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.