Introducción:
Como hijos de Dios, una de las preguntas que nos hacemos acerca de las cosas de Dios es, ‘¿será esto la voluntad de Dios?’ Muchas veces nos hacemos esta pregunta pero el personaje que menos buscamos para recibir la contesta es a Dios.
Para entender las palabras del profeta Hageo tenemos que ver el contexto histórico del mismo. El pueblo judío había sido capturado en el año 587 b.c. por los babilónicos y su rey Nabucodonosor. Luego de estar en cautiverio por 70 años, toma el poder del imperio los Medos-Persas bajo el rey Ciro.
El rey Ciro firma un edicto permitiéndoles a los judíos regresar a su tierra. Muchos se quedaron el Babilonia y en Persia pero un remanente regreso a Jerusalén a reestablecer sus vidas en su tierra natal.
Lo primero que decidieron hacer fue el templo de Jehová. Ellos querían hacer el templo para que la gloria de Jehová regresase a ellos. Comenzaron bien, pero terminaron mal. Después que algunos samaritanos comenzaron a dales problemas, los judíos dejaron de trabajar y el trabajo se quedo aguantado por algunos 14 años.
Aquí es donde entra el profeta Hageo con palabra de Dios. La pregunta para nosotros hoy es, ¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Qué es lo que Dios quiere con nosotros?
Tenemos que entender que muchas bendiciones que no recibimos son porque hacemos esta reflexión sin primero entender el corazón de Dios. Entonces cuando llegamos a una conclusión de lo que es la voluntad, tomamos una decisión basado en lo que nosotros pensamos que es la voluntad de Dios y no basado en lo que Dios dice que es su voluntad para nosotros.
I. Propósito, Prioridades y Planes
Exposición: Dios es un dios de propósito, prioridades y de planes. Nada sucede sin que El antes nos revele Su voluntad. Su palabra nos enseña claramente que si clamamos a El, no solo nos responde sino que nos muestra cosas ocultas que no conocemos (Jer. 33:3).
Explicación: Esto nos muestra a nosotros el hecho de que tenemos que pensar en el propósito de Dios primero. ¿Cuál es Tu propósito Señor? ¿Cuál es mi propósito?
Luego preguntarnos, ¿Cuál es son mis prioridades? ¿Realmente estoy poniendo a Dios en su lugar; primero? ¿Cuáles son Tus planes para mi vida? ¿Están mis planes en acuerdo con los tuyos?
Aplicación: Si queremos saber estas cosas tenemos que conocer íntimamente a nuestro Dios. La única forma de lograr esto es a través de su santa palabra.
Propósito – Efesios 1:11 dice, “En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria.”
Prioridades – 3 Juan verso 2 dice, “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
Planes – Jeremías 29:11 dice, “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”
Transición: ¿Son tu propósitos como los propósitos de Dios? ¿Son tus prioridades como las de Dios? ¿Son tus planes como los del Señor?
II. Voluntad, Palabra y Caminos
Exposición: Dios a través de los tiempos ha querido que entendamos su voluntad, su palabra y sus caminos. El pueblo judío al regresar del cautiverio, sabía la voluntad de Dios para ellos; conocían la Palabra de Dios y conocían los caminos de Dios. ¿Qué pasó que no lo llevaron a cabo?
Explicación: Muchos de nosotros, semana tras semana escuchamos la palabra de Dios ser predicada, ministrada, etc. Pero algo sucede en nosotros que nos detenemos en cumplirla. No hacemos lo que estamos supuestos hacer.
Aplicación: El Señor nos esta llamando a conocerlo a El mas íntimamente. Leamos el Salmo 37.
Voluntad – Nosotros nos enfocamos en otros; Dios dice, Yo me encargaré de ellos (versos 1 – 2).
Palabra – Nosotros nos frustramos y nos angustiamos; Dios dice, confía en mi y deléitate en mi (versos 3 – 4).
Caminos – Nosotros improvisamos y tratamos de crear caminos limpios; Dios dice que tenemos que encomendarnos a El y que otra vez, confiemos en El (4 – 5).
*LEER HASTA EL VERSO 11*
Transición: Vamos a someter nuestras ansiedades a El porque El prometió cuidar de nosotros.
III. Protección, Progresión y Persuasiones
Exposición: Una de las razones por la cual no entendemos la voluntad de Dios para nuestras vidas es por el miedo o temor de las cosas que no conocemos y la falta de fe que aplicamos a nuestro diario vivir; y en el proceso somos fácilmente influenciados o persuadidos por lo que oímos y vemos.
Explicación: Tenemos que tener en mente que lo que nosotros hemos sido llamados a hacer para Dios no será visto por los ojos carnales al principio. Jesús dijo, ‘Bienaventurado los que no vieron y creyeron’, cuando se refirió a Tomas al dudar si era Jesús o no después de haber resucitado.
Aplicación: No podemos depender de nuestra protección ni podemos dejarnos llevar por la progresión que nosotros pensamos debemos tener. A la vez no podemos ser fácilmente persuadidos de lo que el mundo nos dicta.
Protección – Salmo 91:1 dice, “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”.
Progresión – Hechos 1:6 – 8ª dice, “Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: —Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel? 7 —No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—.8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder.”
Persuasiones – Filipenses 1:6 dice, “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
Conclusión:
Tu quieres saber la voluntad de Dios para tu vida, búscalo a El y solo a El.