ATRÉVETE A SER UN DANIEL.
Dn. 6:1-11
Muchos personajes del Antiguo Testamento nos enseñan por sus virtudes, pero también podemos aprender de sus pecados como los pecados de David. Aprendemos mucho de su pecado de lujuria, adulterio y homicidio.
Daniel nos inspira por su victoria sobre la tentación. Por lo tanto Dios le llama “Daniel el Amado” ¿Te gustaría ser llamado así? A mí sí.
¿Por qué lo llamó Dios “Daniel el Amado”?
1. Por su consagración a Dios. Dn. 6:5 Dijeron sus enemigos: “No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios”
Es decir, sus enemigos se dieron cuenta de la total consagración de Daniel a Dios y decidieron tenderle una trampa porque sabían que sería fiel a Dios, y la usarían para sus malévolos propósitos.
Una mamá enseñaba a orar a su hijito de 4 años: “te entrego todo lo que yo tengo” y su hijo repitió la oración pero en voz baja: “excepto mi gatito que me acaba de comprar mi papá”
Eso no es consagración.
Unos policías federales estaban realizando un operativo antidrogas en la carretera que va de Tepic a Guadalajara. Al inspeccionar una camioneta “Suburban” encontraron 40 kilos de cocaína pura pero los narcotraficantes lograron escapar y esconderse en algún otro vehículo de los muchos que estaban haciendo cola para pagar la caseta de cobro. Lo único que lograron capturar fue a su perrito que quedó en la camioneta Suburban. Uno de los policías que leía la Biblia diariamente, se acordó del versículo:
Is. 1:3 “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor” inmediatamente dio la orden de que ningún vehículo abandone la caseta de cobro, soltaron el perrito que se fue directamente donde estaban sus dueños y los atraparon. La fidelidad de la mascota les ayudó a capturarlos.
Lo mismo quisieron hacer los sátrapas con la consagración de Daniel.
Dn. 6:10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios como lo solía hacer antes.
¿Qué haríamos si de repente nuestro gobierno prohibiera los cultos de oración bajo pena de prisión? Yo creo que ninguno de nosotros iría a prisión, porque nadie viene a esos cultos, ¿o ya habrá una ley que prohíbe la oración y yo no me he dado cuenta?
En el caso de Daniel estaba comprometido a cumplir la voluntad de Dios y si alguien, incluyendo el rey y su séquito se oponían al mandamiento de Dios, el tuvo en más alta estima la voluntad de Dios que la de los hombres.
Una vedette “cristiana” dijo que era la voluntad de Dios que se desnudaba y que bailaba porque usaba su “talento” para Cristo porque diezmaba de lo que ganaba.
Este es un ejemplo de consagración muy mal entendida, porque primero hay que vivir los mandamientos de Dios para poder vivir dándole la gloria a él.
Un pastor a otro:
- “Mi iglesia será la primera en ir al encuentro de Jesucristo cuando venga por segunda vez”
- ¿Cómo puedes presumir de eso?
- Porque la Biblia dice: “los muertos en Cristo resucitarán primero” mi iglesia está muerta.
2. Por su vida disciplinada.
Dn. 6:4 “Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él”
Qué haríamos si el gobierno decretara que no viniéramos al templo? ¿volveríamos a las catacumbas como al principio del cristianismo o desaparecería la iglesia? Qué haríamos si decretara que adoremos la tilma de Juan Diego diciéndole “Madre mía, emperatriz de las Américas, bendíceme” ¿lo haríamos? Yo no.
Daniel no empezó a orar cuando vino la prohibición sino que continuó como antes, no se quejó, no se compadeció de sí mismo, temía más a Dios que a los sátrapas.
Luc 18:1 “Jesús les refirió una parábola sobre “La necesidad de orar siempre, y no desmayar”
Daniel tuvo una fe valiente, porque tenía a Dios como su única esperanza y eso lo hizo tener una actitud optimista ante una de las pruebas más grandes de su vida.
¿Estás pasando tu, hermano, por una prueba grande en tu vida? Confía en el Señor, y espera en él, eso te hará tener una actitud optimista.
Notemos tres actitudes diferentes ante un mismo hecho: Estaban observando la inmensidad y la maravilla del Gran Cañón un pintor, un pastor y un vaquero:
PINTOR: ¡Qué grandioso paisaje para pintarlo!
PASTOR: ¡Qué maravillosa obra de Dios, gloria sea a él!
VAQUERO: ¡Qué terrible lugar para perder una vaca!
Daniel dijo ante su gran prueba:
¡Qué hermosa situación para ser fiel a Dios e interceder por mi pueblo!
Una pareja después de jubilarse, invirtieron todo su dinero en la compra de un yate y decidieron visitar algunas paradisíacas islas del Caribe, el esposo se cansó de manejar y le pasó la cabina a su esposa y se fue a dormir, al rato también la esposa se cansó y puso el piloto automático y se fue a dormir. Nunca se percataron cuando apareció un islote donde se estrelló el yate y ellos murieron. Dios nos advierte:
“velad y orad, porque no sabéis la hora que Cristo vendrá”
“Puestos los ojos en Cristo, el autor y consumador de nuestra fe”
Pedro cuando quitó los ojos de Cristo y los puso en la tormenta, se hundió, pero Jesucristo extendió su mano y lo levantó, aunque lo regañó por haber quitado sus ojos de él.
3. Daniel acepta lo adverso porque viene de parte de Dios.
Dn. 6:16 “Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones”
Aceptó el sufrimiento que le infringían por guardar los mandamientos de Dios, aún aceptó la muerte, si es que Dios eso requería de él.
Jesús nos dice que los que lo siguen sufrirán persecución.
Juan 16:33 “Estas cosas les he hablado, para que tengan paz… en el mundo tendréis aflicciones, pero confiad… porque yo he vencido al mundo”
La historia del cristianismo nos da evidencia que esto se está cumpliendo.
Mateo fue decapitado en una ciudad de Etiopía por ser Cristiano.
Marcos murió en Alejandría porque lo arrastraron por las calles.
Lucas fue colgado en Grecia.
Juan fue echado en una olla de aceite hirviendo pero escapó y fue desterrado a la isla de Patmos
Pedro fue crucificado en Roma boca abajo.
Jacobo fue tirado del pináculo del templo y rematado a palos.
Felipe fue colgado de un pilar en Hierópolis.
A Bartolomé le quitaron la piel vivo y le echaron sal.
Andrés fue amarrado a una cruz y muró predicando el evangelio a sus perseguidores.
Tomás fue traspasado con lanzas en la India.
Matías fue apedreado y decapitado.
Bernabé fue apedreado.
Pablo fue torturado y decapitado en Roma por Nerón.
Hudson Taylor sufrió durante siete años en África; sufrió hambre, cárcel, y golpes.
Nosotros sufrimos mucho porque a una hermana se le olvidó saludarnos el domingo pasado, y lloramos y le reclamamos a Dios el por qué tanto sufrimiento injusto.
4. Daniel tenía una fe para vencer.
Dn. 6:22 “Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios”
En un poblado de Japón, cada vez que los cristianos se reunían para rendir culto al Dios Vivo y Verdadero, eran apedreados, pero no dejaron de congregarse. Los perseguidores aumentaron y la situación se prolongó por varios años, luego vino la tolerancia, y muchos de los perseguidores se convirtieron al Señor y con el montón de piedras que les habían lanzado, construyeron la pila bautismal, porque eran hermanos bautistas. Una fe que vence, como la de Daniel.
¿Por qué tanta injusticia sobre un siervo de Dios? ¿Por qué el mal se sale con la suya? En el momento no lo entendemos, pero Dios nos dice que “todas las cosas nos ayudan para bien” Leamos el maravilloso propósito de todas las pruebas en la vida de Daniel:
Dn. 6: 25-28 “Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. En todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones. Y Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro”
En un pueblito el panadero cristiano les dijo a unos niños pobres que estaban viendo a través del cristal el pan:
- Vengan niños aquí hay una pieza de pan para cada uno de ustedes. Todos los niños corrieron y tomaron los panes más grandes excepto una niña que se quedó con el pan más chico.
- Mañana vengan otra vez. Al día siguiente sucedió lo mismo. En esta ocasión la niña encontró mucho dinero dentro del pan y pensando que había sido un error fue a regresarlo al panadero.
- “No es un error, es una recompensa”… Tal vez los cristianos nos quedamos con lo menos en este mundo… pero nuestro galardón es grande en el reino de Dios.
Ahora ya sabes por qué Dios le llamó a Daniel: “Daniel el Amado” Por su consagración a Dios, por su vida disciplinada, Porque aceptó las adversidades, Por ejercer una fe vencedora.