EL PLAN DE DIOS PARA SU FAMILIA Ef. 5:18-22
La célula de la sociedad es la familia. Esta generación de principios del siglo 21 está siendo testigo de la muerte de la familia.
Hay muchas evidencias alrededor de nosotros que nos advierten que la familia se está muriendo
Esas evidencias van marchando descaradamente en un desfile ante nuestros ojos: divorcios, la liberación sexual, esterilización, violencia intrafamiliar, infidelidad, homosexualidad, la liberación femenina, los derechos de los niños, el amor libre, el matrimonio de homosexuales, etc.
Estamos viendo la formación de la soga que ahorcará a la familia, y estamos viendo que se está cavando su tumba y la mayoría de nosotros parece que lo aprobamos y estamos contentos.
Hay un libro que se llama “La muerte de la familia” el autor dice: “no necesitamos la familia, que se destierre la familia completamente de la humanidad, porque es la herramienta principal del imperialismo, oprime y esclaviza a la mujer; que no haya distinción de sexos, que se acaben los matrimonios, que se quite la palabra maternidad de todos los idiomas, que se vaya todo tipo de amor entre la humanidad porque son los aliados de esta opresión.
Si la familia llegara a desaparecer; ¿Quién va a criar a los hijos? ¿Quién los enseñará a socializar? ¿Quién enseñará los valores morales?
Dr. Armand Nicolai de la Escuela de Medicina de Harvard dice: El incremento de madres solteras que trabajan fuera de casa, el cambio constante de lugar de residencia, el dominio de la televisión en la casa, la ausencia de control de la sociedad, la confusión moral de la sociedad, la falta de comunicación en la familia, y el divorcio; están haciendo familias incapacitadas, desintegradas, con enfermedades emocionales.
En la próxima generación, el 95% de las camas en los hospitales serán ocupadas por personas con enfermedades mentales, habrá más asesinatos de personas que están en autoridad, la violencia intrafamiliar aumentará, incluyendo asesinato intrafamiliar y suicidio.
Sociólogos, psicólogos y consejeros familiares están intentando detener la caída de la familia por medio de libros, cursos para padres en las escuelas, sermones en las iglesias, seminario para matrimonios, pero hasta ahora no lo han logrado, y han declarado a la familia como una especie en peligro de extinción.
Hace 30 años, un matrimonio de 500 se divorciaba, (entre los cristianos), ahora las estadísticas son, 1 de dos matrimonios se divorcia, exactamente igual que los incrédulos.
La familia es una institución de Dios para alcanzar la plenitud de las personas y criar a los hijos saludablemente; es donde podemos tener intimidad, gozo, amor, confianza, seguridad; donde aprendemos a socializar, y construimos nuestros valores morales.
¿Se puede salvar la familia? ¿Se debe salvar la familia? ¿Vale la pena luchar por la familia? Si la respuesta a estas preguntas es “Sí” entonces la siguiente pregunta es: ¿Cómo? = En Dios, en su Palabra, aplicando los principios para su matrimonio que se encuentran aquí.
Yo no estoy aquí para darles mi opinión, ni la opinión de psicólogos, ni de consejeros matrimoniales; que a veces caen en charlatanería; estoy aquí para mostrarles la sabiduría y la verdad de Dios para este matrimonio.
v. 18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien, sed llenos del Espíritu”
Aquí hay un contraste muy claro: No embriagarse con vino vs ser llenos del Espíritu. ¿Por qué?
Zeuz dios en la mitología griega, tuvo un hijo, Dionisio, que fundó una religión de “éxtasis y emocionalismo” esta religión dominó todo el imperio griego.
El culto establecido por Dionisio, incluía, orgías, perversiones sexuales, música, baile pero sobre todo VINO. El nombre romano de Dionisio fue Baco, por eso los romanos llamaban a esos cultos: “Bacanales” porque principalmente eran orgías y borracheras.
Así era como la gente se quitaba sus inhibiciones, se olvidaba de sus culpas, miedos y preocupaciones, y pensaban que cuando estaban borrachos tenían plena comunión con Zeuz.
Este culto pagano tenía Pablo en mente cuando escribió: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien, sed llenos del Espíritu”
Ser llenos del Espíritu significa tener nuestra alma inmersa y dominada por la Palabra de Dios.
Col. 3:16 “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”
Si ustedes saben la Palabra de Dios y la obedecen, entonces van a ser controlados por el Espíritu Santo, que es el autor de esta palabra.
Y cuando tengan miedo, preocupación y culpa, no corran a la vinatería, mejor recurran a la Biblia y sean llenos del Espíritu Santo.
Ef. 5:19 “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”
v. 20 “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”
Aquí se describe a una persona positiva, contenta, alegre, feliz, agradecida, quiero decirles algo… es muy difícil pelear con una persona así. Es muy agradable vivir con una persona así, el esposo anhelará llegar a casa lo más pronto posible.
Una vez leí un libro que se llamaba “cómo resolver los problemas del matrimonio” Si tu esposa está enojada contigo por fallas de tu parte; cómprale un osito de peluche, escribe una nota con palabras románticas y envuélve todo en papel aluminio y escóndelo en el congelador del refri y un día cuando ella ande buscando la carne congelada va a encontrar el osito de peluche con la nota romántica y la dicha volverá a tu hogar.
Te advierto Gabriel no hagas eso, o si le compras un osito de peluche, no lo congeles, porque si te lo avienta en la cara; es mejor que te golpeen con un osito suavecito y no con uno congelado. Eso no funciona… mejor se lleno del Espíritu.
Una persona llena del Espíritu tiene amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y templanza. Aunque Dorly quiera pelear no va a encontrar con quien.
v.21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios”
En este versículo, “someteos” no es para la esposa ni para los hijos como en otros. En griego es la palabra “hupotasso” = es un término militar, y significa: ponte en un rango menor a los demás. Es decir, deben tener una actitud humilde.
Tampoco es un versículo aislado sino que es un principio básico del cristianismo:
En Juan 13 cuando Jesús terminó de lavar los pies a los discípulos les dijo: “Quiero que se amen unos a otros como yo los he amado” ¿y cómo los amó? Hupotasso, bajó su rango a tal grado que le lavó los pies a los egoístas que se peleaban por ser el líder cuando Jesucristo muriera.
Filip. 2:3 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”
¿Esposos que pasaría si esta actitud impera en su matrimonio? = la felicidad.
“Hey, pastor, si tanto el esposo como la esposa se someten uno al otro, entonces ¿quién estará a cargo, nadie?
Dios designó un líder en el matrimonio.
1 Cor 11:3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”
El esposo es el líder en el matrimonio, para cuidar y proteger a la esposa e hijos, para educar y enseñar la Palabra de Dios.
Cuando les digo que tanto Gabriel y Dorly deben someterse uno al otro; eso no quiere decir que Gabriel renuncie a su liderazgo, sino que lo debe ejercer, PARA SERVIR, exactamente como Cristo, que se sacrificó hasta dar su vida por su esposa.
En este versículo, 1 Cor 11:3 “Dios es la cabeza de Cristo” ¿Dios es superior a Cristo? No. ¿Dios tiene una esencia diferente a la de Cristo? No. ¿Dios y Cristo son uno? Sí.
Todo esto quiere decir que Cristo como redentor se sometió a la autoridad del Padre; no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, y se humilló hasta lo sumo, no actuó con egoísmo, vino a morir en la cruz para salvarnos del infierno; El Rey se convirtió en siervo, El rico se hizo pobre, El autor de la vida aceptó la muerte para salvarnos. Esta es la actitud del verdadero líder.
Gal. 3:26 “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”
v. 27 “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”
v.28 “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
Espiritualmente todos somos iguales delante de Dios, pero a cada uno de nosotros nos ha designado un rol en la vida el rol del esposo es el de líder.
¿Pero qué está sucediendo en nuestra sociedad? Exactamente todo lo contrario.
Por todos lados se ve egoísmo, “voy a estar contigo mientras me des lo que quiero; y cuando ya no puedas darme, adiós, a ver quién te cuida porque yo no” ¿y los votos del matrimonio? “cuidarte ahora sano ahora enfermo” … “yo lo dije porque el pastor me dijo que lo repitiera” “Eso ya está pasado de moda, ahora estamos en tiempos modernos “úselo y deséchelo”
¿Cuál es el secreto para tener un matrimonio de éxito, y para toda la vida?
No depende de cuántas veces le lleves flores, ni cuántas veces la lleves a cenar a un restaurant, depende de qué tan comprometido estés a obedecer al Espíritu de Dios. Que la Palabra de Dios influya en tu matrimonio y no el mundo.
Cuando vengan las dificultades, porque van a venir; cuando haya malos entendidos, porque va a haber, ¿cuál va a ser su actitud? ¿Van a dar gracias a Dios en todo, o van a quejarse, amargarse y a culparse uno a otro?
¿Van a estar con gozo unidos a enfrentar la dificultad o van a estar refunfuñando; en otras palabras, van a aceptar la voluntad de Dios o van a desanimarse, y hasta rebelarse contra Dios.
La razón por la que los matrimonios fracasan es porque no toman en cuenta a Dios para su matrimonio, influye la corriente de este mundo y los deseos perversos de su corazón.
Si logran un ascenso en el trabajo o si se enojaron con su esposa el resultado es el mismo: agarran la botella de Don Pedro o Viejo Vergel.
Si una compañera de trabajo les coquetea, el mundo dice: “Le gustaste, llévatela al hotel”. Si tu esposa llega una hora más tarde de lo normal, el mundo dice: “véngate de ella, el próximo viernes social te vas con nosotros y no llegues hasta las tres de la madrugada”
El mundo está imponiendo su manera de pensar: Los gay, hombres y mujeres gay, influyeron tanto, que ya lograron su ley de la convivencia social y legalizar los matrimonios para practicar abiertamente sus desviaciones sexuales.
Si ya te aburrió tu esposa, Si tus relaciones sexuales cayeron en la monotonía, el mundo dice: “la solución es el cuerno, o si no, divórciate ya de plano”
Todo esto ha surgido para destruir la familia, y el combustible que usa este fuego destructor es el egoísmo.
1 Cor 7:3 “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, asimismo la mujer con el marido”
Aquí Dios habla del deber conyugal, de la obligación de los casados de entregarse físicamente uno a otro, Dios nos diseñó maravillosamente para disfrutar de las relaciones sexuales EN EL MATRIMONIO.
V,4 “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo sino la mujer”
V. 5 “No os neguéis el uno al otro… para que Satanás no os tiente a causa de vuestra incontinencia”
Esposas, ya nunca usen la excusa: “hoy no, me duele la cabeza” “Ay me hubieras dicho antes , ya me puse mi tratamiento de belleza, hoy no” porque después van a estar llorando: “pastor, pastor, mi marido anda de casquivano”
Una hermana usaba mucho la excusa de: “me duele la cabeza, hoy no” pero un día descubrió 1 Cor 7:5 donde dice que solamente se deben abstener sexualmente en tiempo de oración.
- “Hoy no, estoy orando”
- “Pero si yo no te veo que estés orando”
- “Aunque no me veas, estoy orando”
- “Pues yo también voy a orar: Señor te pido que la relación sexual que vamos a tener en unos momentos sea la mejor de todas las que hemos tenido” Y se abalanzó contra su esposa.
v.5 “no os neguéis el uno al otro… para que Satanás no os tiente a causa de vuestra incontinencia”
Algunos de ustedes están apretando los dientes de coraje y están pensando:
“Está bien, me voy a someter al liderazgo de mi esposo, está bien, voy a amar a mi esposa hasta el sacrificio, está bien, ya no voy a decir que me duele la cabeza, está bien no me voy a divorciar”
El divorcio debe ser algo nunca visto entre los cristianos. La triste realidad es que la mitad de las parejas que se casan se divorcian hoy por hoy, y pronto el porcentaje aumentará.
En USA ya hay pastores que hacen cultos de divorcio. ¡lo que hay que ver en este mundo!
Te quiero decir que si no recibes a Jesucristo como tu Salvador; vas a fracasar, porque no es por tu poder sino por su gracia que podrás cumplir estas reglas para tu matrimonio.
Debes poner primero el fundamento, para después edificar, de lo contrario tus pleitos esporádicos van a ser más frecuentes y vas a terminar en la estadística del 50% de los que se divorcian.
Dwight L Moody, un gran predicador en una ocasión le dijo a su audiencia:
- ¿Cómo puedo sacar el aire de este vaso?
- Sácalo con una bomba.
- No porque al sacar todo el aire el vaso se rompe.
Otros dieron diferentes opiniones hasta esta muy absurda:
- Voltea el vaso boca abajo.
Entonces ante la vista de todos; Moody sacó una jarra de agua y llenó el vaso y dijo:
- “Ahora el aire se fue del vaso porque está lleno de agua”
Si nunca has recibido a Cristo en tu corazón estás vacío. Dios puede llenar tu vida con agua fresca que salte para vida eterna, con el Espíritu Santo.
Oremos:
Padre nuestro sabemos que estás aquí a través de tu Espíritu Santo, gracias por los principios hermosos y perfectos que hoy nos has dado para nuestros matrimonios, ayúdanos a ponerlos por obra en nuestra vida, que tu Palabra abunde en nuestros corazones, llénanos de tu Espíritu Santo para tener gozo en nuestro corazón, ser siempre agradecidos, queremos ser humildes para someternos unos a los otros en obediencia a ti, quita de nosotros todo egoísmo. En tiempos de pruebas, danos gratitud, alabanza, y obediencia a Ti, Señor y Dios y la victoria y la bendición para Gabriel y Dorly, en el nombre de Jesús.