¿Cómo Recibir de Dios?
Respuesta: ¡Crea en la Palabra!
Pedir y recibir son los dos mayores misterios que los hijos de Dios deseamos revelar. Pues prácticamente la mayor parte de nuestra vida estamos ante la búsqueda de algo que complete nuestras carencias.
Lo que escribo a continuación es la revelación fresca que el Espíritu de Dios me ha dado. Esta noche estaba en mi cama y mi hija presentó síntomas de fiebre. Debido a la temporada me di cuenta que exactamente en la misma fecha, el año pasado, ella sufrió de una gripe y fiebre muy fuerte, por más de cinco días consecutivos. Por un instante pensé que esto es exactamente lo mismo. Y mi mala experiencia anterior me llevó a pensar, solo por un instante, de forma desesperanzada.
Pero doy gracias a Dios por la Palabra que mora en mí y me redarguye que de inmediato el Espíritu santo trajo a mi memoria el verso Bíblico de la gran pesca en Lucas 5:1-11
“Un día estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios. Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras lavaban las redes. Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca.
Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón:
—Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar.
—Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —le contestó Simón—. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes.
Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse.
Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:
— ¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho,10 como también lo estaban *Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón.
—No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le dijo Jesús a Simón.
Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.”
En ese momento mientras meditaba en ese verso tres cosas hicieron explosión en mi alma y mi espíritu:
1. Pedro era movido por su experiencia pasada, más Jesús era movido por la fe. Nuestras malas experiencias anteriores cuando algo no funciona puede crearnos patrones de pensamiento negativos que van en contra de lo que Dios dice en Su Palabra. Hay veces que estamos tan acostumbrados, debido a nuestra experiencia, que las cosas nos salgan mal, que realmente nos sentamos resignados a esperar que es eso lo que nos va a pasar. Para mi eso es “tener fe” en que las cosas negativas ocurrirán, en vez de tener fe en la Palabra.
Tener fe en la Palabra es la clave inicial para recibir. Y notamos en ese capítulo que pedro no tenía fe, pues su experiencia como años de pescador, su experiencia de la noche anterior, le indicaba que no existía ninguna posibilidad de hacer pesca alguna; y mucho menos siendo de día cuando ante el bullicio de la gente los peces se ahuyentaría. Y a esto yo me atrevería a decir que Pedro, dada su experticia en el ramo de la pesca, probablemente no tenía ni siquiera fe en la experiencia de Jesús en este ramo.
Pero Jesús entre tanto no era movido por lo que pedro le decía, ni por la experiencia de otros, El sólo era movido por la fe que tenía en la Palabra, para desatar y hacer que mientras El este en la barca todos los peces que estén a su alrededor le pertenecen.
Me parece increíble y maravilloso esta porción del pasaje, pues me dio mayor claridad y fortaleza al momento de pedir; en este caso, por la sanidad de mi hija. Pues pensé; “yo no pido, ni mucho menos recibo por mi experiencia del año pasado, sino por la fe que tengo en la Palabra, y si Jesús dice la Biblia que El mora en mi, quiere decir que esa misma autoridad y poder que a El le acompañaban, ahora están en mí, por tal razón yo recibo lo que Jesús recibe y al igual que a El, todos los peces que rodean mi barca me pertenecen, por lo tanto la sanidad es uno de ellos”
2. Lo segundo que cautivó mi corazón en este pasaje es que Pedro aun y cuando no creía en su corazón que fuesen a pescar absolutamente nada, aun cuando le objetó a Jesús y le dice “Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada” El hizo algo que muchos de nosotros olvidamos, EL ACTUO DE ACUERDO A LA PALABRA DE JESUS. La Palabra de Dios es tan poderosa que en ella misma posee una fe sobrenatural que cuando la ponemos en acción y actuamos de acuerdo a ella, simplemente FUNCIONA. Pedro actuó no en fe, pero si en obediencia a la Palabra de Jesús. Y la Palabra y Jesús en sí mismo tienen tanto poder y fe que fueron capaces de pasar por encima de la incredulidad de Pero, de la malas experiencias de este experimentado pescador y hacer y cumplir su propósito a punto que fue una pesca sin precedentes y como nunca antes habían visto. Es imprescindible actuar de acuerdo a la Palabra, no de acuerdo a nuestros sentimientos, emociones o experiencia.
Hay personas que están escuchando esto en este momento y están esperando algo de Dios, han leído la Biblia, ha orado, y dice “tengo fe”; pero todavía no han echado sus redes pues están esperando que Dios haga algo y entre tanto Dios anhela bendecirle con esa gran pesca de su vida, pero no puede hacer nada a menos que usted “Eche su Red”
Probablemente su red es su confesión, probablemente le esté creyendo al Señor por sanidad en su mente y a través de lo que dice Su Palabra, más en su corazón todavía hay dudas y por lo tanto la Palabra de Dios dice “de la abundancia del corazón hablará la boca” y todo lo que sale por su boca no son Palabras de Fe sino de incredulidad, más nosotros recibimos por la fe que profesamos. Cambie sus declaraciones de incredulidad por declaraciones de fe y deje actuar a la Palabra.
Quizás otros estén creyéndole a Dios para un incremento financiero y salir de la pobreza o de la crisis económica y quizás Dios solo está esperando que usted eche su red y empiece a trabajar o a ser productivo en alguna cosa para poder conducir la bendición hacia usted. No es el tipo de trabajo lo que a usted le asegura sus riquezas, sino el hecho de saber que es Dios, quien mora en usted, quien ha salido de pesca.
La Palabra dice en Santiago 2:18-24
“Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.
¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la *perfección por las obras que hizo. Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Como pueden ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe”.
No podemos ponernos únicamente en el lado de la fe si queremos que esta funciones, debemos tener fe y obrar, actuar en esta, de la misma manera que lo hizo Abraham, de la misma manera que lo hizo Jesús.
A muchos nos es conocido lo que la Palabra dice sobre la fe en Hebreos 11: 1-3
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”
¿Qué está diciendo este pasaje? Quiero que vea esto en el verso 1 y el 3; El verso uno dice que la “fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” y en el verso tres dice “Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”
Ahora bien estarán ustedes de acuerdo conmigo en lo siguiente, si la fe es la convicción de lo que no se ve, y el universo fue hecho por la Palabra de Dios…de lo que no se veía. Sería válido decir que:
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de la Palabra de Dios”
¡Fe es tener confianza y convicción en Su Palabra!
Observe esto con detenimiento, ¿que pasa cuando usted está convencido de algo? Miremos un niño, mi hija por ejemplo; ella estaba deseando comprar una computadora de la barbie. Su papá le dijo un domingo que el viernes de esa semana que iniciaba, tan pronto llegara de un viaje de negocios para el cual estaba saliendo, él mismo la llevaría a compra la computadora.
Durante cada día de esa semana mi niña me preguntaba con insistencia ¿Mami que día es hoy? Y a decir verdad a mí se me había olvidado el compromiso de ella y su papá, pero definitivamente a ella no. Transcurrida la semana, llegó el día viernes y también llegaba su papá; y ella lo primero que me dijo al dejarla en la escuela fue “mami me vienes a buscar temprano hoy es el viernes que papi me dijo que me dijo que me iba a comprar la computadora” Ella no tenía un centímetro de duda en la PALABRA que le había dado su papá. A ella no le importaba nada más, ella no sabía si su papá iba a llegar muy cansado del vuelo, si había dinero en el banco, si nos habían pagado, ese no era su problema, ni siquiera eran factores a considerar. Ella lo único que sabía es que todo lo que su papá le dice que va a ser lo hace y ella le cree a su padre por su PLABRA y por lo tanto actúa y obra convencida de la misma.
Convicción según el diccionario significa “Seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza de lo que piensa o siente. Prueba, evidencia o demostración de una creencia”
Por lo tanto es la convicción lo que produce nuestras obras de fe, es nuestra convicción lo que nos da seguridad para generar una demostración o evidencia de nuestra creencia en lo que no se ve..La Palabra de Dios.
De allí que la Biblia dice “sin fe es imposible agradar a Dios” Pero mire algo la fe depende de dos cosas la certeza de lo que usted espera, pues leyó la Biblia, sabe lo que dice, sabe en que esperar, pero la fe también es la convicción, la seguridad que tiene en la Palabra y de acuerdo a ella usted actúa, prueba, evidencia y demuestra su creencia en la Palabra.
“Sin fe es imposible agradar a Dios” significa que a Dios le agrada que usted tenga confianza y convicción en Su Palabra.
Hace tiempo mi esposo y yo pasamos por una crisis matrimonial y realmente desde muy joven yo sufría de terribles ataques de celos, eran realmente enfermizos. Por tal razón, independientemente del comportamiento de mi esposo, fuese bueno o malo, yo simplemente no le creía.
Y a pesar de todos los esfuerzo, transformaciones y compromisos que mi esposo hacia para demostrarme su amor y fidelidad, realmente yo no le creía, pero de continuo le decía que le amaba, y de verdad lo amaba. Que estaba feliz de estar a su lado, que él era un gran hombre y muchas cosas más. Y un día el me dijo, - yo no entiendo cómo me puedes amar como dice que me amas y no me crees nada de lo que digo, ni nada de lo que hago. Para ti soy un hipócrita que hace una cosa y siente otra o que hace una cosa en tu cara y otra a tus espaldas, ¿cómo me puedes amar? - Y bueno, la conversación se hizo larga pues él me dijo cuan triste y cansado se sentía de mi desconfianza, y entonces me dijo algo mientras estaba parado en la puerta, listo para salir nuevamente de viaje -“Mami, te amo, nada en esta vida me separará de ti, nada me hará dejar de amarte, pero no me agrada tener una relación así, no me gusta que dudes de lo que digo, necesito que me creas”-
En ese momento cerró la puerta y Dios me empezó a ministrar en muchas áreas y ese día fui sobrenaturalmente sanada de mis emociones y mis celos. Ese día entre muchas cosas Dios me dijo dos cosas; la primera fue decirme que exactamente así se sentía El cuando no creemos y actuamos conforme a lo que El dice, “sin fe, sin la convicción en lo que digo en mi Palabra es imposible agradarme simplemente porque a nadie le gusta lo beses y le digas una y mil veces te amo, pero no creo lo que dices. Si crees en mi Palabras, crees que lo que digo es absolutamente verdad y fuera de eso todo es mentira. Si me crees por mi Palabra actuarás convencida en ella.” Luego me mostró una segunda cosa con respecto a los celos. Y trajo a mi memoria Juan 4:20 Si alguno dice: “Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” “Me dijo, que todo aquello que afecte tus relaciones horizontales, (es decir los unos con los otros aquí en la tierra), afectará tu relación vertical, (es decir con mi Padre celestial), y viceversa. Por lo tanto si tú no puedes creer en el esposo que tienes, si no puedes confiar en lo que ves, en las obras tangibles que él hace para ganar tú confianza en su palabra, ¿cómo podrás creer en la Palabra que no ves?
Pedro decidió salir nuevamente a pescar, y en peores condiciones pues era de día pero él decidió obedecer la palabra que Jesús le dio, así nosotros debemos actuar conforme a esta Palabra, no importa que lo hayamos intentado antes y no ha funcionado, no importa las malas experiencias, actuemos conforme a la Palabra que hemos recibido de Dios y pesquemos.