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Summary: Debemos pagar con bien a los que nos hace el mal

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PAGAR BIEN POR MAL

1 Samuel 24

Intro. Los niños de nuestra iglesia están aprendiendo principios bíblicos para la vida. Más allá de que conozcan los detalles de las historias, lo que se busca es que apliquen la verdad eterna a sus vidas. Escuché una historia muy interesante el otro día. Una niña de edad preescolar le dijo a su mamá y su abuelita a la salida del kinder que una niña de la escuela le había pegado ese día. La abuelita, que no es creyente, le dijo: Y qué ¿se lo devolviste? Se lo debiste devolver. La niña respondió: “No abuelita, porque debo ser buena como David que no lastimó a Saúl”.

No se que habrá pensado o respondido la abuelita, y quizá algunos de nosotros pensemos que si sigue así esa niña, los demás se aprovecharán de su nobleza. Pero lo que sí se, es que esa niña actúo bíblicamente y se pareció a David, pero más aun, se pareció al Hijo de David: al Señor Jesús”.

David, como se nos dijo la semana pasada, fue el rey elegido por Dios, no por el pueblo, fue un rey de acuerdo con el corazón de Dios. Y tiene que todo que ver con nosotros, porque su descendiente, el hijo de David, es nuestro Rey Jesucristo. Así que David es un anticipo o un reflejo de nuestro Rey. Cuando veamos ahora las acciones de David, pensemos inmediatamente en su Descendiente, el Señor Jesucristo. Cuando imitemos lo que hizo David, estaremos imitando a Jesús.

David probó de esta manera que tenía un corazón para Dios, o era un rey de acuerdo con el corazón de Dios. Y el pasaje que estamos considerando lo mostró a través de pagar bien por mal. Tal como Jesús nos enseñó a hacer, tanto con sus palabras como sus hechos. Por lo tanto, hermanos, paguemos bien por mal.

Cuando alguien está buscando nuestro mal o nos está haciendo mal, nos parece muy lógico, muy justo, muy adecuado, muy necesario responder buscando el mal de la otra persona. Si me robaste, te robo; si chismeaste de mí, chismeo de ti; Si me faltaste el respeto, te falto el respeto; Si me haces a un lado, te hago al otro lado… en fin, te pago como tu me has hecho. Te devuelvo mal por mal. Pero la enseñanza bíblica es lo contrario: paga bien por mal.

De la historia de David, aprendemos a:

I. No pagar mal por mal aunque las circunstancias estén a tu favor

Saúl, estaba persiguiendo a David por los celos que tenía de él. David tuvo que salir huyendo para salvar su vida. Tuvo que dejar sus comodidades, su familia y vivir como un fugitivo de la justicia, siendo perseguido injustamente por algo que no había hecho.

Nuestra historia inicia con el anuncio a Saúl que David estaba en el desierto de En-gadi. Entonces Saúl sale en la persecución de David:

1 Samuel 24:2-3 dice:

“Y Tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y sus hombres, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies; y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva” (1 Samuel 24:2-3)

1.Saúl venía a David con 3000 hombres. Una ventaja tremenda

2.Saúl entra a una cueva para “cubrir sus pies”, o lo que es lo mismo, hacer sus necesidades

3.De todas las cuevas o lugares donde pudo ir Saúl, escogió precisamente la que estaba usando David como refugio. ¿Cómo interpretarías esta circunstancia?

4. Saúl estaba servido en bandeja de plata. Las circunstancias estaban a favor de David. Era “claro” que tenía la oportunidad de acabar de una vez por todas con este sufrimiento.

5. Pero David no lo hizo. No pago mal por mal aunque las circunstancias estaban a su favor.

Jesús, nuestro rey, el hijo de David, tampoco pago mal por mal aunque las circunstancias estaban a su favor. (Jesús tenía toda la oportunidad porque Dios le había el dominio sobre todas las cosas. Sin embargo dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”).

II. No pagar mal por mal aunque el consejo de los demás te inste a hacerlo

Al ver estas circunstancias, los compañeros de David las interpretaron de esta manera:

“Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere” (1 Samuel 24:4)

1.Sus soldados le dijeron: hoy te está cumpliendo Dios la promesa de que te entregaría a tus enemigos. Velo, David, hoy es el día de la venganza. Dios te lo está dando en tu mano.

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