No Te Enganes A Ti Mismo

Introducción: Vivimos en un mundo donde reina la mentira. Todo el mundo miente. ¿Y sabes por qué? Porque el príncipe de este mundo es el padre de la mentira. Eso lo dijo el mismo Jesús. ¿Y sabes que significa “padre de la mentira? Que el mismo Satanás inventó la mentira.

¿Puedes entender ahora por qué este mundo está lleno de falsedad, mentira y engaño?

1. Jesús nos amonesta a cuidar que nadie nos engañe.

A. Jesús sabía bien que la mentira está por todos lados y nosotros si no tenemos cuidado, podemos creerlo. Por eso les dijo: “Mirad que nadie os engañe” Mateo 24:4 terminando así: “Porque se levantarán falsos Cristo, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.”

B. El engaño puede estar tan bien presentado que aun nosotros los creyentes podemos confundirnos y creer alguna falsedad, porque suena como algo que pudiera ser verdad.

C. Jesús quería que los discípulos tuvieran claro en su mente, cual es la verdad para que no le dieran lugar a la mentira. Juan 8:31-32 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

D. El apóstol Pablo lo advierte también: 1 Corintios 15:33 “No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. Cuando andamos con gente que no teme a Dios, nos acostumbramos a oír sus barbaridades, y al final las aceptamos como algo normal.

E. También en Gálatas 6:7 “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará”. En ocasiones vemos que los impíos prosperan, y nos pareciera que, aunque viven en la mentira, se escapan con la suya, pero la realidad es que al final tendrán que dar cuentas a Dios.

2. La segunda advertencia es a no engañarnos nosotros mismos. ¿Cómo así?

A. Nuestro propio corazón nos engaña. “engañoso y perverso es el corazón, mas que todas las cosas. Jeremías 17:9 El corazón se refiere a nuestros sentimientos, que pueden confundirse por las circunstancias y llevarnos a pensar disparates.

B. Nuestro corazón se inclina a aceptar lo que otros dicen y hacen. De momento lo pensamos y nos hace sentido. Deuteronomio 11:16 “Cuidaos, no sea que se engañe vuestro corazón y os desviéis y sirváis a otros dioses, y los adoréis” Eso les pasó en Egipto y les volvió a pasar en la tierra prometida.

C. Nuestro corazón se desvía tras cosas que no son importantes, pero nos atraen. Job 15:31 “Que no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo, pues vanidad será su recompensa”

Vanidad significa que no tiene valor. Algo ilusorio que en el momento parece ser lo mejor.

D. Orgullo propio. Gálatas 6:3 “Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo” Esto se llama un alto concepto de si mismo. Mayor de lo que en realidad somos.

3. Cosas que fácilmente nos podemos creer.

A. Nuestro propio conocimiento y experiencia. 1 Corintios 3:18 “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio” Nuestros estudios y nuestra experiencia nos pueden llevar a sentirnos mejor o mas preparados que los demás, pero en eso hay orgullo que no le agrada a Dios

B. Nuestro sentido de autoconfianza: Nos sentimos bien de nosotros mismos. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no esta en nosotros: 1 Juan 1:8 cuando la Biblia claramente dice: que no hay hombre que no peque. Eclesiastés 7:20 20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Salmo 14:2-3 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Y Pablo lo repite en Roanos 3:10

C. La lógica humana: Lo que creemos que debe ser de todos modos. Por ejemplo:

Los judíos pensaban que Dios los protegería de los enemigos siempre porque ellos eran su pueblo escogido, pero a causa de su pedido, Dios los iba a castigar. Jeremías 37:9 “Así dice el SEÑOR: ``No os engañéis, diciendo: `Ciertamente los caldeos se apartarán de nosotros', porque no se apartarán”

Entonces, aunque Dios les estaba hablando por medio del profeta Jeremías, ellos no querían oírlo, porque no podían creer que eso fuera posible.

D. Nuestro propio orgullo. El ego. Jeremías 49:16 “En cuanto al terror que infundías, te ha engañado la soberbia de tu corazón; tú que vives en las hendiduras de las peñas, que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, de allí te haré bajar --declara el SEÑOR”. Esos pensaban que habían sido astutos haciendo vivienda en las cuevas de un monte, y que nadie los iba a poder encontrar o destruir.