No Endurezcas Tu Corazón

ADORACIÓN Y OBEDIENCIA

Salmo 95:1-11

INTRODUCCIÓN

* Un pasaje al que se le ha dividido incorrectamente.

* Intenamos adorar, pero nos olvidamos lo que relamente exige laadoración.

I. NECESITAMOS ADORAR AL SEÑOR CON UN CORAZÓN HUMILDE: 1-2,6

A. Es un llamado que recibimos de parte de Dios.

* Los verbos están en modo imperativo: venid (2x), aclamemos, cantemos, postrémonos, etc. Los creyentes somos llamados por Dios a adorarlo.

* ¿Por qué es una orden la adoración a Dios? Porque nuestra inclinación natural es negar a Dios de cualquier forma. Si fuéramos dejados a nuestro antojo, esogeríamos hacer otra cosa. Es verdad que nos disponemos para venir a adorarle, pero siempre es en respuesta a su llamado inicial.

q Dios está transformando nuestros corazones para que la adoración sea cada vez a Él sea más voluntaria. Recordemos que él está buscando adoradores (Juan 4. )

B. La actitud básica del corazón

* Los verbos postrarse y arrodillarse señalan una actitud de humildad de parte del que está adorando. Estas posturas físicas son muy importantes para entender dos aspectos fundamentales de la adoración.

* Primeramente, nos recuerdan cuál es la naturaleza de la adoración: es un homenaje a alguien mayor, a alguien superior. La adoración es un reconcimiento de la grandeza de algo, o de alguien en este caso.

* Para ello, el salmista (que en el libro de Hebreos se nos dice que se trata de David) nos da alguna información básica acerca de la grandeza de Dios en los vrss. 3-5:

Porque Jehová es Dios grande, el gran Rey sobre todos los dioses.

En su mano están las profundidades de la tierra y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca.

* David nos dice en síntesis que Dios merece ser adorado porque todo lo creado le pertenece pues él lo hizo. David usa como argumento el poder, la majestad de un Dios que hizo los cielos y la tierra. Los salmos están cargados de descripciones del mundo creado como testimonio del infinito poder de Dios y como una razón de mucho peso para reconocerlo y proclamarlo.

* Pero David nos ofrece más razonespara adorar a Dios. En el vr. 6 y 7 nos dice:

Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano

* Ahora el énfasis está en nuestra obvia pequeñez. La adoración tiene como valor agregado el reconocimiento de quiénes somos realmente:ante el Creador, criaturas; ante el Rey, súbditos; ante el Pastor, ovejas de su mano. Nadie contradiría lo obvio que resulta de adorar a Dios, que es reconocer la grandeza de Dios. Pero en esta época donde hemos desarrollado un concepto exagerado de quiénes somos, la adoración nos sirve como un antídoto contra esos delirios de grandeza que tenemos. Al adorar, por decirlo de una manera, recuperamos nuestro verdadero tamaño.

* En segundo lugar, esta postura física también apunta a la postura espiritual del corazón de la adoración. La adoración, no sólo es cantar, no sólo es expresar con palabras emotivas y profundas verdades acerca de Dios, sino que es en esencia un sometimiento a su voluntad, es una negación de nosotros mismos. Es una aceptación del poder que él tiene de gobernar, de dirigir, e incluso de disponer de nuestra vida.

* La adoración tiene muy poco que ver con los aspectos físicos, como el tono, el volumen, incluso con la calidad de la voz del adorador. Claro que debemos tener cuidado, pues son dirigidos al Señor. Pero el énfasis no está allá, pues varias veces el Señor le reclamó a su pueblo:

Este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón esta lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado... Isaías 29:13

* Por demás están los gritos, los aplausos, los instrumentos, el volumen alto, las manos levantadas, la belleza de las letras, etc., si nuestro corazón, lo que hay en lo más profundo de nuestro ser, no está sometido a la voluntad de Dios. ¡Y qué tan fácil adorar a Dios superficialmente!

* Es por todo esto que es de suma importancia que cada vez que nos encontremos en un momento específico de adoración –ya sea en privado o en la congregación-estemos concentrados en estos dos aspectos: a) reconocer que estamos ante alguien infinitamente superior a nosotros, que merece toda nuestra atención, y b)que le estamos diciendo al homenajeado que tiene todo el derecho y el poder de gobernar nuestras vidas por completo.

II. NECESITAMOS ADORAR AL SEÑOR CON UN CORAZÓN OBEDIENTE: 8-11

Si oís hoy su voz, 8 "No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto,