Me Ha Hecho Un Dicho De La Gente

ME HA HECHO UN DICHO DE LA GENTE

JOB 17:6 - " El me ha puesto por refrán de pueblos,Y delante de ellos he sido como tamboril."

Job era como un Tabret, de buena reputación, respetado y adorado pero se convirtió en una palabra, un desprecio y una canción de desgracia. Como la fortuna de los hombres cambia, así suelen cambiar nuestras opiniones sobre ellos. El corazón de Job era el mismo que antes, era santo pero no tan rico como antes; su espíritu estaba lleno de gracia pero su bolsa no estaba tan llena de oro como antes. Sufrió en el afecto de los hombres por el cambio de su condición, todos se alegraron de él pero se convirtió en una palabra clave, el desprecio de todos.

Jesucristo dio testimonio de Juan el Bautista en Juan 5:35, "Era una luz ardiente y resplandeciente, y vosotros quisisteis alegraros por un tiempo de su luz". Aunque Juan ardió y brilló todo el tiempo que Dios le hizo el candelabro de la iglesia con igual calor y brillo, sin embargo se regocijaron en él sólo por un tiempo, o por una temporada. Los judíos cambiaron sus pensamientos sobre Juan, y su estima por él se debilitó, aunque Juan continuó con la misma fuerza de dones. Los corazones del pueblo se volvieron contra él, aunque sus habilidades no lo eran; Juan no tenía esa reputación y honor después de unos años que tenía al principio. La Tabret es un instrumento musical, al son de la cual los hombres bailan y saltan; durante un tiempo saltaban alrededor de Juan; era una luz ardiente y brillante, y bailaban y saltaban alrededor de él, como los niños lo hacían alrededor de un fuego ardiente en las calles, pero esto era sólo por una temporada.

Jesucristo también se encontró en esa situación. Los judíos gritaron HOSANNA, querían hacerlo rey, él tenía mucho que adorar para guardarse de una corona; los judíos hicieron eco con "BENDITO ES EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR"; sin embargo, en seguida el grito fue: "CRUZADLO, CRUCIFICADLO, NO VALE LA PENA DE VIVIR" (Lucas 23:21); un asesino es preferido antes que Él, "gritaron, NO A ESTE HOMBRE SINO A BARABA" (Juan 18:40).

También, la marea y los arroyos se volvieron en contra de Pablo en Hechos 14, cuando él y Bernabé habían hecho una gran cura, la gente quería hacer dioses de ellos, para ofrecer sacrificios, y dijo: "LOS dioses VENEN EN LA IGUALDAD DE LOS HOMBRES" (Hechos 14: 11)"; y antes de que terminara el capítulo 14 del libro de los Hechos, la aceptación de Pablo por parte de la gente llegó a su fin; y Pablo fue apedreado como indigno en la sociedad de los hombres, por los mismos hombres, y en el mismo lugar donde fue saludado como un dios.

Job era un personaje secundario, en desgracia; Dios lo hizo secundario también, pero por su honor. Job es famoso por un proverbio popular, decimos "ES TAN POBRE COMO EL TRABAJO" cuando exponemos la grandeza del sufrimiento de cualquier hombre. Cuando exponemos la grandeza de la paciencia de cualquier hombre, decimos "ES TAN PACIENTE COMO EL TRABAJO". Todas las virtudes y gracias que los santos han manifestado bajo los sufrimientos se expresan proverbialmente bajo los sufrimientos y la paciencia de Job. No hay grandes Héroes del mundo que hayan obtenido tal nombre y gloria, por victorias sobre los hombres, como lo hizo Job por el paciente sufrimiento bajo la mano de Dios.

Así como se habla de él por su sufrimiento, así también por su santidad, Dios hizo de su piedad un proverbio también, aunque sus amigos sospecharon que era un hipócrita. Cuando el Señor se mostró tan inalterablemente resuelto, que nada lo alejó de traer el juicio sobre un pueblo pecador, dijo: "NO LO HARÉ, PIENSA QUE NOAH, DANIEL Y JOB STOOD BEFORE ME" (Ezequiel 14:14). Como si hubiera dicho, no lo haré, aunque los hombres más eminentes en santidad, o los más grandes favoritos que he tenido en el mundo deberían demandar para que se les perdone. Job fue levantado con un nombre honorable y coronado con honor por Dios con otros grandes hombres como Noé y Daniel.

Adorar a uno y despreciar a otro; aplaudir hoy y disgustar mañana; sonreír ahora y fruncir el ceño, es la constante inconstancia de la criatura.

Por lo tanto, NO VIVA EN EL ALIENTO DE LOS HOMBRES, EN EL AIRE POPULAR O EN EL DISCURSO DE LA GENTE: Aunque tener crédito con los hombres es una bendición, vivamos en el crédito que tenemos con Dios, y nos regocijemos sólo en su estima. La mayoría de los hombres están llenos de cambios, y son propensos a variar sus aspectos a cada momento, sus afectos son tan movibles como lo es su condición externa. Sólo Dios nunca cambia su opinión de ningún hombre, nunca rechaza donde ha aceptado, no desecha donde ha abrazado; una vez amigo y siempre amigo, una vez complacido con nosotros y siempre complacido con nosotros; sí, Dios está complacido con su pueblo mientras manifiesta un desagrado paternal contra ellos; y son como un taburete para Él mientras los hace un accesorio entre la gente.