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La Edad De Oro
Contributed by Felix Ramirez on Nov 29, 2005 (message contributor)
Summary: Principios bíblicos para entender y enfrentar con gozo esta etapa final de la vida
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LA EDAD DE ORO
Eclesiastés 12
INTRODUCCIÓN
· 28 de agosto, día de los abuelos. Tenemos ahora una nueva fecha para celebrar; (ha sido en los últimos años cuando hemos visto que aumente la popularidad de esta nueva fecha; nueva fecha de la que se aprovecha mucha gente para hacer ganancias.
· Según los tiempos en los que estamos viviendo, podemos ver que la época de la juventud es exaltada desmedidamente a costa de las demás etapas de la vida. Tal vez, como dice el verso: “juventud, divino tesoro”. Fíjense: los mejores trabajos, los mejores rostros, las mejores oportunidades, los mejores puestos son reservados para la gente joven.
· Pero el problema radica en que la juventud es apreciada únicamente en términos del potencial, de la belleza y fuerza físicas, que se encuentran en su punto máximo durante esta edad. Por el contrario, la infancia, la edad adulta y la vejez-principalmente ésta- no son tan bien vistas como ser joven.
· Gerente joven, maestro joven, pastor joven, presidente joven, etc. se oyen atractivos.
· Honestamente, debemos reconocer que muy dentro de nosotros existe un miedo y una resistencia a dejar esta etapa joven de la vida: son pocos los adultos a quienes no les da pena decir su edad. Es más, es considerado una falta de educación preguntarle su edad a una persona que ya no se ve joven. Lo curioso es que nos olvidamos que cuando éramos niños y adolescentes queríamos que la gente pensara que teníamos mayor edad de la que realmente teníamos. En términos sencillos, nos resistimos a dejar de ser jóvenes. Tan es así que a los ancianos ahora se les conoce como los jóvenes de la tercera edad; se dicen frases como el alma siempre es joven, joven de corazón, etc., coo un intento de quedarnos al menos con algo de la juventud.
· Esta resistencia a dejar la juventud se observa:
o en el aumento impresionante de cirugías plásticas y reconstructiva tanto en hombres y mujeres: vean a los artistas (rostros estirados, pero se tienen que cubrir el cuello para tapar las arrugas)
o la propagación de cada vez más productos cosméticos rejuvenecedores, o que detienen el envejecimiento.
o la hora de escoger nuestra ropa: usamos frases como: “te ves muy señorón”, te vistes como señora”
o las actividades en la iglesia: semana de la juventud (¿de la senectud?), ¿campamento de ancianos?
o en el hecho de que no es bien apreciado cuando alguien nos pregunta nuestra edad
o cuando apreciamos un cumplido que nos dice que nos vemos más joven. A nadie le haría gracia que le dijeran: ¡qué viejo ya te ves!
· Una amiga dice muy atinadamente que ante el envejecimiento, sólo tenemos dos opciones: aceptarlo o morirse joven. En la carrera contra el tiempo y sus efectos en nuestro cuerpo todos somos perdedores.
· Ante esta actitud negativa frente a la vejez, necesitamos mirar con atención lo que dice la Palabra de Dios al respecto. ¿Qué dice la Biblia ante el envejecimiento?
I. DIOS ES EL DADOR DE LA VIDA
· 1 Tim. 6:13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas…
· Sal. 104:29 Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo.
1. La Biblia enseña claramente que los años de la vida, y por consiguiente, vivir una larga vida es un don de Dios. Sólo él es quien nos preserva o retira el aliento de vida.
2. Tendemos a dar por sentado que tenemos derecho a la vida y nos olvidamos con facilidad que es sólo por el amor y la gracia de Dios que podemos disfrutar de lo que hay en esta vida. Lamentaciones 3:22 nos recuerda que es por la misericordia de Jehová que no hemos sido consumidos, ya que nunca decaen sus misericordias.
3. Este sencillo principio tiene muchas implicaciones. Por ejemplo, mucha gente tiene un miedo oculto de llegar a viejo, pues sólo se piensa en las dificultades que una persona anciana tiene que enfrentar, principalmente la salud; sin embargo, como la vida es un regalo de Dios, llegar a la etapa de la vejez debería ser vista como la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios para quien llega a ella. Mi papá decía: es triste llegar a viejo, pero es más triste no llegar.
4. Si uno llega a la vejez, es porque Dios en su gracia y en su sabiduría lo ha conservado hasta este tiempo. Recordemos que nada de lo que Dios hace es sin sentido, sin propósito; y llegar a la vejez también está lleno de significado, aun cuando haya situaciones que la hagan parecer complicada.
5. Entonces, debemos acercarnos a la vejez con gratitud, no con temor; con esperanza, no con desesperación, con confianza en el Señor, no en nuestra capacidad económica o de nuestros hijos para mantenernos.