Job

5B (4 de Febero)

Hoy es el ‘Super Bowl’, dijo una joven hispana.

“ay si, ay si; voy a ver el ‘super bowl’ y ni me gusta ni entiendo el juego.”

Basta de ‘football’…Quiero concentrarme en sociología…

¿Piensan ustedes acaso acerca de que Simon Pedro, sobre quien Cristo construyó su Iglesia, era un hombre casado? Se dice, “La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre.”

San Pablo deliberadamente decidió no casarse y trabajar como fabricante de tiendas para mantener su subsistencia.

La historia nos dice que la esposa de Pedro sufrió eventualmente martirio en Roma cuando Pedro vivía aún. Sin embargo, anteriormente, en 1 Corintios 9:5, se le menciona a ella.

Mi pregunta para ustedes es, ¿cuál es su reacción cuando Jesús les cura de cualquier enfermedad, ya sea física, emocional o mental, que encierra pensamienstos equivocados?

La respuesta deseable es ‘servicio’.

Jesús se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.

SANADOS PARA SERVIR.

Lo que nos dice, ‘no esperen hasta que todo sea perfecto en su matrimonio, su trabajo, o sus estudios.

Jesús te ha sanado espiritualmente y has recobrado tu salud; ve y sirve a otros en el Nombre del Señor.

Y, en cuanto a nuestra Primera Lectura de hoy, ¿Cómo creen ustedes que en nuestros tiempos una enfermera consolaría a Job?

Estudios llevados a cabo demuestran que el consuelo comienza cuando la enfermera simplemente deja a Job, ser Job, con sus maldiciones y conducta rebelde de quejas, por ejemplo, Job dijo, “se me han asignado noches de dolor.”

Las quejas pronunciadas por un paciente son importantes pues revelan si el sufrimiento lo ha puesto o no fuera de la realidad.

Cólera, enojo restringidos hacen daño a la persona misma y a los demás. Por esta razón la manera honesta en que Job se dirige a Dios es preferible al silencio.

Consuelo auténtico que demuestra interés y ofrece cuidado o ayuda permite al sufrimiento ser compartido al ‘recibir y soportar’ el dolor del otro.

“Recibir y soportar’ son palabras claves en un consuelo efectivo.

Uno debe hacerse presente al sufrimiento de otra persona con una actitud tolerante, evitando hacer un juicio.

“Consejo’ en el sufrimiento – por mucha sabiduría que encierre – no es lo que necesita la persona que sufre.

La paradoja de esto es que el sufrir el sufrimiento de otro abre un camino hacia el consuelo que se busca.

Lo opuesto es el ‘consuelo de pinzas’ que arranca los efectos del sufrimiento y da un consuelo pasajero pero ni duradero ni saludable.

El que sufre tiene que encontrar sus propias respuestas en cuanto a la razón del sufrimiento, ya que nadie más puede proveerlas.

Es el Señor el único que sana los corazones quebrantados y el único que consuela, tal como lo escuchamos en el Salmo Responsorial de hoy:

“El Señor sana los corazones quebrantados,

y venda las heridas”.

Consuelo significa vivir en medio de los sufrimientos en presencia de Dios. Vivir en consuelo quiere decir sobrepasar lo terreno y entrar en comunión con lo sagrado.

3). Finalmente, Jesús da la guía para aquellos que tienen a su cargo cuidar a enfermos y necesitados en cuanto a que deben cuidarse a si mismos espiritual y físicamente.

“De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar”.

No dejen que su vida de oración desaparezca.

Llevar la ocupación al extremo es un estado mental y un hábito del corazón y no simplemente un resultado de tareas a cumplirse.

Expectativas ilusorias, deseos de sentirse importante o seguro, pueden conducir a una exagerada actividad.

Jesús no se hundió en sentimientos de culpa.

Le dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo: "Vamos...”

Jesús es la respuesta a las profundas aspiraciones del ser humano.

Por lo que ahora, debemos preguntarnos: ¿De qué manera podemos lograr una más íntima comunión con Dios Padre en meditación contemplativa para poder ayudar a otros a escuchar palabras de salvación?