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Summary: Dios no nos ha llamado a estudiar o hablar de la paz sino hacer la paz. No que no sea necesario estudiarla y aprender mucho de ella, sino que si ese estudio no va acompañado de la acción es vana palabrería y pérdida de tiempo.

Hacedores de paz

Mateo 5.9

INTRODUCCIÓN

¡Al mundo paz, nació Jesús! Nació ya nuestro Rey;

El corazón ya tiene luz,

Y paz su santa grey, y paz su santa grey,

Y paz, y paz su santa grey.

Himno 76, Himnario Bautista

«¡Gloria a Dios en las alturas

y en la tierra paz,

buena voluntad para con los hombres!»

Lucas 2.14

»No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada, porque he venido a poner en enemistad al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra.

Mateo 10.34-35

Bienaventurados los pacificadores,

porque serán llamados hijos de Dios.

Mateo 5.9

Leí en el periódico que existe en Estocolmo, como aquí en Costa Rica, un centro de investigación para la paz llamado SIPRI. A los miembros de este centro se les llama “irenólogos” o sea estudiosos de la paz. Es un término griego compuesto de la palabra “irene” que significa “paz” y la palabra “logos” que significa “palabra” o “estudio”. Que contradictorio resulta esto con el término empleado por Jesús para referirse a lo que debían ser los suyos. Jesús dijo que los más dichosos hombres serían aquellos que hicieran la paz no que sólo la estudiaran. En vez de la palabra “irenólogos”, Jesús empleó la palabra “irenopoioi”, hacedores de paz. “Irene”, paz; “poioi” hacedores.

Siendo que Jesús desea que nosotros seamos hacedores de paz, será de provecho que hoy, que venimos a pasar unos días en los que estudiaremos en la Biblia acerca de la paz, meditemos un momento en lo que significa la paz, quiénes son los pacificadores, y cual es su recompensa.

I. ¿Qué significa “paz”?

a. No es un término negativo

“En hebreo paz no es la ausencia de conflictos o problemas, sino la presencia en la vida de Dios mismo dándonos la fuerza de su amor para sobreponernos a toda dificultad. Es tener confianza, sosiego en medio de la tormenta, basados en la confianza de su amor y la esperanza de una vida mejor en la eternidad.

b. De donde proviene esa paz.

La paz de la Biblia no resulta de la evasión de los problemas, sino de la acción decidida de quien los enfrenta, lucha y vence, confiando en los propósitos de Dios.

Lo que se nos exige en esta bienaventuranza no es la aceptación pasiva de cualquier situación porque “no deseamos alterar el orden la paz”.

Jesús nos dijo:

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.

Juan 14.27

Quizás esta es la mejor definición: paz no es la ausencia de conflicto, sino la ausencia del miedo y la angustia.

II. ¿Quiénes son los pacificadores?

Los hacedores de la paz se caracterizan por:

a. Su disposición apacible

1. Son personas llenas de amor.

2. Son personas que desean y se gozan en llevar paz.

b. Su conversación promueve la paz

1. Su conversación promueve la paz

“es una persona que usa su influencia y sabiduría para hacer que todos olviden sus diferencias y restauren el vínculo de la paz”

2. La paz se alcanza y se mantiene a través del diálogo.

“La paz construye”: el pacificador de la Biblia es aquel que con su paz construye un mundo más justo y recto para todos los hombres. Es el portador de la esperanza.

III. ¿Qué beneficio hay en ser un pacificador?

a. En medio de los conflictos el que construye la paz encuentra dicha... ¿Por qué?

b. Serán llamados hijos de Dios.

La fórmula “hijos de...” era una forma de calificar a una persona, como a Bernabé que en vez de ser llamado “consolador” era llamado “hijo de consolación”.

Serán llamados hijos de Dios porque hacen lo mismo que Dios hace.

Los pacificadores son gente bendita porque trabajan junto con Cristo en construir un mundo más justo y lleno de esperanza, un mundo que triunfa sobre los conflictos y descansa en los propósitos de Dios.

CONCLUSIÓN

Dios no nos ha llamado a estudiar o hablar de la paz sino hacer la paz. No que no sea necesario estudiarla y aprender mucho de ella, sino que si ese estudio no va acompañado de la acción es vana palabrería y pérdida de tiempo.

El mundo necesita pacificadores, ¿no quieres ser tú uno de ellos?

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