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Exhortación A La Unidad
Contributed by José Soto on Mar 30, 2006 (message contributor)
Summary: Ninguna iglesia esta exenta del peligro de la división, por tanto es nuestro deber estar prevenidos, Dios nos exhorta a cambiar nuestras actitudes de orgullo, rivalidad y vanagloria, nos llama a la humildad y al amor mutuo.
EXHORTACIÓN A LA UNIDAD
Filipenses 2.1-4 (1 Cor. 1.10-17)
INTRODUCCIÓN
1. El informe de Epafrodito: falta de armonía.
2. Una iglesia se compone de elementos muy desiguales (raza, cultura, nivel social, etc) no obstante debe ser unida.
3. El problema se da cuando el orgullo y la ambición ataca a los miembros.
4. Pablo exhorta a la unidad.
5. Nos afecta, ninguna iglesia se ve libre de tal peligro.
6. Pablo nos exhorta a que fomentemos entre nosotros una actitud que produzca unidad de mente, corazón y alma.
¿Qué mueve a Pablo a hacer tal exhortación?
I. Razones que exhortan a la unidad. Vv.1-2
1. Razones (dado que si hay):
a. En Cristo hay consolación. V.1ª
b. Hay amor. V.1b
c. Tenemos comunión con el Espíritu Santo y sus dones nos pueden dar unidad.
d. Hay afecto entrañable, misericordia.
2. Exhortación. V.2
a. Completar el gozo.
b. Si todo lo anterior existe no hay razón para no:
1. Sentir lo mismo.
2. Tener amor por todos.
c. Ser unidos.
3. La unidad no es: tener un credo común, estar juntos en el culto, ni evangelizar juntos.
4. La unidad es aquella que se da en el corazón y en la mente.
II. Fuerzas que destruyen la unidad. V. 3a
1. La contienda, rivalidad – ambición y vanidad.
2. La vanagloria, orgullo ostentoso.
III. Fuerzas que mantienen la unidad. Vv. 3b-4
1. Humildad (bajeza que estima a los demás como superiores)
2. Renuncia al bienestar propio.
CONCLUSIÓN
Como dijimos al principio ninguna iglesia esta exenta del peligro de la división, por tanto es nuestro deber estar prevenidos, Dios nos exhorta a cambiar nuestras actitudes de orgullo, rivalidad y vanagloria, nos llama a la humildad y al amor mutuo.
Contamos con las armas necesarias, tenemos consolación, amor, y el poder del Espíritu Santo y sus dones, nos queremos, nos estimamos. Pero sobre todo Cristo nos dio el ejemplo. vv.5-11 (1 Cor. 1.10)