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Summary: Según Santiago 1, necesitamos fijarnos en el espejo de la Escritura. Sin embargo, muchas veces no vemos nuestra realidad. -Santiago 1:19-20, destaca 3 hábitos muy comunes que no nos dejan ver nuestro reflejo verdadero.

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Serie: λόγος — Logos

Charla: El Reflejo (Parte 1)

Texto Principal: Santiago 1:19-20

8 febrero 2015

Introducción

Quiero que todos repitan lo siguiente conmigo. “…sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores…” Santiago 1:22, RV60. Nos enfocamos en esta frase en la primera charla de esta serie. Les tengo una pregunta al respecto. ¿Cómo podemos hacer la palabra si no sabemos lo que dice? Si no sabemos lo que dice, ¿qué necesitamos hacer para rectificar eso? Pasar tiempo en la Biblia.

Quiero que nos imaginemos un poco ahora. Digamos que un señor tuvo una pelea con su vecino. Discutieron muy fuertemente y por las emociones y por no controlarse, el señor terminó matando a su vecino. Digamos que nunca escuchó que matar era contra la ley de Dios. Después de haber vivido toda su vida, llega a la presencia de Dios para rendir cuentas y Dios le pregunta, “¿Por qué mataste a tu vecino?” El señor responde, “Pues, me enojé tanto porque era muy mentiroso y arrogante. No pude aguantar su insolencia y lo maté.” Dios le responde con una pregunta, “¿Acaso no sabías que uno de mis mandamientos es no matar?” El señor, le miró a Dios y le dijo, “De verdad no lo sabía.” — Pregunta: ¿Cómo le respondería Dios? … “Aaaah, no sabías. Listo, no hay problema. No eres culpable de tus acciones.” ¿?¿? ¿Crees que le respondería de esa forma? Claro que no. Aún en un tribunal de justicia, si una persona quebranta la ley sin saber, sigue culpable y tendrá que vivir las consecuencias. Dios exige obediencia de todos. No importa si la persona no sabe lo que dice su Palabra. Todo el mundo tendrá que rendir cuentas.

¿No creen que sería mejor saber lo que Dios espera de nosotros? La ilustración que utilicé era como depresiva, ¿no es cierto? Podemos cambiarla un poquito. Si nosotros no pasamos tiempo en la Palabra no vamos a saber las promesas que nos ha dado Dios. Lo cual significa que no podremos vivir los beneficios. ¿No creen que sería mejor saber lo que Dios nos ha prometido si seguimos su Palabra? Entonces, descubramos su Palabra. Oremos lo que el salmista dijo, “Ábrame los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley.” Salmo 119:18, RV60.

PROYECTAR IMAGEN (Leyendo la Biblia_01). Ahora vamos a jugar un poquito. Aquí tengo una imagen proyectada y quiero que la miren bien. — Ahora, cierren los ojos. PROYECTAR LA SIGUIENTE IMAGEN CUANDO TODOS SE HAYAN CERRADO LOS OJOS. (Leyendo la Biblia_02) — Abran los ojos y miren la imagen. ¿Qué ha cambiado? — PROYECTAR LA OTRA IMAGEN. — Vamos a hacer lo una vez más. Miren la imagen. Ahora, cierren los ojos. — PROYECTAR LA ÚLTIMA IMAGEN. — ¿Qué había en el fondo de la imagen? — Ya no van a poder ver lo que está en el fondo porque hay algo impidiendo la vista.

Es más fácil darse cuenta de la realidad de una imagen si uno mantiene sus ojos abiertos. Igual, no podemos captar la realidad de una situación que no vemos bien. O sea, si hay impedimentos que obstruyen la vista, no vamos a poder captar la realidad de lo que está pasando. Muchas veces eso es lo que nos pasa espiritualmente.

El título de esta charla es El Reflejo. Según Santiago 1, necesitamos fijarnos en el espejo de la Escritura. Sin embargo, muchas veces no vemos nuestra realidad. No vemos nuestro reflejo verdadero porque hay cosas en nuestras vidas que nos lo impiden. Hay cosas que obstruyen la vista. El pasaje de hoy, Santiago 1:19-20, destaca 3 hábitos muy comunes que no nos dejan ver nuestro reflejo verdadero. Entonces, busquemos el primer capítulo de Santiago. “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.” Santiago 1:19-20. El orden es importante. Escuchar primero. Luego hablar. Y por último, si la situación lo requiere, enojarse.

I. Lentos para escuchar

A. El pasaje dice que deberíamos “…estar listos para escuchar.”

B. La palabra listos literalmente significa rápido o veloz en el idioma original. O sea, cuando estemos en una conversación o escuchando una charla o lo que sea deberíamos reaccionar primero con nuestros oídos y que esa reacción sea rápida. Listos para escuchar. No deberíamos demorarnos en escuchar.

1. Es como los deportistas de atletismo. MOSTRAR VIDEO DEL CORREDOR (No tiene audio). Cuando el corredor escucha el pito o el disparo, inmediatamente arranca. Está listo para escuchar el disparo y por eso puede reaccionar rápidamente. ¿Qué pasaría si el corredor no está escuchando bien, si no está pendiente del disparo? El corredor no va a arrancar bien y posiblemente no va a poder recuperar el tiempo. Por lo tanto, es probable que no va a ganar la carrera. Y todo comenzó con los oídos.

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