El Poder Del Agradecimiento

Introducción: Nosotros los seres humanos no somos agradecidos por naturaleza, por eso necesitamos aprender a dar gracias. El niño pequeño cuando recibe algo demuestra alegría por lo que recibió, pero no se le ocurre dar las gracias hasta que sus padres lo ensenan, y cuando no lo hace le preguntamos: ¿Que se dice? Para que el diga: Gracias. Si somos consistentes en esa enseñanza, se vuelve ya un habito que el niño los hará, sin que se lo recordemos.

Como adultos, estamos consientes del deber de dar gracias a quienes nos hacen algún favor, pero hay algunas cosas que sin darnos cuenta las damos por sentado y no se nos ocurre que también las hemos recibido de gracia, y que debemos darle gracias a Dios por ellas. Como la vida, la salud, la familia, y todas las cosas que al parecer hemos comprado con nuestros propios esfuerzos, con el dinero que hemos trabajado para poder adquirirlas, pero olvidamos que si no fuera por la salud y fuerza que Dios nos da, no hubiéramos podido ganar ese dinero. Así que, al fin y al cabo, debemos agradecerle a Dios habernos permitido adquirir lo que compramos.

Salomón dijo: Porque todo lo que tenemos lo hemos recibido es tuyo y de lo recibido de tu mano, damos.

1. Dale gracias a Dios por lo que tienes.

A. Uno de nuestros malos hábitos es desear siempre algo más que lo que tenemos. Y cuando no lo logramos, nos sentimos frustrados. Nunca estamos conformes.

B. Pablo dijo: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” Heb. 13:5

2. Los discípulos vieron un problema. Era tarde, tenía hambre, había mucha gente y no había comida.

A. La solución según ellos: Dile a la gente que se valla. Aquí no hay comida, ni dónde comprar.

B. La solución según Jesús: No tienen que irse, denle ustedes de comer.

3. Diferencia de Pensamientos:

A. Los discípulos piensan: ¿Pero ¿cómo? No tenemos comida ni dinero para comprarla.

B. Jesús piensa: Lo que ellos tienen es suficiente, si lo ponen en mis manos.

C. Puede ser cierto que lo que tú tienes es muy poco. Y si lo usas para tus gastos no te va a alcanzar, pero si lo pones en las manos de Dios, Dios lo multiplica.

C. Jesús pregunto: ¿cuántos panes tienen? Mar.6:38 Y al oír que solo tenían 5 les dijo, díganle a la gente que se siente.

D. Mat. 14:17 “No tenemos sino cinco panes y dos peces”

E. Dios quiere usar lo que tú tienes, sea mucho o sea poco no importa. Lo que tú tienes es suficiente.

4. No te preocupes tanto por lo que no tienes y usa lo que tienes.

A. Estamos trabajando en una empresa de milagros. Aquí no nos podemos dejar llevar por la lógica humana.

B. La hora es avanzada – ya es tarde. Hubiéramos hecho eso 10 años atrás, pero ya no se puede. Ya no hay tiempo para eso, ya no tengo el ánimo, la fuerza, ni el deseo.

C. El lugar es desierto – En este vecindario no se puede trabajar, la gente es indiferente, fría, dura. Son demasiado mundanos, no tienen temor de Dios. No vale la pena.

D. No tenemos el dinero que se necesita. Para desarrollar un ministerio en esta comunidad necesitaríamos miles de pesos que no tenemos. No podemos hacerlo

E. Diles que se vallan. No hay esperanza. Nosotros no podemos hacer nada….

F. Pero la pregunta de Jesús es ¿Cuántos panes tienes? Eso es todo lo que yo necesito. Lo que tú tienes, aunque sea poco es lo que yo voy a usar.

5. Jesús tomo los panes y los peces y alzando sus ojos al cielo, dio gracias a Dios. Y luego comenzó a repartirlo.

A. Es tiempo de darle gracias a Dios por lo que tenemos.

B. Menos queja y mas agradecimiento.

CUATRO COSAS QUE DEBEMOS EVITAR. Porque no funcionan.

6. No dejes que las circunstancias difíciles te confundan. Dios obra en formas que nosotros no podemos entender

A. No te dejes llevar por los comentarios negativos de alguna gente. Aun de algunos cristianos que no tienen visión espiritual y juzgan por su propia lógica. La lógica de Dios es sobrenatural.

B. No caigas en el error de decirle a Dios lo que El tiene que hacer para resolverte tu problema. Dios sabe mejor que nosotros lo que se puede hacer.

C. No caigas en el error de pensar que lo que tú tienes es muy poco o muy pequeño, porque lo poco que tú tienes, cuando lo pones en las manos del Señor se multiplica.

Tu no lo puedes multiplicar pero Dios si puede.

D. Todavía Dios está preguntando: Cuantos panes tienes. Lo que tú tienes es lo que yo quiero usar. A Moisés le pregunto: ¿Que tienes en tu mano?