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El Dios De Toda Esperanza
Contributed by Augusto Rodriguez on Aug 4, 2006 (message contributor)
Summary: La condición del pueblo de Dios en esos momentos era de una total derrota. Sentían que habían perdido toda esperanza y que estando vivos, ya habían muerto. Es que como estaban cautivos, era como que todo su pueblo iba a ser borrado de la faz de la tierra.
EL DIOS DE TODA ESPERANZA
Eze. 37:1-14
Intro. La condición del pueblo de Dios en esos momentos era de una total derrota. Sentían que habían perdido toda esperanza y que estando vivos, ya habían muerto. Es que como estaban cautivos, era como que todo su pueblo iba a ser borrado de la faz de la tierra.
Sin embargo Dios sale adelante por su pueblo para darles esperanza cuando ya no hay ninguna. Envía al profeta Ezequiel y les muestra que si puede levantar y dar vida a huesos secos, cómo no podrá revivir el ánimo decaído del pueblo.
De igual manera el Señor hace con su pueblo hoy día, y con cada persona que ha perdido el ánimo para la vida.
Proposición. Lo cierto es que nuestro Dios es el Dios de toda esperanza.
Y es el Dios de toda esperanza por las siguientes razones:
1. Porque hace las cosas de la nada (Eze. 37:1-6).
Siendo el creador de todo, puede crear todo nuevamente.
Es el Dios que llama las cosas que no aún no son como si ya fueran. Dice Rom. 4:17 “ da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran” (NVI).
Esto significa, que Dios mira lo que nosotros no podemos ver.
Así que cuando nos sintamos muertos, El puede ver vida en nosotros.
2. Porque restaura lo que ha sido destruido (Eze. 37:7-8).
Así como tiene poder para hacer las cosas de la nada, también tiene poder para restaurar.
Restaurar es volver al estado origina, en este caso, es aquello que por causa del pecado, por causa de heridas emocionales, y de recuerdos dañinos, ha sido destrozado.
Es que con Dios siempre hay esperanza de algo nuevo.
3. Porque pone personas en nuestro camino (Eze. 37:9-10).
Que nos dan aliento con su ejemplo. Mostrar cómo algunas personas lograr superar las dificultades y cómo esto nos puede alentar para seguir adelante.
Que nos impulsan a seguir adelante. Dios siempre pone personas a nuestro lado que nos motiven, no solo con su ejemplo sin con su apoyo.
Que nos dan palabras de vida.
El profeta le muestra al pueblo que así como al principio de la creación el hombre no tuvo vida sino hasta que Dios soplo su aliento, así ellos no tendrán vida en sí mismos hasta que reciban el aliento de Dios.
4. Porque nos da aliento para la vida (Eze. 37:11-14).
El pueblo se sentía ya sin ninguna esperanza, pero Dios les muestra que es él quien tiene la última palabra.
Así mismo Dios saca de la fosa de la desesperación a quienes en él confían. Dice el Salmo 40:1-4 “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor. Dichoso el que pone su confianza en el Señor y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos” (NVI).
Los saca de la muerte en que viven. Eze 37:12: “Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: Pueblo mío, abriré tus tumbas y te sacaré de ellas, y te haré regresar a la tierra de Israel” (NVI).
Pone su Espíritu Santo para: animarlos, fortalecerlos, para santificarlos, y para darles visión nueva que los motive para seguir adelante. Eze. 37:14 “Pondré en ti mi aliento de vida, y volverás a vivir. Y te estableceré en tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré. Lo afirma el Señor" (NVI).
Conclusión.
Ilustración. Hace años naufragó un submarino cerca de la costa de Massachussets. Lo más pronto que posible descendieron los buzos dando vueltas alrededor del submarino para ver si había señas de alguien con vida. Cuando estaban casi listos para regresar y pensando que todos estaban muertos, uno de ellos escuchó unos suaves golpes en el metal de la nave. Al acercarse vio que era un marinero que trataba de comunicarse por medio del alfabeto que usaban para el telégrafo. El buzo pudo descifrar el mensaje que decía ¿hay esperanza para nosotros?
¿Hay esperanza? Esta es la pregunta que muchas personas se hacen y casi siempre es ya considerándose derrotadas. Pero hoy hemos aprendido que con Dios siempre hay esperanza. Considere lo que dice el salmista en un momento de angustia:
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Sal. 42:11 (NVI).
Ministrar: Guiar a las personas en oración por medio de cada punto. Luego, juntos declarar las palabras del salmista.