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El Desafio De Ser Líder
Contributed by J Spurling on Feb 21, 2009 (message contributor)
Summary: Habla sobre el liderazgo. Les desafia a los creyentes hacia el liderazgo. La definición de liderazgo aquí va a ser un poco diferente de lo que la mayoría piensan sobre el liderazgo en la iglesia.
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Esta mañana vamos a hablar sobre el liderazgo. De hecho, yo voy a desafiarles esta mañana hacia el liderazgo. Pero mi definición de liderazgo de la iglesia, tal vez va a ser un poco diferente de lo que ustedes piensan sobre el liderazgo en la iglesia.
Yo quiero leer una acotación de un libro que fue escrito por el autor, quien desarrolló la enseñanza que estamos utilizando para las célula. Su nombre es Joel Comiskey y él es una autoridad del rumbo de célula en el mundo. Y también él fue un misionero con la Alianza. Él fue a Perú hace algunos años. Permíteme leer lo que él escribió bajo un subtítulo que se llama:
LA TEOLOGÍA DEL SACERDOCIO DE LOS CREYENTES
Él dice:
Aunque la iglesia ha hecho un buen trabajo entrenando a las personas para ir directamente a Dios, en términos generales, ha fallado en el entrenamiento de las personas para ministrar a otros.
Yo voy a pararme aquí por un rato y decir que esto es lo que estoy hablando cuando me estoy refiriendo al liderazgo de la iglesia. El liderazgo es cuando alguien está ministrando a otros.
Continuaremos:
El pastor todavía es considerado el sacerdote, el único capaz de ministrar. Esta barrera, junto con la falta del discipulado, produce una iglesia de espectadores que observan la actuación pastoral todos los domingos. Largamente acostumbrados a sentarse y absorber la información, los “catadores del sermón” en muchas iglesias se vuelven expertos en criticar al pastor y refunfuñar cuando sus necesidades no son satisfechas. Cuán lejos hemos caído del cristianismo del Nuevo Testamento de aquel día cuando Pedro describió a la iglesia como "... linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios" (1 Pedro 2:9).
Esta mañana, mientras estamos mirando el desafío de Pedro para ser lídere y cuando consideramos nuestro desafío de ser líderes en el cuerpo de Cristo, tengan en su mente que el concepto de liderazgo que estamos hablando es este hecho de ministrar a otros. No es el entendimiento típico del liderazgo a lo que yo estoy desafiandoles, sino que es el entendimiento bíblico.
Entonces, cuando yo estoy desafiándoles a ser líderes, no estoy diciendo que todos nosotros vamos a ser ancianos de la iglesia, diáconos, pastores de jóvenes, líderes de la alianza ni pastores principales. Yo estoy hablando sobre el involucramiento de ministrar uno a otro. Cuando te involucres en el cuerpo de Cristo, por ministrar al otro; en este momento, tú eres líder. Tú estás liderando a través de tu ejemplo.
Nuestro pasaje principal esta mañana es Juan 21:15-22. Encontramos aquí un relato de Jesús apareciendose a sus discípulos después de su resurreción. Pedro, pronto se hace el carácter principal en este pasaje.
Los discípulos estaban pescando en un bote y no estaban teniendo mucho éxito en la pezca. Cristo, apareció y les dijo que pezquen al otro lado y con un milagro ellos pezcaron un bote lleno de pezcado. En este momento, Juan le reconoció a Cristo y le dijo a Pedro que era el Cristo. Pedro actuó como siempre – sin paciencia. El saltó en el agua y nadó hacia Jesús para estar a su lado. Sígueme cuando yo estoy leyendo los versículos 15 al 22 del capítulo 21:
“Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? –Sí, Señor, tú sabes que te quiero – contestó Pedro. – Apacienta mis corderos – le dijo Jesús. Y volvió a preguntarle: - Simón, hijo de Juan, ¿me amas? – Sí, Señor, tú sbes que que quiero. – Cuida de mis ovejas. Por tercera vez Jesús le preguntó: - Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: ¿Me quieres? Así que le dijo: - Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.
Apacienta mis ovejas – le dijo Jesús – De veras te aseguro que cuando eras más jóven te vestías tú mismo e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llavará a donde no quieras ir. Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió: -¡Sígueme!
Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y le había dicho: “Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?” Al verlo, Pedro preguntó: - Señor, ¿y éste, qué?
Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme no más.
Cuando yo estaba leyendo esta sección de Juan, me dí cuenta que este era un relato de Pedro empezando su ministerio. El papel de Pedro estaba bien redefinido aquí. (Porque recuerden que él era el hombre que le negó a Cristo tres veces). Cuando yo estaba leyendo, empecé a ver que Cristo le dijo en otras palabras: “en su marca (Pedro), listo (Pedro), ya (Pedro)”, como si fuera el inicio de una carrera.