Cristo, El Salvador De Los Perdidos

CRISTO, EL SALVADOR DE LOS PERDIDOS

Juan 4

INTRODUCCIÓN

§ Los famosos evangelistas de la historia

§ Cursos de evangelismo van y vienen.

§ Mateo 18:11 El Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

§ Veamos tres características de Cristo como el salvador de lo que había perdido.

I. EL DESEO DE CRISTO POR ALCANZAR A LOS PERDIDOS ROMPE TODO TIPO DE BARRERAS. (1-9)

A. Habló con una mujer. Difícilmente esto hoy es visto raro, pero sí en la época y lugar donde Cristo vivía.

B. Una mujer samaritana. ¿Quiénes eran los samaritanos? Eran medios hermanos de los judíos. Eran descendientes de judíos que se habían mezclados con los asirios, una nación pagana.

C. Una mujer rechazada. Fue a buscar agua al mediodía, porque a esa hora no había nadie. Es difícil tener 5 maridos, vivir con uno que no lo es y pasar inadvertida para la sociedad. Esta mujer era claramente conocida por los habitantes de la ciudad en la que vivía.

D. Pero nada de lo anterior fue un obstáculo que Jesús fuera en busca de esta mujer que tenía muchos elementos en su contra. Jesús tomó la iniciativa en este encuentro. Claro que este encuentro, al igual que el de Nicodemo en el capítulo anterior era una cita divinamente planificada. Esta mujer estaba en sus planes: “le era necesario pasar por Samaria.

E. No existe ninguna barrera, ningún obstáculo que lo detenga, o lo desvíe de su misión redentora.

F. Aplicaciones

1. Isaías 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; Todos nosotros nos desviamos de los caminos de Dios. Romanos 3:10-12 Como está escrito: "No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

2. Hemos escogido nuestro propio destino y nuestro propio camino. Somos como ovejas que se desvían del verdadero camino y toman cada una su propio camino. Algunas se alejan “poco”; otras se alejan demasiado, “hasta tocar fondo”.

3. Cada uno de nosotros ha decidido cómo manejar su dinero, su carrera, su negocio, su vida sentimental, su salud, su futuro, etc.

4. Pero qué bueno que el Señor decidió que le era necesario ir en nuestra búsqueda. Todo lo que Dios quiere hacer lo hace. Sal. 115:3: ¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! Este ha sido uno de los textos que más alivio han traído a mi vida. Este texto me hace recordar que el propósito de Dios en rescatarme es inalterable. Y no me va a dejar así como vivo hoy.

5. Qué bueno que no le haya importado el tamaño de nuestros pecados

6. Qué bueno que le fue necesario ir en nuestra búsqueda.

7. Esta búsqueda y encuentro es también para aquellos que ya se sienten encontrados. También nos seguimos saliendo del camino.

II. CRISTO HACE MUCHO MÁS QUE MERAMENTE APAGAR LA SED DE LOS HOMBRES. (10-14)

A. Cristo le dice a la mujer: “dame de beber.” Un asunto cotidiano, sin importancia, a primera vista. Claro que Jesús tenía sed, pero más que la sed física, nuestro Señor nos muestra su sed y su hambre: hacer la voluntad del Padre que lo había enviado.

B. Cristo es el Gran evangelista, el Gran ganador de almas. Cristo aprovecha cada momento para dirigir la atención de esta mujer hacia el logro de sus propósitos. Cada cosa, cada momento era una buena ocasión para dirigir la mirada de la gente hacia su mensaje: las flores del campo, el sembrador, los pájaros, un templo, etc.

C. En este pasaje Cristo hace una de sus revelaciones más dramáticas: él es la fuente de vida eterna.

1. El agua –lo sabemos- es el líquido vital; se trata de algo indispensable. No es posible pensar en el mundo sin la presencia de agua. No hay agua, no hay vida. Sencillo.

2. En sólo dos versículos (13 y 14) Jesús nos enseña dos cosas fantásticas. Él nos ofrece apagar nuestra sed, e.d., nuestra búsqueda de la plena satisfacción, nuestra búsqueda del sentido y propósito de nuestra vida.

3. Jeremiah 2:13 dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para ellos mismos cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua. Psalm 36:9 contigo está el manantial de la vida; Jeremiah 17:13 dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.

4. Pero no sólo apaga esa sed. Jesús sigue diciendo que el agua que ofrece es en realidad una fuente inagotable, una fuente eterna de vida. En el cap. 10:10, leemos que nuestro Señor Jesucristo vino a traer vida abundante.

5. Piense por unos momentos: ¿En cuáles ocasiones ha dicho o pensado estas palabras: “ESTO SÍ ES VIDA”? Ningún placer en esta vida merece ser comparado siquiera con el gozo inmenso que produce el haber venido al Calvario y haber recibido el perdón de pecados, la vida eterna y disfrutar del amor de Dios.