Alza Tus Ojos

Introducción: Cuando nos entregamos a Dios nos damos cuenta que nuestra mirada tiene que enfocarse en Dios y en las cosas de Dios y quitarla de este mundo y de las cosas de esta vida. Pablo dijo “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida esta escondida con Cristo, en Dios” Colosenses 3:1-3

Para buscar las cosas de arriba, tenemos que dejar de buscar las cosas de la tierra.

Bueno, vivimos en la tierra y por lógica tenemos que trabajar y proveer para las cosas básicas de la vida.

Pero me refiero al sentido espiritual de la vida. Los deseos, los anhelos del corazón, las ilusiones de la vida.

Me refiero a nuestra esperanza, nuestra motivación para la vida.

Nuestra fuerza para luchar contra las adversidades de la vida.

Eso no se encuentra aquí abajo. Necesitamos una fuerza mayor que nos dé el valor para luchar. La energía para continuar a pesar de lo difícil que se pongan las cosas.

Necesitamos una fuerza mayor que lo que nosotros solos podemos o tenemos.

La Biblia nos dice como encontrar eso que nos hace falta.

El salmista lo encontró y lo puso en uno de sus salmos:

“A ti alzo mis ojos, A ti que habitas en los cielos.

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,

Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,

Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,

Hasta que tenga misericordia de nosotros” Salmo 123:1-2 Necesitamos alzar nuestros ojos a Dios Para alcanzar misericordia.

1. Nuestro Dios es la fuerza motivadora, y el recurso más excelente que existe. El salmista dijo:

A. A ti alzo mis ojos. A mi Dios, el Todopoderoso, el Altísimo, el Creador y Dueño de nuestras vidas.

B. A ti que habitas en los cielos. Al que Está por encima de todo lo creado. Es supremo en todas las cosas.

C. Los esclavos miraban las manos de sus amos, como su proveedor y su único recurso. Porque ellos no tenían autoridad ninguna sobre sus vidas y dependían de lo que sus amos decidieran.

D. Nosotros podemos depender de Dios como nuestro único refugio y el dueño absoluto de nuestras vidas, para esperar en su misericordia, en su paciencia, en su bondad hacia nosotros, que, aunque nos creemos que podemos y sabemos mucho, en realidad hay muchísimas cosas que no podemos hacer y muchísimas cosas que no sabemos ni que hacer.

E. Necesitamos alzar nuestros ojos a Dios y verlo como nuestro Creador, nuestro Dueño, nuestro Pastor, nuestro guía, nuestro refugio en la tempestad, nuestro padre que nos da ánimo cuando no podemos más.

F. Porque nuestro Dios es bueno, es clemente y misericordioso, que se compadece de nosotros, “así como el padre se compadece de sus hijos, se compadece Jehová de los que le temen, porque El conoce nuestra condición, se acuerda que somos polvo” Salmo 103

G. Dios no se sorprende que seamos débiles, que lloremos cuando no entendemos las cosas, que nos desesperemos cuando las cosas salen al revés de lo que esperábamos, ni siquiera se enoja, cuando en nuestra desilusión perdemos el ánimo, perdemos el enfoque correcto y hasta perdemos la fe.

H. Nada lo toma de sorpresa. El entiende nuestras confesiones, aun mejor que nosotros mismos. “El se acuerda que somos polvo” y es paciente dijo el salmista: “Misericordioso y clemente es Jehová”

I. Todo lo que El espera es que seamos suficiente honestos para ir a el y entregarle esas confusiones, esas desilusiones, esas tristezas que nadie puede calmar para El entonces darnos nuevas fuerzas y ayudarnos a levantar.

2. Necesitamos levantar nuestros ojos. Para recibir ayuda en nuestros problemas. “Alzare mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra” Salmo 46:1-2

A. Cuando estamos en medio de un problema muy difícil, perdemos el enfoque, nuestra fe se desvía y en vez de buscar la ayuda de Dios miramos a los montes buscando el socorro que necesitamos.

B. Miramos a los gobernantes como la fuente de nuestra seguridad política.

C. Miramos nuestra cuenta de banco como nuestra seguridad financiera.

D. Miramos a los abogados y los jueces para nuestra justicia.

E. Miramos a nuestros jefes en el trabajo como nuestros proveedores.

F. Pero tenemos que mirar aun mas arriba y reconocer que nuestro socorro no viene de ninguna fuente de esta tierra, sino de Jehová de los Ejércitos. Del que hizo los cielos y la tierra. Del que reina en suprema majestad y a cuya voz la tierra tiembla.