Agua Fresca Para Un Alma Deshidratada

AGUA FRESCA PARA UNA ALMA DESHIDRATADA

Juan 4:1-14 (leerlo)

¿Alguna vez han tenido sed? No me refiero a una sed normal, como la que da cuando vamos a jugar un partido de futbol o básket-bol, no; me refiero a una sed extrema en la que tu lengua se pega al paladar, y los labios se pegan a los dientes, y lo único que piensas es AGUA.

Ilustración:

En Septiembre de 2007 La ciudad de Villahermosa en México se inundó. El río que cruza la ciudad se desbordó y la ciudad prácticamente quedó bajo el agua. Antonio, un joven de 19 años de edad no se dio cuenta hasta que lo despertaron los gritos de su hermana que estaba en la lancha que la rescató:

- Toño, Toño!

- Cuando Toño se asomó por la ventana lo que vio fue difícil de creer: las calles llenas de agua, muchas casas sepultadas, a otras, solo se les veía el techo.

Antonio que era buen nadador se lanzó al agua para ir hacia la lancha que lo esperaba para llevarlo a un albergue, No pudo llegar. Repentinamente vino una gran corriente que lo arrastró violentamente. En el camino se asió a una pelota que también era arrastrada por el agua. Eso le salvó la vida porque por los siguientes tres días, el estuvo amarrado a la pelota, solo veía agua por todos lados. Cuando por fin lo rescataron lo único que balbuceaba era: AGUA sus labios partidos y lo único que decía, quería y anhelaba era AGUA. La lengua se le pegaba al paladar, no le salían lágrimas, se estaba deshidratando rodeado de mucha agua.

¿Han tenido sed a ese grado?

No me refiero a la sed de H2O.

En estos momentos estamos nadando en un océano de “agua de vida” tenemos Biblias de estudio, biblias en diferentes versiones, biblias para niños, biblias para jóvenes, etc. Pero tener las Biblias no nos calma la sed.

Compramos Cds. de alabanzas, calcomanías con textos bíblicos, playeras con mensajes bíblicos, tampoco eso nos quita la sed.

Aquí cantamos himnos, nos juntamos con los hermanos, escuchamos al pastor, nos hacemos miembros de la iglesia, pero eso tampoco nos quita la sed.

¿por qué nuestra alma está tan deshidratada y no se satisface?

Porque buscamos agua en tinajas rotas que no contienen agua. Para saciar nuestra sed y nunca más volver a tener sed jamás, es necesario que bebamos de la fuente de agua de vida eterna = Jc.

¿qué es la sed física?

La sed física la empezamos a sentir cuando la glándula pituitaria segrega dos hormonas en el cuerpo. Una de ellas afecta la función de los riñones y la otra en el hipotálamo que a su vez envía un mensaje a las glándulas salivales para que no produzcan saliva. La sed prolongada es muy peligrosa porque puede resultar en deshidratación.

¿Qué es la sed espiritual?

La sed es uno de los símbolos más usados en la escritura, la deshidratación hace que todo tu cuerpo desee agua, así el vacío espiritual hace que nuestra alma busque el verdadero propósito de nuestra vida.

Sal 42:1 “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así mi alma clama por ti oh Dios, mi alma tiene sed del Dios vivo ¿cuándo vendré y me presentaré delante de ti”?

Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se levantó y dijo alzando la voz:

“El que tenga sed venga y beba”.

Las tres grandes fiestas de los judíos: la pascua, pentecostés y la fiesta de los tabernáculos.

La fiesta a la que se refiere aquí es la fiesta de los tabernáculos era una gran celebración como el 15 de Sept y navidad juntos.

En el último día de la fiesta el sumo sacerdote iba al estanque de Siloé hundía una tinajita de oro y llevaba esa agua al templo y la derramaba sobre el altar del sacrificio; En ese momento los 24 levitas tocaban las trompetas y todo el pueblo gritaba:

Is. 12:3 “sacaréis con gran gozo agua de las fuentes de la salvación” y luego cantaban el salmo 148

“Alaben todos, todos juntos, el nombre del Señor,

porque engrandecido solo es él y solo él,

Su nombre es sobre toda la tierra y sobre el cielo es también

gloria en las alturas, gloria, gloria en las alturas sea a él”

Y en ese momento es cuando Jesús se levantó y dijo a gran voz: “El que tenga sed venga a mí y beba”

Jesús se dio cuenta que la gente intentaba saciar la sed de su alma con el ritual de la ceremonia religiosa, y después volverían a sus temores, a sus malos caminos, a andar conforme a los deseos de la carne porque estaban bebiendo agua del lugar equivocado.

DEBEMOS DESEAR EL AGUA DE DIOS