Actitud Ante Los Procesos

Con frecuencia escuchamos a muchas personas comentar acerca de sus aflicciones y enfermedades. Muchas veces tenemos la osadía de cuestionar a Dios por qué estamos en tal o cual situación. La realidad es que con nuestra mente carnal y finita jamás entenderemos sus procesos y sus planes para nuestra vida. Es que muchas veces es necesario tener un cambio de actitud respecto a los procesos de Dios y comenzar a mirar las cosas desde la perspectiva de Dios. En Juan 16:33 Jesús hablando a sus discípulos les dijo: “Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Hoy en día se está predicando un evangelio desde muchos altares que solo te llevan a las cosas buenas, porque tú lo mereces siendo un hijo de Dios. Hablan de prosperidad y salud sin negociaciones. Pero: ¿Qué sucede cuando un líder, un hijo de Dios cae en una cama con una enfermedad incurable? ¿Qué sucede cuando lo perdemos todo y nos tenemos de declarar en bancarrota porque nuestra capacidad económica no es la misma de antes? ¿Qué sucede cuando perdemos todo y tenemos que acudir a las ayudas del gobierno, etc.? ¿Será que Dios ya nos descartó y se olvidó de nosotros? 2 Timoteo 2:12 “Si sufrimos, también reinaremos con el…”

El Apóstol Pablo hablando a los Romanos 8:18 nos dice así: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” En Salmos 34:19 “Muchas son las aflicciones del justo pero de todas ellas le librará Jehová.”

2 Corintios 5:1:

Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.

2 Corintios 4:16:

Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.

Isaías 55:8:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Isaías 55:9:

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Sin embargo, llega un momento en que se da cuenta que la lucha es vana, porque no podemos contender con Dios. Así que en el cap 2 comienza de la siguiente manera: 1. Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Hubo un cambio de actitud. Vemos que acto seguido, su visión es cambiada. Es necesario que cambiemos la actitud para ver las cosas que Dios quiere mostrarnos. Ahora vemos en el resto del capitulo que el comienza a reconocer la grandeza de Dios hasta que declara en el capitulo 3: 3. Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. 4. Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. El poder de Dios estaba ahí escondido, mas el no se había dado cuenta hasta que cambio su actitud de quejarse en adoracion y reconocimiento a Dios. Este cambio causó en el una actitud de rendición hacia Dios. Ahora veía las cosas diferente y ahora se expresa así: Cap 3:17. Aunque la higuera no florezca,

Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados

no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18. Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

19. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Era el mismo Habacuc con un cambio de actitud, adorando al mismo Dios.

Conclusión:

Los procesos nunca son fácil. Pero no debemos cuestionar a Dios, más bien aprender a esperar en EL. Me gusta mucho como lo expresa el Apóstol Pablo en Romanos: 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Es posible que hoy necesites un cambio de actitud y aprendas a confiar en el Señor. El Señor te dice hoy: “No te dejare, ni te desamparare” Echa sobre El tu carga y Él te sustentara. Lamentaciones 3:24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.

Ruthie Velazquez-Paredes

Ministerio Paredes de Amor