Listo Para Cualquier Cosa (Parte 3: Primeras Cuatro Piezas De Armadura) Series

Introducción

Imagínense cómo sería esta mañana si el titular de las noticias de hoy dijera: “Estados Unidos en guerra”. ¿Qué pasaría si hoy te despertaras con la noticia de que ha estallado una guerra entre Estados Unidos y China? Todas las bases militares estarían en alerta máxima. Toda madre estaría preocupada por el futuro de sus hijos e hijas. La realidad de la guerra atraería la atención de todos.

El primer punto de nuestro texto de hoy es que estamos en guerra. Es una guerra más mortífera que cualquier guerra. Es una guerra por las almas eternas de hombres y mujeres. ¿Estás preparado para la guerra? ¿Está equipado para navegar su parte con éxito? De eso se trata nuestro texto de hoy.

En los dos mensajes anteriores, hemos tratado con Efesios 6:10-13. Quiero leer eso para dar contexto a los versículos que siguen. Efesios 6:10-13:

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”i

I. LAS ASECHANZAS DEL DIABLO

Según el versículo 11, debemos poder resistir “las asechanzas del diablo”. La palabra traducida astucia es metodeia. De ahí deriva nuestra palabra inglesa método.ii En este contexto, significa estrategias o trucos para engañar.iii El diablo es un engañador. Dios tiene un plan maravilloso para tu vida. El diablo tiene un plan “no tan maravilloso” para tu vida.

Tiene estrategias a largo plazo para socavar las cosas buenas que Dios quiere hacer en tu vida. Comenzó a utilizar esas tácticas desde muy temprano en su vida. Quizás quiera una raíz de amargura en tu corazón. Hará que la gente te haga cosas hirientes, ofensivas e injustas, y luego te susurrará resentimiento al oído. Lo hará una y otra vez para convencerte de la mentira de que no puedes confiar en nadie, ni siquiera en Dios.

Diabolos es la palabra griega traducida diablo. De allí derivamos nuestra palabra inglesa diabólico.iv Su significado principal es calumniador. El diablo os calumniará. Calumniará a otros ante ti. Incluso calumniará a Dios contigo como lo hizo con Eva en el huerto (Génesis 3:4-6). La calumnia está diseñada en última instancia para separarte de Dios y de su pueblo. Cuántas personas ya no asisten a la iglesia porque el diablo ha trabajado esta estrategia en su contra. Él está utilizando los fracasos de líderes prominentes en este momento para convencer a la gente de que deben retirarse de la iglesia y actuar por su cuenta. Gran error. Hay cambios importantes que deben ocurrir en la iglesia estadounidense, pero el aislamiento unos de otros no es la respuesta.

Cuando un león elige su presa, busca el búfalo o antílope que está separado de la manada. Ésa es una presa más fácil. La gente a veces nos decepciona. Por eso debemos mantener los ojos puestos en el Señor.v Dios nos ha llamado a la comunidad, y no debemos dejar de reunirnos (Heb. 10:25).vi El modelo que debemos seguir se establece claramente en Hechos. 2:42: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”. Continuaron firmemente en esas cuatro dinámicas de adoración. Y debemos hacer lo mismo. ¿Ha tratado Satanás de utilizar tratos injustos y ofensas para sabotear el plan de Dios para su vida?

Para otra persona, la estrategia a largo plazo de Satanás puede ser cultivar la lujuria en el corazón. Temprano en la vida de esa persona, el enemigo comienza a exponer al individuo a ideas y materiales sexualmente explícitos. Atrae a la persona hacia un enfoque excesivo en ese aspecto de la vida. Incluso puede introducir perversiones. Es una estrategia diabólica para destruir el amor de la persona por Dios y el amor apropiado por los demás. “El ladrón”, dijo Jesús, “no viene sino para hurtar y matar y destruir” (Juan 10:10). No importa con qué te atraiga, esa es su intención final hacia ti.

Otra persona puede verse afectada por la codicia y hacerle creer que conseguir cosas es lo más importante en la vida. La mayor batalla de Pablo contra el pecado puede haber sido en el área de la codicia (Rom. 7:7-11). El Apóstol Juan advirtió: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo” (1 Juan 2:15). Un amor excesivo por las cosas materiales desplazará su amor por Dios. Consumirá tu tiempo, energía y atención para que te pierdas lo mejor de Dios para tu vida.vii